25 Ejemplos internacionales de canalizaciones revertidas o modificadas

 

 

Por David J. Carrasquillo Medrano

 

La Solicitud Comunitaria sobre el Río Piedras no es algo nobel

 En el corazón de San Juan, Puerto Rico, fluye el río Piedras, una arteria vital que ha sido testigo de la evolución de la ciudad a lo largo de los siglos. Sin embargo, al igual que muchos ríos urbanos alrededor del mundo, el río Piedras ha sido sometido a canalizaciones y modificaciones en un intento por controlar las inundaciones y facilitar el desarrollo urbano. Hoy, mientras la ciudad se enfrenta a un nuevo proyecto de canalización, es crucial que nos detengamos a examinar las lecciones aprendidas de experiencias similares a nivel global.

A medida que las ciudades han crecido y se han transformado, también lo ha hecho nuestra comprensión de la gestión sostenible de los ríos urbanos. Lo que alguna vez se consideró una solución innovadora – la canalización de ríos con concreto – ahora se reconoce cada vez más como una intervención que puede tener consecuencias no deseadas y que a menudo no logra abordar la complejidad de los desafíos que enfrentan nuestras ciudades.

En este contexto, la historia de numerosos ríos urbanos alrededor del mundo ofrece un valioso conjunto de experiencias de las cuales podemos aprender. Desde Seúl hasta Madrid, desde Chicago hasta Beijing, ciudades de todos los continentes han emprendido proyectos para revertir o modificar canalizaciones pasadas, buscando una gestión más integral y sostenible de sus ríos. Estos ejemplos nos brindan perspectivas cruciales a medida que San Juan considera el futuro del río Piedras.

Existen varios ejemplos internacionales de canalizaciones que luego han sido revertidas o modificadas al no cumplir con los objetivos propuestos de manejo de inundaciones y gestión integral de cuencas.

Algunos casos notables son:

  1. Río Cheonggyecheon en Seúl, Corea del Sur: En la década de 1970, este río fue canalizado y cubierto por una autopista como parte de un plan de control de inundaciones y desarrollo urbano. Sin embargo, en 2003 se inició un ambicioso proyecto para restaurar el río, removiendo la autopista y recreando un corredor verde con espacios públicos. Esta renaturalización ha mejorado la calidad del agua, reducido el efecto de isla de calor y creado un valioso espacio de recreación para la ciudad.
  2. Río Los Ángeles en California, Estados Unidos: Partes de este río fueron canalizadas con concreto en la década de 1930 para controlar inundaciones. No obstante, en años recientes han surgido iniciativas como el «LA River Revitalization Master Plan» que buscan restaurar tramos del río, mejorando el hábitat, la calidad del agua y el acceso público, al tiempo que se mantiene la protección contra inundaciones a través de técnicas más naturales.
  3. Río Aire en Ginebra, Suiza: Tramos de este río fueron canalizados en el siglo XIX para ganar terrenos y controlar inundaciones. Sin embargo, desde la década de 1990 se han realizado varios proyectos de renaturalización, removiendo las canalizaciones de concreto y permitiendo que el río tome un curso más natural. Esto ha mejorado la ecología del río y creado espacios de recreación muy valorados por la comunidad.
  4. Arroyo Suzhou en Shanghai, China: Este arroyo fue canalizado en la década de 1930 por razones sanitarias y de control de inundaciones. Pero en 1998, se inició un proyecto para restaurar el arroyo, implementando técnicas de bioingeniería y creando un parque lineal. El proyecto ha mejorado la calidad del agua, aumentado la biodiversidad y creado un corredor verde muy apreciado en la densa ciudad.
  5. Río Isar en Munich, Alemania: En la década de 1930, el río fue canalizado y sus márgenes reforzados con rocas para proteger contra inundaciones. Pero a partir del 2000, se desarrolló un proyecto para renaturalizar el río, removiendo las restricciones y creando un paisaje fluvial más dinámico con humedales y bosques ribereños. Este enfoque ha demostrado mejorar la resiliencia a las inundaciones al tiempo que crea valiosos servicios ecosistémicos.
  6. Río Kallang en Singapur: En la década de 1970, este río fue rectificado y canalizado como parte de un plan de control de inundaciones y recuperación de tierras. Sin embargo, desde finales de la década de 1990, el gobierno ha implementado el «Programa ABC (Active, Beautiful, Clean) Waters», que incluye la naturalización de varios tramos del río Kallang. Esto ha implicado la creación de biohumedales, la estabilización ecológica de las orillas y la integración del río con parques y espacios públicos.
  7. Arroyo Saw Mill en Nueva York, Estados Unidos: Este arroyo fue canalizado y entubado en muchas secciones durante el siglo XX para facilitar el desarrollo urbano. No obstante, desde la década de 1990, han surgido varios proyectos de restauración, como el «Saw Mill River Daylighting» en Yonkers, que han sacado a la luz tramos enterrados del arroyo y los han renaturalizado con vegetación nativa y sistemas naturales de manejo de aguas pluviales.
  8. Río Huécar en Cuenca, España: En la década de 1960, parte de este río fue canalizado y cubierto para crear un parqueadero en el casco histórico de la ciudad. Pero en 2011, se inició un proyecto para recuperar el río, removiendo la cubierta de concreto y restaurando el cauce natural con técnicas de bioingeniería. El proyecto ha creado un nuevo espacio público junto al río y ha mejorado la conectividad ecológica. Este caso incluso ha sido estudiado como ejemplo a seguir para el desarrollo de principios básicos para la restauración de ríos y se han publicado estudios a tales efectos.
  9. Río Roch en Rochdale, Inglaterra: En la década de 1930, un tramo de este río fue canalizado y cubierto para permitir la construcción de edificios industriales. Sin embargo, en 2015 se completó el proyecto «Revealing the Roch» que reabrió el río, removiendo la cubierta de concreto y restaurando un cauce más natural con márgenes vegetadas. El proyecto ha creado un nuevo espacio público atractivo en el centro de la ciudad y ha mejorado la resiliencia a las inundaciones.
  10. Arroyo Phalen en Saint Paul, Minnesota, Estados Unidos: Este arroyo fue canalizado y rectificado en la década de 1930 como parte de un proyecto de control de inundaciones y drenaje urbano. Pero a partir de la década de 1990, la ciudad ha implementado varios proyectos de restauración, incluyendo la estabilización bioingeneril de las orillas, la creación de humedales y la reconexión del arroyo con sus llanuras aluviales. Esto ha mejorado la calidad del agua, el hábitat y las oportunidades de recreación a lo largo del arroyo.
  11. Río Manzanares en Madrid, España: Tramos de este río fueron canalizados y recubiertos de hormigón en la década de 1970 como parte de un plan de control de inundaciones y construcción de vías rápidas. Sin embargo, desde la década de 2000, se ha desarrollado el proyecto «Madrid Río», que ha incluido la eliminación de algunas secciones de autopista, la naturalización de las márgenes del río con vegetación y la creación de un extenso parque lineal. Este proyecto ha transformado el río de una barrera a un eje de espacio público y verde en la ciudad.
  12. Río Anacostia en Washington D.C., Estados Unidos: Este río ha sufrido de canalización, contaminación y degradación durante gran parte del siglo XX. Pero desde la década de 1980, ha habido esfuerzos continuos de restauración, incluyendo la renaturalización de tramos canalizados, la creación de humedales y la mejora de la conectividad ecológica. Proyectos como el «Anacostia River Tunnel» y el «Anacostia Riverwalk Trail» están transformando la relación de la ciudad con el río.
  13. Río Mayesbrook en Londres, Reino Unido: Este río fue canalizado y su llanura aluvial drenada en la década de 1940 para crear parques y áreas deportivas. Pero en 2011, se completó el proyecto «Mayesbrook Park Restoration», que restauró un kilómetro del río a un estado más natural, creando meandros, humedales y hábitats diversos. Este fue uno de los primeros proyectos en el Reino Unido en usar un enfoque de «sistemas naturales» para la gestión del riesgo de inundaciones y la adaptación al cambio climático.
  14. Río Izgonce en Bolu, Turquía: En la década de 1990, este río fue canalizado con concreto como parte de un plan de desarrollo urbano. Sin embargo, en 2013 se inició un proyecto de restauración que removió la canalización de concreto y restauró un cauce más natural con técnicas de bioingeniería. El proyecto ha creado un corredor verde en el corazón de la ciudad, mejorando la calidad de vida y la resistencia a las inundaciones.
  15. Río Waller Creek en Austin, Texas, Estados Unidos: Partes de este río fueron canalizadas y entubadas en la primera mitad del siglo XX para facilitar el desarrollo urbano. Pero desde la década de 1990, ha habido esfuerzos para restaurar y revitalizar el río, incluyendo el «Waller Creek Tunnel Project» que redujo el riesgo de inundaciones, y el «Waterloo Greenway» que está creando un parque lineal a lo largo del río con espacios públicos, arte y restauración ecológica.
  16. Río Gayang en Seúl, Corea del Sur: Este río fue canalizado con concreto en la década de 1970 como parte de un proyecto de desarrollo urbano. Pero en 2017, se completó un proyecto de restauración que removió la canalización y creó un nuevo cauce sinuoso con márgenes naturalizadas. El proyecto también incluyó la creación de un humedal construido para mejorar la calidad del agua y proporcionar hábitat para la vida silvestre.
  17. Arroyo Thornton en Chicago, Illinois, Estados Unidos: Este arroyo fue canalizado y entubado en la década de 1920 para permitir el desarrollo urbano. Sin embargo, en 2015 se completó el proyecto «Thornton Creek Restoration», que daylight (sacó a la superficie) un tramo de 1.7 kilómetros del arroyo, creando un corredor verde con meandros naturales, humedales y senderos. El proyecto ha reducido el riesgo de inundaciones y ha creado nuevas oportunidades de recreación y educación ambiental.
  18. Río Besos en Barcelona, España: Este río sufrió de canalización, contaminación y degradación durante gran parte del siglo XX debido a la industrialización y urbanización de su cuenca. Pero desde la década de 1990, ha habido esfuerzos de restauración, incluyendo la naturalización de tramos canalizados, la creación de parques fluviales y la mejora de la calidad del agua. El proyecto «Parc Fluvial del Besòs» es un ejemplo destacado de esta transformación.
  19. Río Muddy en Cincinnati, Ohio, Estados Unidos: Secciones de este río fueron canalizadas y cubiertas en la década de 1920 para control de inundaciones y desarrollo urbano. Pero en 2017, se completó el proyecto «Lick Run Greenway», que daylight y restauró un tramo de 1.6 kilómetros del río, creando un corredor verde con características naturales de manejo de aguas pluviales, como humedales y estanques de retención. El proyecto ha reducido significativamente la descarga de aguas residuales combinadas al río Ohio.
  20. Río Sanlihe en Beijing, China: Este río fue canalizado con concreto en la década de 1970 para control de inundaciones y drenaje urbano. Sin embargo, en 2006 se inició un proyecto de restauración ecológica que removió la canalización y restauró un cauce más natural con márgenes vegetadas. El proyecto también incluyó la construcción de un parque lineal y la mejora de la calidad del agua a través de humedales construidos.
  21. Expreso de Utrecht, Países Bajos: En la década de 1970, un canal histórico en el centro de Utrecht fue rellenado y convertido en una autopista como parte de un plan de renovación urbana. Sin embargo, en 2015 se completó un ambicioso proyecto para «rescatar» el canal, removiendo la autopista y restaurando el cuerpo de agua. El proyecto, conocido como «Catharijnesingel», no solo trajo de vuelta un elemento histórico y estético al centro de la ciudad, sino que también creó nuevos espacios públicos y mejoró la gestión del agua.
  22. Arroyo Gobind Sagar en Delhi, India: Este arroyo fue canalizado y convertido en un drenaje de aguas residuales a cielo abierto en la década de 1970 debido a la rápida urbanización. Pero en 2017, se inició un proyecto de restauración que busca transformar el arroyo en un corredor verde con características naturales de manejo de aguas pluviales y aguas residuales. El proyecto, aunque aún en curso, demuestra el potencial de la restauración de arroyos urbanos incluso en contextos de alta densidad y escasos recursos.
  23. Río Medlock en Manchester, Reino Unido: El río Medlock, que fluye a través del centro de Manchester, ha sido sometido a canalizaciones y modificaciones durante siglos debido a la industrialización y urbanización. Sin embargo, desde la década de 1990, ha habido esfuerzos para restaurar y renaturalizar partes del río. Un proyecto destacado es el «Clayton Vale Project», que transformó una sección degradada del río en un parque natural con meandros restaurados, humedales y senderos. El proyecto ha mejorado la biodiversidad, la calidad del agua y las oportunidades de recreación.
  24. Río Los Ángeles en Los Ángeles, California, Estados Unidos: El río Los Ángeles ha sido en gran parte canalizado con concreto para control de inundaciones desde la década de 1930. Sin embargo, ha habido esfuerzos continuos para restaurar partes del río, incluyendo el ambicioso plan maestro «LA River Revitalization», que busca transformar el río en un corredor verde de 51 millas con espacios públicos, senderos y restauración ecológica. Un proyecto destacado es el «Dominguez Gap Wetlands», que transformó una sección del canal de concreto en un humedal construido.
  25. Río Medellín (también conocido como río Aburrá) en Medellín, Colombia: El río Medellín atraviesa el corazón del área metropolitana de Medellín, hogar de más de 3 millones de personas. Durante décadas, el río sufrió de grave contaminación, canalización y degradación debido a la rápida urbanización e industrialización. Sin embargo, desde la década de 1990, la ciudad ha emprendido un ambicioso proyecto para recuperar y transformar el río.

Estos ejemplos demuestran que la canalización, aunque puede ofrecer un alivio a corto plazo, a menudo no logra una gestión integral y sostenible de los ríos y sus cuencas. La tendencia internacional es hacia la renaturalización y el uso de soluciones basadas en la naturaleza que pueden brindar múltiples beneficios más allá del control de inundaciones. Estos casos también evidencian que es posible y deseable revertir canalizaciones pasadas para adaptarse a nuevos conocimientos y demandas socioambientales.

Los numerosos ejemplos de proyectos de restauración de ríos urbanos alrededor del mundo nos cuentan una historia clara: las canalizaciones tradicionales a menudo no son la respuesta a los complejos desafíos que enfrentan nuestras ciudades. Aunque pueden ofrecer un alivio temporal a los problemas de inundaciones, a menudo lo hacen a costa de la salud ecológica, la calidad del agua, la biodiversidad y las oportunidades de recreación y conexión con la naturaleza.

En cambio, la tendencia global es hacia enfoques más holísticos que buscan trabajar con, en lugar de contra, los procesos naturales de los ríos. Desde la renaturalización de canales de concreto hasta la creación de humedales y parques fluviales, estas intervenciones demuestran que es posible lograr múltiples beneficios – reducción del riesgo de inundaciones, mejora de la calidad del agua, aumento de la biodiversidad, creación de espacios públicos vibrantes – a través de una gestión más integral y basada en la naturaleza.

Mientras San Juan pondera el futuro del río Piedras, estos ejemplos globales ofrecen un llamado a la reflexión y a la acción. En lugar de repetir los errores del pasado, la ciudad tiene la oportunidad de aprender de las experiencias de otros y de imaginar un futuro diferente para su río urbano. Un futuro en el que el río Piedras no sea visto como un problema a ser controlado, sino como un activo invaluable a ser celebrado y restaurado.

La historia ha demostrado que la transformación es posible. Con visión, colaboración y un compromiso con la sostenibilidad, San Juan puede unirse a las filas de las ciudades pioneras que están redefiniendo su relación con sus ríos urbanos. Al hacerlo, la ciudad no solo asegurará un futuro más resiliente y próspero para sus residentes, sino que también se convertirá en un modelo para otras ciudades que enfrentan desafíos similares. El futuro del río Piedras, y de San Juan, está en nuestras manos. Aprendamos de las lecciones globales y escojamos un camino de restauración y esperanza.

La información presentada sobre las tendencias globales en la restauración de ríos urbanos es altamente relevante y aplicable al contexto de Puerto Rico, especialmente a la luz de los proyectos propuestos por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos para el manejo de nuestros cuerpos de agua, como el controvertido plan de canalización del río Piedras.

Puerto Rico, como isla tropical con una alta densidad de población y una larga historia de intervenciones en sus ríos y quebradas, enfrenta desafíos similares a muchas de las ciudades mencionadas en los ejemplos. Nuestros ríos urbanos, como el río Piedras, han sufrido de contaminación, canalización y degradación debido a décadas de rápida urbanización y desarrollo de infraestructura.

Sin embargo, como demuestran los numerosos casos internacionales, la canalización tradicional rara vez logra una gestión integrada y sostenible de los ríos y sus cuencas a largo plazo. Si bien puede ofrecer una solución temporal para el control de inundaciones, a menudo lo hace a expensas de la salud ecológica, la calidad del agua, la biodiversidad y las oportunidades de recreación y conexión con la naturaleza.

En un contexto de cambio climático, donde se esperan eventos de lluvia más intensos y frecuentes, es imprescindible que Puerto Rico adopte enfoques más resilientes y adaptables para el manejo de sus ríos. Las soluciones basadas en la naturaleza, como la renaturalización de los cauces, la creación de humedales y la restauración de las llanuras aluviales, han demostrado ser efectivas en muchas ciudades alrededor del mundo para reducir el riesgo de inundaciones al tiempo que generan múltiples co-beneficios.

El Cuerpo de Ingenieros, como principal agencia federal a cargo de muchos proyectos de manejo de aguas en Puerto Rico, tiene la oportunidad y la responsabilidad de incorporar estas mejores prácticas internacionales en su planificación y diseño. En lugar de recurrir por defecto a soluciones de ingeniería dura, como la canalización extensiva, deberían explorar seriamente alternativas más verdes e integradas que trabajen con, en lugar de contra, los procesos naturales de nuestros ríos.

El caso del río Piedras es emblemático de esta necesidad de repensar nuestra relación con los ríos urbanos. En lugar de verlo como un problema a ser controlado a través de concreto y acero, podríamos imaginar un futuro en el que el río sea restaurado como un activo ecológico y comunitario invaluable. Con una visión audaz y un compromiso con la sostenibilidad, San Juan podría unirse a la creciente lista de ciudades pioneras que están demostrando que es posible tener ríos urbanos sanos, seguros y vibrantes.

Pero para lograr esta transformación, se necesitará más que soluciones técnicas. Requerirá un diálogo abierto y una colaboración genuina entre las agencias federales como el Cuerpo de Ingenieros, el gobierno local, la academia, las organizaciones ambientales y, lo que es más importante, las comunidades que viven a lo largo de nuestros ríos. Solo a través de un proceso inclusivo y participativo podremos desarrollar soluciones que sean ecológicamente sostenibles, socialmente justas y culturalmente apropiadas para el contexto único de Puerto Rico.

En última instancia, la decisión sobre el futuro de nuestros ríos urbanos, como el río Piedras, es una decisión sobre el futuro que queremos para nuestra isla. ¿Queremos perpetuar un modelo de desarrollo que trata a nuestros ríos como problemas a ser dominados, o queremos adoptar una nueva ética de convivencia que los valorice como parte integral de nuestro patrimonio natural y cultural? Las experiencias globales nos muestran que el cambio es posible. Depende de nosotros aprender de estas lecciones y tener la valentía de imaginar y construir un futuro mejor para nuestros ríos y nuestras comunidades.

El autor es director ejecutivo de ¡Planifiquemos!

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