Editorial: María Dolores (Tati) Fernós: una líder de vanguardia del feminismo puertorriqueño

 

En días recientes, Puerto Rico le dio el adiós definitivo a una de sus hijas más preclaras: María Dolores (Tati) Fernós, figura central en la trayectoria de la lucha de las mujeres puertorriqueñas por la equidad y por sus reivindicaciones de género, laborales, sociales y su derecho a vivir sin violencia. Así lo reconocieron las cientos de personas- principalmente mujeres- que en representación de diversas generaciones, profesiones y esferas de acción,  y desde los distintos puntos cardinales de nuestro país, se dieron cita en el Colegio de Abogados y Abogadas en Miramar para rendirle tributo, y reconocer sus esfuerzos y sus logros.

La labor realizada por Tati Fernós en el ámbito feminista se ubica de forma principalísima en el gran arco de la lucha de las mujeres en Puerto Rico, un período que se inició en las primeras décadas del siglo pasado, y que representó una gran transformación en la teoría y en la acción y  lucha por los derechos y reivindicaciones de las mujeres. Esa lucha se impulsa a partir del activismo pionero de dos figuras cimeras: Ana Roqué Duprey y Luisa Capetillo, símbolos de  una generación de mujeres que se atrevió a construir su propio futuro. Roqué fue educadora, científica y fundadora de la primera organización feminista en Puerto Rico, por lo cual se le considera como la pionera del Movimiento Feminista Puertorriqueño. También fue líder de la lucha a favor del sufragio femenino, un camino de espinas que terminó en victoria cuando las mujeres en Puerto Rico alcanzaron su derecho universal al voto en el año 1935. Por su parte, Luisa Capetlllo fue también una figura transformadora. Abiertamente desafió y quebró los esquemas de género de su época, no solo con sus lúcidos escritos que proponían un nuevo paradigma femenino, sino también por su ideología anarquista y por su conducta desafiante y combativa como sindicalista, y como persona asertiva y segura, que tenía una gran confianza en la capacidad de las mujeres para lograr un cambio social liberador. Roqué y Capetillo fueron el referente de una lucha más amplia por los derechos de las mujeres en diversos espacios de la sociedad, incluyendo el de miles de mujeres que, desde sus hogares, o desde las incipientes disciplinas profesionales, o desde los talleres donde trabajaban como hiladoras de tabaco, o como obreras de la industria de la aguja, organizaban sus luchas para alcanzar derechos y mejorar sus condiciones de vida.  En la década de los años 30, la Federación Libre del Trabajo llegó a tener una filial de mujeres que representó a cerca de 100,000 trabajadoras de la industria de la aguja, un sector industrial principal en Puerto Rico entonces, donde se libró una lucha encarnizada para lograr mejores salarios y condiciones de trabajo.

En las experiencias teóricas y prácticas desarrolladas por María Dolores (Tati)  Fernós hubo también ese entendimiento indispensable de la necesidad de mejorar la situación laboral de nuestras mujeres.  Por eso, en rumbo a la plena maduración de su ideario, figuró entre las fundadoras de la Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora (OPMT), entidad feminista pionera en Puerto Rico que este año cumple 40 años de trabajo continuo de concienciación y lucha feminista. Un fruto principal de esa lucha fue la creación de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres, cuya primera directora fue María Dolores (Tati) Fernós. La oficina fue creada por la Ley Núm.20 del 11 de abril de 2001, bajo la primera Gobernadora de Puerto Rico, Sila María Calderón, con el propósito de fortalecer y hacer cumplir las políticas públicas que garanticen los derechos humanos de las mujeres, que promuevan la equidad y que eliminen todas las manifestaciones de discrimen y violencia hacia las mujeres. Calderón nombró a Fernós como directora de dicha oficina, y sobre su gestión escribió lo siguiente: “No hay duda de que  la ejecutoria de María Dolores (Tati) Fernós, como primera y extraordinaria Procuradora de la Mujer, fue multifacética en su enfoque y en la ejecución de sus responsabilidades. Lo anterior por varias razones: como profesora se había dedicado a estudiar, resaltar y entender el problema; como abogada había puesto su empeño en resaltar la injusticia y buscar intervenciones que adelantaran el cambio necesario; y, como procuradora, pudo darle seguimiento a la tarea de hacer justicia en casos significativos sobre la violencia de género. La vocación de vida de la licenciada Fernós  fue sin duda alguna la defensa de las mujeres, asegurar el respeto a sus derechos, brindarles las protecciones necesarias en ley, así como garantizar que la Procuraduría cumpliera efectivamente con su misión protectora”.

Así fue Tati, Procuradora de las Mujeres e inspirada, dedicada y visionaria feminista. Pero, para todas y todos en CLARIDAD, ella fue además la consecuente luchadora independentista que se mantuvo siempre firme y solidaria en apoyo a la gestión de nuestro periódico. Por eso, y a  escasos días de conmemorarse el Día Internacional de la Mujer, recordamos a la compañera de luchas con profundo respeto y gratitud, y le extendemos nuestra sentida condolencia a toda su familia, la de sangre y la extendida.

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