Samuel Lind Hernández: Obrero del Arte:  Genio de la creación artística

 

Al hablar del arte y la pintura en el Puerto Rico contemporáneo significa adentrarnos en el arte de nuestro propio tiempo. Nuestro arte se manifiesta en el tiempo presente respondiendo a la conciencia social del artista y a su visión del mundo que le rodea. El arte es parte fundamental e inherente de lo humano, de nuestra cultura y de nuestra evolución como pueblo, con característica particulares que nos definen y distinguen de otros pueblos.

Visitar “El taller de Samuel Lind en Medianía Alta en Loíza es una experiencia trascendental, única y distinta en cada visita que realizas. Su Taller es una galería de personajes, mujeres dignas, estampas, fiestas, paisajes de dolor y alegría, serigrafías de Santiago Apóstol, de la Familia Ayala, Tite Curet Alonso, entre otros. Terminas envolviéndote en tertulias, planes y sueños, que a veces parecen tuyos, pero es la energía que Samuel trasmite, que te lleva allí, a ese mundo.

Nos dice en su página de Facebook: Esos espacios que el Arte se procura son dimensiones que provocan esa necesidad de crear. Es la Luz de los palmares que se proyectan en pinceladas y trazos pictóricos. Todo es un acto donde uno es criatura que crea. Esa energía que solo el Arte en su propio lenguaje sabe proyectarse. El Obrero en su limitación, como instrumento de la Naturaleza, se redime, se encuentra y le da sentido al Ser y Servir”

 Samuel Lind Hernández ha sido uno de esos artistas, que como sucede en muchas disciplinas, son reconocidos fuera del País antes de ser reconocido por sus propios compatriotas. Samuel Lind es una persona humilde e introvertida que ha logrado encontrar en el Arte el medio para manifestar todo eso que lleva en el alma, que lleva dentro y necesita manifestar, muchas veces contagioso. Se describe asimismo como “un Obrero” con humildad que utiliza el arte como un medio de afirmación, manifestación y comunicación en varias dimensiones. Y así, son algunas de sus obras, en varias dimensiones.

En su página en las redes sociales encontramos que

“Fue él quien entre otras tareas diseñó la bandera del pueblo de Loíza. “Pincelar a Loíza es como si de la pintura que subyace de su historia fuéramos nosotros los pintados. Como si esa tierra y sus gentes nos devolvieran a todos los rostros de la historia que ocultamos en máscaras desmemoriadas”.

Describir a Samuel Lind y su obra artística no es fácil. Nydia (Artista puertorriqueña en la Diáspora, radicada en Illinois) nos señala lo siguiente a la pregunta de qué piensa de la obra o trabajos de Samuel:

“En el arte, especialmente en la pintura, el color es la base de un buen diseño. En la obra de Samuel Lind el color está lleno de movimiento. En su obra los colores primarios, secundarios y terciarios se unen para contar la historia donde un pueblo es representado en color. El uso de los colores primarios refleja el color intenso de la cultura de Puerto Rico y el Caribe. Los colores secundarios se entrelazan en el verdor de la vegetación hasta el colorido en los vestidos de nuestra gente y sus prácticas culturales. La gente representada en su obra tiene las huellas de la cultura que a pesar de los duros tiempos es una cultura alegre y llena de color. Desde el blanco de los vestidos de bomba hasta el rojo intenso de nuestros Flamboyanes, Samuel nos hace sentir emociones que solo en nuestra tierra conocemos. Mi color preferido en su obra es el uso del color azul. El cielo, el mar en sus paisajes es un mensaje de calma y tranquilidad. En una de sus obras titulada Esperanza de vida, el azul es casi una vista del futuro, donde la juventud, representada por un niño, parece caminar hacia el azul infinito del agua rodeado como en un abraso del verde prevaleciente en nuestra Isla”. (Nydia Mercado Adorno)

Cuando le pregunté a Samuel si él llegara a su taller no siendo Samuel Lind, sino desde afuera, o si el pudiera observar su trabajo como un extraño, que el encontraría en su taller. El Maestro se describe así mismo de la siguiente manera:

“Yo me encontraría con este individuo, en su claustro, en su taller, “curándose” con unas obras donde el ilustra la naturaleza donde se nutre. Esa necesidad creadora que el provoca, porque es una provocación, uno se tiene que llenar con un entusiasmo con ganas tan fuerte que tiene que sacarlo, de un barrio donde no había alternativas, pero el llego a tocar personas con su obra, él es un humilde obrero, con algo que Dios le dio, como le da a toda persona y trato de no detenerse”.

Hablar con el maestro Lind es un viaje transcendental en el tiempo, la cultura y de aprendizaje, mucho aprendizaje. Nos señala:

 “Dios nos dio la vida y lo que nos rodea, nos da la habilidad de crear belleza, de restaurar la vida, de transmitir un sentimiento. Una conexión entre cielo y tierra. Una ventana que se abre hacia lo divino, un puente hacia la contemplación, que honra a la naturaleza. Una energía intuitiva que me mueve a pintar. Simple y complejo a la vez, en sus funciones, por su lógica y claridad de pensamiento en la inspiración, que lo hace practico. Alimento para el espíritu. Objeto de conexión para estimular la imaginación y abrasar a los sentidos, Adquiriendo la vida, salvando el alma. Todo se resume a lo universal del Ser… — AMOR Y BELLEZA — Desde un principio que encontré en la expresión artística un medio poderoso de comunicar ideas, ya para mí el pintar o modelar la materia o grabar se convirtió en mi vocación”.
“Con amor sensibilidad y trabajo, me entregó a una producción artística. Una necesidad creativa. Entrar a ese mundo del lienzo, las dimensiones de la escultura, o el color vivo del grabado. Magnificar lo que para mí tiene importancia, mi gente mi comunidad la Diosa Madre Naturaleza”.

Estas expresiones de don Samuel Lind, el genio, el artista, el ser humano, el obrero nos trasladan a entender su obra. No soy experto en arte, pero luego de compartir con él en varias ocasiones y luego de horas de conversaciones extensas he logrado compenétrame en parte de su psiquis como artista, su humildad y sencillez y su grandeza en el Arte y artista del lienzo, el gravado, la escultura o cualquier manifestación artística que decide utilizar para expresar sus sentimientos.

Su infancia y niñez ayudan a forjar este genio del arte

Samuel y sus hermanos con su madre Felícita. Foto suministrada

Nace en Loíza y sus padres fueron Ismael Lind y Felícita Hernández. Se crio con su mamá y al cruzar la calle de su casa está la residencia de la Familia Ayala. De una familia bien grande tuvo 6 hermanos, de los cuales Samuel es el único que actualmente está en Loiza.

 

Su interés por el arte y la pintura y lo gráfico comienza desde niño al ver las caras de la gente, los animales y la naturaleza. Comienza desde temprana edad a dibujar todo lo que podía. Nos señala:

“Uno de mis hermanos que estuvo en el ejército en la guerra de Vietnam me trajo de Alemania un estuche de arte de dibujar y con el comencé, más o menos en la Escuela Intermedia, a hacer mis primeros trabajos artísticos en Oleo”.

Samuel y Pastora madre de los Ayala

Para él sus comienzos en el arte fue una “misión auto-impuesta”, una satisfacción y búsqueda personal ya que era bien introvertido el arte lo llevo a “encontrarse” y poder expresar lo que llevaba por dentro,

“el arte fue mi salvación, vengo de una familia humilde y encontré en el arte el decir algo. Una vez recibían lo que yo hacía me podían entender”.

Sus primeras experiencia y contactos con el arte ocurren en su adolescencia. Es en la escuela, en los grados intermedios que comenzó sus actividades en el arte:

“Ya desde escuela intermedia Ms. Rosa (mi maestra de arte en Intermedia) me traía pinturas (tempera), y yo mezclaba pinturas con claras de huevo lo que permitía expresarme. Me sentaba en al parque a observar personas, me cogían miedo porque yo estaba dibujando. El tema principal era Loiza y la gente de Loíza, sus paisajes. La gente los recibía con sentido de pertenencia. La naturaleza y el espacio que me rodeaba era lo que me inspiraba, era lo primordial”.

Hablar de Samuel Lind es hablar de la Familia Ayala. Él nos dice

“La historia de los Ayala y la mía es la misma ya que yo nací en una casa de madera frente a ellos, tu cruzabas la calle y estabas en su casa, Yo me crie en la casa de los Ayala prácticamente”.

 

Y añade a su conexión con los Ayala:

“Raquel y Celia Ayala fueron bien importantes en mi desarrollo como persona, fueron clave. Castor Ayala(Padre) fue mi primer jefe. Él tenía toda una industria del Coco en Colobo. Él le dio trabajo a medio Medianía. Toda la comunidad trabajo para Castor en la industria del coco y todo el arte que venia del coco”. “Un día yo cruce la calle con un cuadro y él se pone las manos en la cabeza (él era el “santiguador del barrio, él tenía una cuestión espiritual, Castor padre) y me dice” Samito tú vas a ser artista, tus cuadros van a estar en museos y galerías, (imagínate yo un niño) no como yo que pinto para bares, tus cuadros van a ser de galerías”.

Ese evento donde Don Castor le señala a Samuel que su trabajo iba a llegar a galerías fue una premonición, Samuel era un niño, adolecente y se emocionó con esas palabras que fueron “proféticas”.

 

Hermanos Ayala y Samuel

 

El pintor y artista Rafael Tufiño tenía un taller en un lugar llamado “El Brujo” en la Playa de Loiza y tenía un Porfolio de gravados de las Fiestas de Loiza que influenciaron a Samuel en su juventud.

 

Su adultez y desarrollo como artista gráfico.

Se graduó de la escuela de Artes plásticas y era baterista en la Universidad de Puerto Rico. Daba clases de música en algunas Iglesias y en algunos lugares, ya que tocaba varios instrumentos, está función lo ayudaban económicamente a costear sus estudios y proveerse económicamente.

Ya en la escuela de Artes Plásticas su trabajo comienza a ser difundido fuera de Loiza y a impactar a figuras prominentes que le ayudaran a que el país lo conociera. Uno de los incentivos más grandes que tuvo es que personas sobresalientes en las artes y la cultura como don Ricardo Alegría y Tite Curret Alonso comenzaron a admirar su trabajo y hubo una amistad y mutua admiración y eso le ofrecía el respaldo necesario para seguir adelante ya que yo ni salía de Loiza. Tite Curret Alonso se convirtió en su mentor.

En esa etapa de su carrera su arte se dirige a poder ver y visualizar, lo lleva a imágenes de la naturaleza, de gentes de pueblo que luego se plasman en lo grafico o en el óleo.

“Cuando pinto yo siento África, yo siento los santos sobre mi”

A la pregunta de porque no salía mucho de Loiza y de su pueblo señala:

“Loiza ahora es más abierto, pero antes fue más hermético y se veía como ese pueblo de raíces africanas que tenía esas fiestas extrañas, una expresión que es de ellos y tenían sus habitantes una forma particular de hablar, con una espiritualidad en la comida, en el baile, en todo lo que hacen. En Canovanas había un sitio donde se bailaba y los Loiceños iban punta en blanco a bailar.”

De las expresiones artísticas la pintura para él es la principal. (pintura al óleo,) la más fascinante.

“Yo expresarme en un espacio de dos dimensiones, crear esa tercera dimensión es lo más fascinante e ir a una y cuarta dimensión. Hay dimensiones en el que no están ahí. El arte es una forma de ver las cosas como tú las quieres ver y resaltar lo que tú quieres ver. Hay dimensiones del espacio que no están ahí. Mi propuesta es pictórica. Cuando pinto un palmar me voy en un viaje”.

Diseño la caratula de un disco de Caribe Negro de Cachete Maldonado y muchos otros trabajos artísticos. Comenzó a hacer serigrafías a mediados de los años 70, he hizo serigrafías de muchas actividades en Puerto Rico. Muchos de sus serigrafías producidas en su taller no conservo copias de ellas. Hizo serigrafías de Tite Curret Alonso y de su Mamá. Realizo serigrafías para infinidad de actividades y proyectos. Fue su expresión más comercial, pero se ajustaba a lo que él pensaba, a lo que él hacía, se veía el corte de Samuel Lind en todas ellas.  Hay serigrafías que las hizo en los 80 y luego las volvió a rehacer en los 90 como “Tertulia Borincana”. De muchas de ellas solo conserva los bocetos. Todos los meses hacia una serigrafía. Nunca tuvo un espacio para hacer serigrafías. Las hacía en el tope de una mesa o en cualquier espacio de su taller. Fue el medio que encontró para hacer carteles de las Fiestas Patronales de Loiza. Eso le dio lugar para pintar controlando su espacio y su tiempo, ya que trabaja con calma debido a que el arte para él “es una experiencia espiritual”.

El mismo construyo su casa cuando contrajo matrimonio y ahora todo su hogar es su taller (yo diría taller/galería).  Él se crio entre carpinteros y aprendió el oficio desde joven. Trabaja mucho con jóvenes en su tiempo libre y en su taller. Tiene murales en Filadelfia, en Chicago y la última exposición se llamó: Portales”.  El tablado de Piñones, en el centro cultural es un trabajo en el piso de cerámica hecho por él.

El Hostos College reconoció este año a Doña Evelina Antonetty, una señora que le decían la madre del Bronx y a Samuel le asignaron a hacer una pintura, un Óleo de ella, La misma conmemorando sus 100 años de Dona Evelina.

“Me fascinó y yo casi no hago cosas así, pero ella me fascinó y acepte el reto. Yo hice una pintura documental de ella. Fue una defensora de los derechos de los Boricuas en NY. Estuve en 4 actividades distintas. La Diáspora para mí ha sido auspiciadora de mi trabajo desde el principio de mi carrera. Desde los 80 yo comencé a viajar ya que la diáspora reconoció mis trabajos.

En Japón hay una colección completa permanente de serigrafías de Samuel Lind, en “Kioto, en el museo de antropología.  Está en contacto con personas de Washington, DC que quieren hacer un museo latino y que sus trabajos sean parte del mismo. Después de María el distrito escolar de Washington publicó una serie de publicaciones de libros para las escuelas y el hizo algunas de las ilustraciones para esas publicaciones educativas.

En el 2013 el Monarca Yoruba del estado de Ogun, Nigeria, Adedeji Onagorua, visto Puerto Rico y fue llevado a Loiza.  El manifestó que si venía a Puerto Rico lo único que le interesaba era ver la cultura del pueblo de Loiza (El Nuevo Día, 12 noviembre, 2013). Samuel Lind le regalo una de sus pinturas que llevo con el de regreso a su país. Samuel nos manifestó que tiene coleccionistas de arte africanos que conservan trabajos suyos.

Esculturas de Samuel Lind

Las esculturas que ha trabajado mayormente han sido por contrato. En ellas esta Samuel Lind y su arte reflejado. Su trabajo en esta modalidad incluye una de Rafael Cepeda y su esposa, escultura en honor al manglar, Osain, Santo de la botánica yoruba, botánico africano (escultura que se encuentra en el museo de Caguas, en México y en Estados Unidos) entre otras de sus trabajos. Portales es una exhibición del artista en Filadelfia que recoge parte de su obra. José Ortiz pagan nos señala sobre esta obra (https://tallerpr.org/samuel-lind-portales/)

“Portales es la más reciente amplia exhibición del artista Samuel Lind, de los últimos años. La muestra recopila varias rutas de exploración dentro de la carrera cincuentenaria del artista, al igual que reúne importantes componentes de su obra, algunos de las cuales nunca antes han sido exhibidos en conjunto.

Como parte de la selección curatorial, el trabajo abarca varios temas dentro de la senda espiritual y de sanación del artista, tal y como las tradiciones de las religiones de la diáspora africana, la manifestación de sus raíces loiceñas, pero también, el producto de su imaginación. En su arte, el mangle de Loíza se hace palpable y objetos caseros, amuletos hechos a mano, deidades, y artículos obsequiados, forman parte del universo artístico de Samuel Lind.
La muestra contiene una robusta selección de la obra Seri gráfica que Samuel ha producido en las últimas 5 décadas y que responden a una pluralidad de tradiciones provenientes de Loíza Aldea, Puerto Rico.

Lind es un artista sumamente preocupado y comprometido con conservar, no solo las tradiciones afro-puertorriqueñas, sino también con la preservación del ambiente”.

Samuel Lind Hernández es un Obrero del Arte, un Genio de la creación artística puertorriqueña que no ha sido reconocido como se merece. Artista de excelencia en distintas expresiones artísticas. Dichas expresiones llevan su sentimiento “Loiceño” (Afro/Boricua- Afro/Antillano).  Samuel es un Afrodescendiente orgulloso de su herencia manifestada en sus creaciones artísticas. Reconozcamos a este Obrero del arte como uno de los grandes artistas de nuestro Puerto Rico Actual.

 

 

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