Mirada al País: Agenda diaria para la lucha

 

Especial para CLARIDAD

Dedicada a nuestros luchadores Carlos (Taso) Zenón y Héctor  Rodríguez (Atabal)

Aun sin superar el resultado oficial de las elecciones tanto en Estados Unidos y Puerto Rico, se vislumbran cambios importantes. De prevalecer el Partido Demócrata en la presidencia del imperio, prometen atención especial a su colonia, siempre desde la perspectiva imperialista. ¿Eliminarán la Ley Promesa? ¿Iniciarán un proceso de descolonización del país? Claro que no. El trato puede ser sustancialmente distinto, pero garantizando los poderes e intereses del capital sobre el país. Ello nos demuestra la urgente necesidad de educar y organizar en torno al problema fundamental, la colonia y el sistema capitalista.

El resultado eleccionario de Puerto Rico, sin finalizar aun, nos muestra una mayor indiferencia (consiente o inconsciente) de sectores a las promesas electorales. En quienes votan, observamos un deseo de cambiar a gobernantes lo cual produjo una reducción significativa en los votantes del PNP y PPD y un desplazamiento de votos hacia otras alternativas, obteniendo el PIP un aumento sustancial de votos. Mientras tanto, el MVC y PD, lograron representación en ambos cuerpos legislativos lo que abre la posibilidad de impulsar legislación importante que atienda problemas y necesidades urgentes en el país.

Sobre todo, si la radicación de legislación y su discusión provocan conciencia para cambiar las fuerzas económicas y políticas del país. Recordemos que el referéndum sobre Estadidad, Si o No, demostró los avances del proyecto anexionista en nuestro país.  Lo que queremos reiterar, es que lo fundamental no ha cambiado por el resultado electoral, allá o aquí. Máxime, cuando se elige al abogado de la Junta de Control Fiscal como gobernador.

La agenda de cambio verdadero para el país continua enfatizando en un proyecto educador y organizativo, dando respuesta a cómo opera el capital y la colonia en favor de los grandes intereses. Hay que organizar para tener capacidad de luchar y para construir poder. No pensemos en el 2024, no pensemos en las próximas elecciones. Pensemos en el país que queremos y necesitemos.

La mayoría que no participa en las elecciones y los sectores que votan buscando un cambio necesitan escuchar respuesta a asuntos importantes que la publicidad capitalista  y los medios de comunicación controlan. A manera de ejemplo, decenas de personalidades de la farándula, periodistas y gente común y corriente nos venden la oferta de planes médicos para envejecientes. La oferta de planes medios, que superó los anuncios de los partidos electorales, presenta un país donde aparentemente el dinero cae del cielo. Esconden la necesidad de la gente, en la cual se deja de comprar medicinas para pagar compra, luz, agua o casa. Ese grave problema, los publicistas lo convierten en un concurso de televisión o en una guerra entre periodistas.

No se discute el problema de la salud. No se discute una propuesta, ya radicada como legislación por el PIP, de un seguro universal de salud. En su lugar, los planes médicos “regalan” dinero a los viejos sin atender las necesidades reales de salud. Y sus ganancias siguen creciendo.

Igual ocurre con la vivienda. Miles de millones de dólares disponibles para vivienda y mediante diversos esquemas los gobernantes y el capital los transfieren para la construcción de viviendas inalcanzables para los pobres, otros son acaparados por los bancos, sobreestiman las reparaciones de vivienda sin control alguno, de modo que el dinero asignado se fuga sin resolver el problema. Mientras, las viviendas en las zonas urbanas son abandonadas y desalojadas. No existe un plan coherente para rehabilitar estas zonas y nuestra gente abandona el país.

Si tenemos problemas de salud y vivienda, ¿quién trabaja en el País? Hoy se impone la lucha por un trabajo digno. Se impone el restaurar la vigencia de los convenios colectivos congelados en el sector público. El movimiento sindical del sector público debe definir una ofensiva dirigida a recuperar el terreno perdido. A esto se debe sumar un esfuerzo organizativo en el sector privado, que requiere contestar para qué y por qué es necesario un sindicato. Defender el espacio ganado en el sector privado es urgente ante la ofensiva de los patronos.

Si algo debemos tener claro es que la pandemia está siendo utilizada por el capital para incrementar sus intenciones de transformar el trabajo para lograr sus metas de lucro y ganancias. Trabajo a distancia, migración forzada, reducción de pensiones, mayores recortes a beneficios laborales se impulsan por los patronos. ¿Cuál debe ser la propuesta de la clase trabajadora?

Reiteramos que el movimiento sindical debe unirse en torno a una propuesta que proponga la reducción de jornada de trabajo, sin reducir salario. Este reclamo se fundamenta en la capacidad de producción que unido al uso de la tecnología garantiza mayores ganancias en menor tiempo a las empresas. Es una realidad que según pase el tiempo menos empleos habrá. También los trabajadores serán de mayor edad y pasarán a las filas de jubilados. El reclamo de reducir la jornada, sin reducir salarios, es un reclamo por una vida digna.

Se complementa la lucha por una nueva jornada de trabajo con la exigencia de una Renta Básica Universal, RBU. Por este concepto debemos entender un ingreso monetario que cada ciudadano recibirá de manera permanente e incondicional. Este ingreso debe ser suficiente para vivir, independientemente de cualquier otro ingreso, salario o pensión. No estamos planteando una quimera. La RBU es una propuesta que se discute desde hace muchos años en todas las latitudes del planeta. En Europa se legislan modalidades y se practican proyectos de RBU. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, lo ha respaldado para promover el desarrollo económico y luchar contra la pobreza. Los economistas galardonados con el premio Nobel 2019 lo recomiendan. Esta es la alternativa a ayudas intermitentes o de emergencias como las vividas ante los fenómenos naturales.

Mejorar los salarios e ingresos de la fuerza laboral, junto a una reforma fiscal progresiva para que paguen impuestos quienes más tienen se impone. La deuda es impagable. No podemos aceptar las medidas de austeridad que promueve la Junta de Control Fiscal ni los planes que pretenden imponer. El gasto público tiene que ser asumido por el gobierno para establecer un sistema de salud universal y garantizar una educación excelente en todo el sistema público, desde escuela elemental hasta grados universitarios.

Educar y organizar, dando respuesta y propuestas a asuntos importantes como son Salud, Vivienda, Educación y Trabajo puede ser asumido desde varios frentes. Repetimos lo expresado en anteriores ocasiones. Es hora de análisis y reflexión. Es momento de actuar con visión y desprendimiento. La clase trabajadora es la mayoría del país. No estamos solos en el planeta. La clase obrera a nivel internacional se levanta contra la desigualdad que nos impone el capital. Hagamos lo propio en Puerto Rico. Luchemos por una agenda para el país, para el presente y el futuro.

 

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