Filmes flotantes 4: Extraña forma de vida, Knox Goes Away, The Music of Paul Simon y Volver

En Rojo

Cuando voy en viajes largos, aprovecho de las largas horas para ver parte del repertorio de cine o series que ofrece la aerolínea. Muchas las he visto, pero otras pueden ser producciones españolas o latinoamericanas que nunca llegaron a Puerto Rico ya fuera en Fine Arts o los festivales locales o, como suele suceder ahora con más frecuencia, no pude verlas en salas de cine por residir la mayor parte del tiempo en Vieques. Entre la oferta de cine “clásico” este año, incluyeron Volver, filme de Pedro Almodóvar de 2006, nominada para múltiples premios (incluyendo el Oscar por Mejor Actuación para Penélope Cruz) y ganadora para actoras, director y guionista en Cannes, Premios Europeos y los Goya. Incluyo una versión revisada de mi reseña de 2006 en una sección aparte que titulo “Rescate del pasado”.

Extraña forma de vida/Strange Way of Life

Director y guionista: Pedro Almodóvar; cinematógrafo: José Luis Alcaine; elenco: Ethan Hawke, Pedro Pascal, George Steane

Este es el 2ndo cortometraje de 30 minutos que Almodóvar hace en inglés. El 1ero fue The Human Voice del 2020, basado en un escrito de Jean Cocteau e interpretado maravillosamente por la incomparable Tilda Swinton. Esta vez, escoge a dos actores que se conocen por aceptar papeles desafiantes y hacer maravillas con ellos. Utiliza un trasfondo muy parecido a los spaghetti westerns de Sergio Leone en un lugar casi deshabitado, donde los crímenes quedan enterrados con los muertos, donde el hacedor de ataúdes es el que tiene más negocio y donde la mal llamada justicia es representada por otros personajes que tienen su propia agenda. Jake (Ethan Hawke) es el alguacil que investiga un crimen porque le afecta personalmente. De pronto, se presenta un destello de su pasado cuando era muy joven y dispuesto a tratar la sexualidad sin restricciones. Este es Silva (Pedro Pascal), a quien no ha visto en 25 años, pero a quien tampoco ha olvidado. ¿Qué hacer con ese pasado que toca a su puerta en este pueblo alejado de todo? Joe (George Steane), el hijo de Silva, traerá la duda de sus verdaderas intenciones. Entre un ambiente de extrema violencia, de lealtad familiar, se plantea otra alternativa para el amor.

Knox Goes Away

Director: Michael Keaton; guionista: Gregory Poirier; cinematógrafo: Marshall Adams; elenco: Michael Keaton, James Marsden, Marcia Gay Harden, Al Pacino, Suzy Nakamura, John Hoogennakker, Joanna Kulig.

Confieso que tengo gran admiración por Michael Keaton, un actor que transforma cualquier personaje en un ser humano complejo y muy difícil de descifrar. Filmes como Clean and Sober (1998), Mr. Mom (1983), al igual que las comedias serias como The Paper (1994) y Speechless (1994), son testigo de ello. Por supuesto, Keaton llegó a ser la gran estrella cuando aceptó ser Bruce Wayne/Batman en 1989. De paso, nadie olvida su Beetlejuice de Tim Burton (1988) y dos excelentes propuestas cinematográficas: Spotlight (2015) y la que le valió su 1era nominación al Oscar y toda una serie de premios, el Birdman (2014) de González Iñárritu. No hace tanto volví a ver el 1er y hasta ahora único filme que ha dirigido: The Merry Gentleman de 2008. Y después de quince años, nos llega Knox Goes Away (en Prime) con un protagonista que ejerce la misma profesión de Frank Logan en su anterior filme (asesino a sueldo), pero que en esta ocasión Knox es el protagonista y no Kate Frazier (Kelly Macdonald). Frank se ha alejado de cualquier atadura emocional para poder ejercer su profesión sin poner en peligro a nadie, pero el descubrir que tiene una degeneración mental muy acelerada, lo obliga a “limpiar toda evidencia” antes de que él mismo olvide quién es.

Aunque sin contacto cercano por muchos años, Knox tiene un hijo, Miles, que tiene su propia familia, una ex, Ruby, con quien ya la discordia se ha puesto a un lado y un amigo de hace años, Xavier Crane (un delicioso Al Pacino) en quien confía para distribuir su dinero a las únicas tres personas que valora en su vida. Keaton, el director, no intenta desarrollar historias con principios y finales. Al igual que en su anterior filme, abona unas semillas que dan algún conocimiento a los personajes, pero al igual que la memoria de Knox, es selectiva, lo suficiente para conocer algo de los personajes que le rodean, pero sin ningún efecto a largo alcance. Es un filme muy hermoso por la riqueza de lo que insinúa y de prepararse y aceptar lo que ese futuro troncado le ha destinado. La pareja de detectives que investiga a Knox es el reloj de una realidad difícil de descifrar.

 

In Restless Dreams: The Music of Paul Simon

Director: Alex Gibney; cinematógrafo: Benjamin Bloodwell

Para lxs que admiramos el caudal de composiciones e interpretaciones de Paul Simon y Art Garfunkel, este documental de tres horas y media, dividido en dos partes, es una celebración de una época que se extendió por múltiples años y que sigue enriqueciéndose con las nuevas composiciones de Simon. Es tanto una historia de uno de los dúos mejor cotizados en la música global, como el proceso de composición de Simon, desde el más mínimo detalle. Simon es el narrador y comentarista y no evade las noticias de su alejamiento de Garfunkel, su relación con Carrie Fisher, su inmersión en la música y estilo de vida en Londres, la mudanza de su estudio a Dallas, Texas y, por supuesto, su grabación más reciente, “Seven Psalms”. Es una carrera de 60 años y, aquí tenemos la oportunidad de escuchar desde sus primeras baladas, su círculo familiar que alentaba su deseo de componer y cantar (aunque la madre de Simon le dice, muy sinceramente, que el de la voz es Artie), pero sin dejar a un lado estudios formales universitarios. En su estudio, durante las grabaciones, vemos el perfeccionismo que exige Simon y tampoco elude el hecho que ha perdido gran parte de su audición en uno de sus oídos, que se convierte para este artista de casi 82 años en otro desafío en su vida.

Rescate del pasado (2006):

Volver

Director y guionista:Pedro Almodóvar; cinematógrafo: José Luis Alcaine; elenco: Penélope Cruz, Carmen Maura, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Yohana Cobo, Chus Lampreave, Antonio de la Torre.

¿Y si pudiéramos revivir a esa madre muerta que tantos vacíos dejó, a la que nunca pudimos decirle suficientemente cuánto la amábamos? Es este eslabón el que explora Almodóvar en esta historia sencilla, pero de emociones muy profundas y, aunque conflictivas, llenas de un amor que nos sirve de bálsamo ante la violencia, destrucción e inhumanidad que nos rodea.

Lo primero que hace la historia es eliminar las fronteras reales e imaginarias entre la vida y la muerte. Como tantos cantos jondos, tangos y boleros nos cuentan, vivir es morir y por eso podemos morir en vida y seguir viviendo después de la muerte gracias al amor y los recuerdos de lxs que nos quieren bien. Por eso el tango “Volver” de Gardel y Le Pera con su regreso, olvido y veinte años no es nada se convierte fácilmente en un flamenco en la que pudo ser la voz de Raimunda (Penélope Cruz). Ese comienzo tan metafórico (como son todos los comienzos de los filmes de Almodóvar) de mujeres de diferentes edades limpiando las tumbas de un cementerio de pueblo chico, reúne los principales elementos de la historia: mujeres en busca de las madres perdidas; mujeres ayudándose entre sí; mujeres unidas por la pena, el dolor y la vida compartida.

Mientras Raimunda limpia la tumba de su madre Irene–quien supuestamente murió calcinada y abrazada al padre que tanto amaba—se preocupa por la salud de su tía Paula quien aparentemente vive sola, y trabaja largas horas para sostener a su hija adolescente y a su marido convenientemente desocupado. Su hermana Soles, por su parte, prefiere alejarse de cualquiera que le recuerde la muerte. Por otro lado, Agustina, la vecina que cuida de su futura tumba, vela por la tía Paula, pelea con su hermana, personalidad de la TV, y no quiere morir sin saber qué le sucedió a su madre quien se marchó un día sin mirar atrás.

En este filme reinan las mujeres y por eso los diálogos son tan ricos, las emociones tan bien expresadas, y las mujeres se sienten y resienten, se atraen y repelen, pero hablan ese lenguaje que abraza y abrasa, donde se va del llanto a la risa en par de segundos. Los problemas y dificultades parecen sembradas por maridos y padres; las mujeres los resuelven con violencia, pero con espacio para sanar heridas sin tener que revivir la pena causada por los que nunca pensaron en su bienestar. Ahí siguen en pie la tía Paula, Irene, Agustina, Raimunda, Soles y la chica Paula interpretadas por unas actoras maravillosas: la Chú, la Maura, la Portillo, la Penélope, la Dueñas y la Cobo.

 

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