La ñapa del En Rojo: Luma, el Ajuste y otras calamidades del artista Kike Estrada

 

A menudo los/as caricaturistas y artistas gráficos son personas un tanto ajenas al quehacer público. Mas bien sus creaciones hablan por ellas y ellos. Pocos saben quiénes son o cómo en realidad piensan las personas detrás de esas figuraciones de la realidad que le llamamos simplemente caricaturas. Quizás es porque sus caricaturas y dibujos son su vehículo por excelencia para dar a conocer sus visiones, sus inquietudes o sus inconformidades de una manera muy peculiar. Sus creaciones -hasta cierto punto- es como si cobraran vida propia mientras que sus autores/as quedan atrapados/as en el anonimato. Y Enrique (Kike) Estrada no se escapa de esa realidad. Aunque sus representaciones gráficas recorren el mundo a través de su portal PlanetaKike.com u otros medios, pocos relativamente saben del personaje que da vida a tantas estampas caricaturescas que nos mueven a pensar y reflexionar sobre lo que pasa en Puerto Rico y en el mundo. Ya sea el tema de LUMA o de Afganistán el ojo crítico insasiable de Kike está siempre atento a sutilezas que luego plasma en dibujos que nos sirven para entender realidades no expresadas por los grandes medios. Los que lo conocemos sabemos cómo piensa sobre su país y acerca de muchos temas globales como la deforestación o el Calentamiento Global que son algunos de los temas a los que suele visitar con cierta frecuencia.

El trabajo de Kike Estrada -parafraseando lo que escribió Neruda-: “nos confiesa que ha vivido” y que en este momento ha alcanzado un balance entre el joven iconoclasta de siempre con la madurez que viene con el inexorable paso del tiempo. Su trayectoria acumula un caudal de experiencias y vivencias políticas producto de una prolongada y activa carrera que se plasma como marca registrada en cada uno de sus dibujos. Kike ha sido un luchador de toda la vida que ha enfrentado y sorteado muchos retos en su vida cual mítico David luchando contra Goliat.

Él es un artista de un compromiso inquebrantable por la independencia de Puerto Rico y por cualquier causa noble y justa que pueda existir. El trabajo artístico de Kike siempre ha estado del lado correcto de la historia y de la humanidad. Todas y todos sabemos lo sacrificado que es eso. En la esencia de su personalidad no existe “el such is life”. Sabemos que la militancia y la lucha política han sido grandes forjadoras de su carácter y de su personalidad vívida que destila una felicidad y alegría muy especial a pesar de los infortunios. Y cuando hablo de felicidad y alegría hablo de aquellas que el dinero y lo material no encuentran con facilidad.

Debo reconocer que todavía no salgo del asombro y la emoción de cuando me llamó (así como es él, directo al grano) y me preguntó que si podía presentar esta singular exposición. Confieso que me tomó por sorpresa y me retó porque soy tan solo un diletante que disfruta de la magia del arte pero nada ni cercano a lo que llaman los franceses un “conoisseur” de estos asuntos. No obstante, era muy difícil decirle que no a Kike y acepté con entusiasmo y gratitud la encomienda que más bien para mi es un enorme privilegio.

Tengo el honor de conocer a Kike desde hace mucho tiempo. Me parece que la primera vez que lo vi fue en algún momento del año 1981, de lo que hace ya 40 años. Sucede que para esos tiempos había ido a la secretaría del Partido Socialista Puertorriqueño (PSP) allí en los altos de CLARIDAD en la parada 26 1/2 de Santurce. Fui a buscar información para un trabajo de investigación para la clase de Historia de Puerto Rico que tomaba en la escuela superior Albert Einstein de Barrio Obrero. Todavía era apenas imberbe (creo que eso nunca cambió mucho) escolar de 15 años cuando me encuentro con Doña Lolita Aulet que como siempre muy atenta y amable no solo hizo su trabajo de conseguirme los documentos requeridos sino que con su dulzura habitual intentó reclutarme para el PSP, y lo logró. Me engatusó para que asistiera a una reunión de la Juventud Socialista del PSP que se llevó a cabo en su local de entonces en la avenida Eduardo Conde en Villa Palmeras. Curioso me di cita en la mencionada reunión y al llegar y enfrentar la numerosa audiencia la timidez me inmovilizó. Aquel local estaba repleto de jóvenes que me aventajaban bastante en edad. En su inmensa mayoría eran universitarios hablando a un nivel intelectual que me dejaba absorto y perplejo. Las compañeras y compañeros fueron muy amables conmigo y me dieron la bienvenida. Sin embargo, hubo uno en el grupo que notó que yo estaba bastante “asorao” y se me acercó y me habló afablemente un rato. Ese compañero no sé si sabe lo importante y definitivo que fue esa noble acción para mí pero esta noche se lo quiero decir. Ese fue Kike Estada -algunas libras menos- pero prácticamente el mismo rostro afable y simpático de hoy día. Kike consiguió darme algo de confianza y me hice miembro entonces de la juventud socialista. De esa manera tal y como dice la canción de Rafa Sánchez del grupo español “La Unión”:fue militando que aprendí a hacerme oir la voz”. La militancia política encausó mi vida y le dio propósito. De otra manera quizás hubiera sido un fracasado baloncelista. En una de sus canciones más emblemáticas para mí el cantautor Silvio Rodríguez entona “yo soy como soy y a todo el mundo le pedí prestado”. ¡Y han sido tantos y a tantas a quienes he tenido la dicha de perdirles prestado…!

En esta ocasión aprovecho para agradecer a Kike Estrada por aquel natural y desprendido acto de solidaridad para un adolescente que tal Quijote soñaba con enfrentarse a los molinos de injusticias que tanto abundan y que hoy se multiplican.

Décadas más tarde el azar me llevó a encarar la perversa injusticia en carne propia. Dicen que los amigos y las amigas se conocen cuando llegan las vicisitudes y puedo afirmar que así mismo es. Kike tarareando a Silvio y a Roy Brown dijo desde su arte:

“Si tengo un hermano por él en el fuego pongo mis manos”. De ese modo, Kike salió a defender mi honra maliciosamente mancillada. Gracias a Kike en particular y a tantos hermanos y hermanas en general que me acompañaron en ese camino tortuoso. Por esa nobleza es que puedo afirmar que dentro de este genial artista hay un alma grande, bondadosa y solidaria.

Kike Estrada -como él mismo dice- nació boricua en la ciudad de Nueva York en 1958 y se dice que siempre quiso ser artista gráfico y caricaturista para lo cual ciertamente cuenta con un don increíble. Su arte y su intelecto se depuraron en un primer piso formativo en la desaparecida escuela Madame Luchetti de Santurce, que era la más importante y renombrada escuela pública con énfasis en artes plásticas del país en la durante gran parte del siglo 20. Luego Kike fue estudiante de la Escuela de Artes Plásticas (que entonces era parte del Instituto de Cultura Puertorriqueña) y más tarde del Massachusetts College of Arts en Boston.

Kike es un artista crítico e irreverente que colabora donde quiera que haya una causa noble o una injustica. Desde hace décadas ha sido colaborador del semanario CLARIDAD tanto en su montaje gráfico como con sus inconfundibles caricaturas. Es autor de dos libros muy valiosos titulados sugestivamente “Garabatos del planeta” y “Pequeño manual ilustrado para el político corrupto”. Podemos anticipar que vendrán pronto otros tantos libros. Sus caricaturas son publicadas frecuentemente en prestigiosas revistas internacionales como el portal de alcance iberoamericano Rebelión (www. rebelión.org), donde es un consistente colaborador.

El filósofo español Fernando Savater escribió en una ocasión que cuando uno hace lo que le gusta en realidad no trabaja porque trabajar es hacer lo que a uno no le gusta. Kike hace lo que le gusta y quizás es por eso es que es un creador incansable.

Esta exposición que se devela aquí en Casa Aboy de Miramar fue concebida y creada

-aunque les parezca increíble- en una semana tal y como lo determinó la manera indignante en que se fueron configurando los consensos de los grandes intereses para aprobar el proyecto PC 1003. En una reunión nos pusimos absortos a pensar sobre lo que sucedía y la maestría y la experiencia de Kike, Manolo Coss, Peri Coss, Sandra Cruz y la juvenil Nahmyr le fueron dando carácter a cómo desde VAMOS podíamos hacer una expresión pública contundente sobre lo que había venido pasando con el Plan de Ajuste de la Deuda y sus secuelas. Luego surge la idea extraordinaria de juntar las caricaturas que Kike prolíficamente viene creando para expresar cosas que incluso con palabras resultan muy difícil de articular. Así, gracias a la incansable labor de nuestra compañera Sandra Cruz y de un impetuoso colectivo, surge esta muestra de Kike Estrada, la cual esperamos que se convierta en una exposición visitada por muchas personas pero también que pueda ser llevada a otros lugares de Puerto Rico menos accesibles y por supuesto también a las principales ciudades de la diáspora boricua.

Vivimos un momento muy complicado no solo para Puerto Rico sino en el mundo entero. Es un momento en el cual no es sencillo saber qué es la verdad ni qué es la mentira. A veces pienso que aquella cita famosa de Malcolm X a manera de advertencia cobra cada día mayor vigencia que nunca. Malcolm de manera preclara dijo en una ocasión y cito: “Si no estamos prevenidos ante los medios de comunicación nos harán amar al opresor y odiar al oprimido”.

Los fake news y la posverdad se han convertido en una poderosa herramienta de manipulación política y social de gran envergadura y lo peor es que -tal y como afirma el filósofo (sur)coreano Bjung Chul Han- muchas de esas manipulaciones están ocurriendo incluso con nuestro propio consentimiento. Nadie está exento, todas y todos somos vulnerables. Por eso pienso que una de las más emblemáticas caricaturas de Kike en esta muestra (en realidad es una de mis favoritas) es la que ilustra al flautista de Hamelin llevando adormecida a su clase política y al país hacia donde quieren los que nunca pierden dinero.

Tenemos que entender que el proyecto neoliberal ya nos es tan solo un paquete de medidas para bajar los impuestos a las grandes corporaciones e imponer austeridad social en un Estado achicado. El neoliberalismo es una ideología perversa que ha evolucionado muy rápidamente y que abarca todos los ordenes de la vida dentro del sistema capitalista. Se manifiesta contra el gasto social, contra la salud, contra la educación universitaria con particular saña y contra el ambiente y la naturaleza. Hoy el neoliberalismo amenaza la democracia, se disfraza hábilmente de progresista a su conveniencia ante su incapacidad de atraer votos en su narrativa convencional. Pero ante todo ya no ve frontera alguna en su afán insaciable de mercantilizarlo todo, incluso la naturaleza.

El trabajo creativo que Kike Estrada ha realizado con sus caricaturas en los últimos años se ha convertido en una poderosa arma política. Posiblemente de las más eficaces denunciando el neoliberalismo en nuestro país y su estrecho entrelazamiento con las clases políticas que ejercen el poder. Las caricaturas de Kike son un antídoto contra las narrativas falaces y las manipulaciones colectivas. En realidad, todas estas caricaturas que nos presenta Kike en esta colectiva constituyen posiblemente la más diáfana y sencilla lectura socio-política de nuestra realidad contemporánea sin tener que recurrir a complejas disquisiciones intelectuales.

Las caricaturas de Kike expresan nuestras luchas, frustraciones y situaciones cotidianas que se mueven a través de la sociología, la antropología, la economía, la política y la psicología social con un humor fabuloso. En sus gráfica Kike usa con sabiduría una dosis ocasional de sarcasmo e ironía que entrelaza  adecuadamente entre sus imágenes para estimular el asombro y la toma de conciencia de la burda y patética realidad que nos afecta como país en esta época.

En esta muestra veremos como Kike aborda con asombroso ingenio la absurda privatización de la AEE y la trágica aparición en escena de LUMA en nuestro panorama o  como denuncia las verdades subyacentes en el proceso de ajuste de la deuda. Vemos también como Kike nos educa y nos concientiza sobre la violencia de género, sobre el racismo, el elitismo rampante y la creciente pobreza en Puerto Rico, especialmente en lo que respecta a los/as jubilados del gobierno. Sus caricaturas captan con ojo clínico el sufrimiento de todas y todos sin que el Estado (que languidece) pueda poner final a una espiral de incapacidades que buscan minar nuestra confianza en la viabilidad y el progreso de nuestra sociedad. Pero como si fuera poco, Kike nos expone a la intención visceral del neoliberalismo de aniquilar el sindicalismo destruyendo su esencia así como el valor social y el significado de la Universidad de Puerto Rico estrangulando su presupuesto. Una gran parte de las caricaturas de Kike también abordan -desde diferentes ángulos- cómo el credo neoliberal se va imponiendo haciéndonos asumir por diseño que la administración pública no sirve y por tanto la privatización de todo es la salida. Pero también están las caricaturas que estimulan al país a no rendirse, a mantenerse en lucha, a resistir y a organizarse con ánimo contra estos males.

En general, las caricaturas de Kike son un trabajo político de avanzada. Son un vehículo idóneo para hacernos conscientes de la realidad elusiva en que vivimos. En gran medida al ver la obra de Kike en su dimensión me evocan la calidad e importancia de los trabajos del gran caricaturista mexicano Humberto del Río García, simplemente conocido como Rius, fenecido en 2017 y que se hizo archifamoso con su libro “Marx Para Principiantes”. Bajo esa misma fórmula ganadora que luego convirtió en éxito una multiplicidad de otros textos con sus dibujos y caricaturas que se vendieron por todo el hemisferio.

En estos momentos de tanta elusividad, liquidez (en su acepción sociológica) y manejo de mentiras me parece que las caricaturas y dibujos de Kike se convierten en una herramienta indispensable para entender cómo y porque nos están dividiendo cada vez más. Es que el proyecto neoliberal es promotor del divisionismo entre las fuerzas sociales. Al examinar esta exquisita muestra salta a nuestra vista que todos los problemas que ilustra Kike en su obra tienen sin duda una raíz común y, por tanto, tenemos que enfrentarlos de una manera articulada y unida. La obra gráfica de Kike es también una invitación a la unidad de propósitos.

Me parece que los esfuerzos desde todos los confines de la lucha socio-política en Puerto Rico deben estar dirigidos a unidad contra el colonialismo y el neoliberalismo. Ambos les están acertando golpes muy duros al Pueblo de Puerto Rico y basta con examinar esta gran exposición del Maestro Kike Estrada para darnos cuenta fehacientemente de lo que acabo de afirmar. Kike les declaró la guerra hace rato.

Por último, no puedo cerrar mi presentación sin destacar algo también muy importante. Kike por su notable capacidad artística y su fabuloso ingenio, por su trayectoria incólume, vertical y comprometida podemos decir que es nuestro caricaturista nacional o dicho quizás de otra manera: Kike es el decano de la caricatura en Puerto Rico. Y debo añadir además, que la maestría de Kike al dibujar y crear imágenes está al mismo nivel de los grandes caricaturistas de América Latina y el Caribe, región con grandes tradiciones de crítica social a través de la caricatura y gráfica en general. Así pues, con esta exposición no solo estamos creando conciencia de nuestro cuadro de situación sociopolítica a través de las figuraciones artísticas de Kike Estrada, sino que es momento de reconocer su trabajo, su trayectoria y su valiente contribución a Puerto Rico. Gracias por mostrarnos que el compromiso con las causas justas es siempre valioso y nunca pasa de moda. Enhorabuena Kike y vaya un fuerte abrazo y un aplauso de todas y todos los aquí presentes.

Presentación en la apertura de la exhibición el 1ro. de noviembre en Casa Aboy.

 

 

 

 

 

 

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