CLARIDAD
A la luz de lo confirmado por el propio por Cuerpo Militar de Estados Unidos —según divulgó el periódico El Vocero— de que el U.S. Marines y marineros de la 22.ª unidad expedicionaria de Infantería de Marina (22nd MEU) comenzaron «entrenamientos anfibios y operaciones de vuelo al sur de Puerto Rico», no es descabellado pensar que las declaraciones de hace unos días del secretario de Departamento de Seguridad Pública (DSP) de Puerto Rico, Arturo Garffer Croly, de que no descartaba la posibilidad de que se reactivaran las bases militares en Puerto Rico, hayan sido para preparar el camino.
Hace apenas una semana que Garffer Croly, quien también fue General en Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de la OTAN, declaró que ante la tensión entre Estados Unidos y Venezuela y la presencia de Rusia y China en la región del Caribe, no descartaba la posibilidad y necesidad de reactivar las bases militares en Puerto Rico como Roosevelt Roads, en Ceiba, las islas municipios de Vieques y Culebra y el aeropuerto de Aguadilla.
Por su parte, la nueva presidenta del partido Proyecto Dignidad (PD) Nilda Pérez Martínez, en entrevista en el noticiero del Canal 11 también se expresó a favor de una reactivación militar en el país, con los mismos argumentos.
Mientras, varias organizaciones políticas y de derechos humanos denunciaron esta posibilidad como un retroceso histórico de una mente colonial y un intento desesperado de parte de los anexionistas por detener el avance de la soberanía de Puerto Rico.
Uno de los primeros en repudiar la propuesta de Garffer Croly fue el senador por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), licenciado Adrián González Costa: “Solo en una mente colonial se le ocurre volver a ofrecer a Puerto Rico como un punto estratégico. El director de Seguridad Pública de Puerto Rico promueve que Puerto Rico se convierta nuevamente en bastión militar de Estados Unidos. Solamente en una mente colonial cabe la posibilidad de ofrecer a Puerto Rico como punto estratégico para bases militares de otro país”, declaró en el hemiciclo del Senado.
El senador del PIP argumentó que Puerto Rico no tiene conflicto con ningún país en el mundo; sin embargo, el coronel Garffer acaba de poner en sobre aviso a los enemigos de EE. UU. de que hay un nuevo blanco de ataque, es decir, Puerto Rico. Comparó que los estados de la unión no promueven que sus territorios se conviertan en bastión militar y que el gobierno de EE. UU. no puede intervenir en un estado de la unión como pudieran intervenir en Puerto Rico, por nosotros ser una colonia, y “promover que se convierta en un punto estratégico militar del país que sea. Es legitimar el colonialismo, sea con quien sea. Es Estados Unidos someter a los y las puertorriqueños a una nueva situación que no existía: ser blanco de un país extranjero enemigo de Estados Unidos”.
González Costa recalcó que la reactivación de bases militares en el país es aumentar la posibilidad de que nunca dejemos de ser colonia. “Estamos ofreciéndonos como blanco de ataque en el centro del Caribe. Basta ya, eso es una ofensa al pueblo de Puerto Rico, incluyendo a los estadistas. Solo unas mentes colonizadas ofrecerían a Puerto Rico como bastión militar y punto de ataque en el Caribe”.
Mientras, el Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico igual repudió la propuesta del secretario del Departamento de Seguridad Pública con eco en la presidenta del Proyecto Dignidad.
“El Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico se une al llamado urgente a derrotar la violencia, las violaciones a las soberanías de los pueblos hermanos y a llevar a nuestra juventud un futuro más prometedor que ser carne de cañón de los intereses financieros que defiende el ejército de los Estados Unidos en nuestra región”, expresó en comunicado de prensa.
“Le proponen al país remilitarizar los terrenos ya invadidos por las fuerzas del ejército para que seamos blanco fácil de los enemigos que constantemente se buscan los Estados Unidos por su ambición y glotonería de imperio en decadencia”, sostuvo el licenciado Kevin Miguel Rivera, portavoz del Comité.
El activista por los Derechos Humanos denunció que el ejército de EE. UU. promueve el genocidio en Gaza, el golpe y la crisis de refugiados en Siria y Libia, invisibiliza el terrible conflicto de Sudán y amenaza con quedarse con las riquezas naturales de Ucrania y Venezuela: “Ese es el que quieren seguir sembrando en esta tierra caribeña. Basta ya.”
Reclamó que nuestra juventud y el país se merecen mucho más que la alternativa militar para salir de la pobreza y crecer. “Ya hemos entregado muchas vidas, la salud física y emocional de generaciones completas, ya han experimentado demasiado con nuestras tierras y nuestros cuerpos. Si eso es lo más que le pueden ofrecer estos funcionarios al país, que se quiten. Y si lo hacen como ofrenda a la metrópolis que nos coloniza, que se abochornen, al menos. Rechacemos la alternativa de seguir ofreciendo nuestra tierra y las vidas de nuestra ciudadanía al servicio de los intereses ajenos y objetarla, mucho más cuando se pretende usar para atacar a un pueblo hermano latinoamericano”.
Por su parte, el grupo Plan B- Independencia fue otro de los que censuró la propuesta. “La conversión nuevamente de Puerto Rico en fortaleza militar estratégica del imperialismo estadounidense surge ahora como la carta de los estadistas ante la crisis del régimen colonial y el colapso de la estadidad como opción descolonizadora, especialmente tras la negativa del presidente, Donald Trump, a respaldarla. Pretender resucitar la militarización, incluso con el apoyo de think tanks como la Heritage Foundation, es una maniobra para cerrar el paso a la independencia”, declaró el grupo en comunicado de prensa.
Plan B trajo a la atención que el éxito de la Marcha por la Independencia celebrada el domingo, 31 de agosto de 2025, donde miles de independentistas se lanzaron a las calles, ratifica el repudio del pueblo tanto a la remilitarización como al coloniaje.
“Remilitarizar a Puerto Rico es insistir en atarnos a un modelo de subordinación colonial, cuando lo que necesitamos es pensar en una seguridad centrada en el bienestar humano. La seguridad de un pueblo no se mide en portaviones ni en bombarderos, sino en escuelas, hospitales y justicia social”, puntualizó el Dr. Carlos Rivera Lugo, filósofo y analista político de Plan B Independencia.
Además Plan B calificó de inaceptable el que un funcionario de gobierno civil como Garffer, con historial de mando militar en la OTAN y operaciones bélicas, hable como si Puerto Rico fuera una base avanzada del Pentágono. “Sus expresiones carecen de autoridad legal y moral y contradicen el espíritu democrático que debe prevalecer en la administración pública. Puerto Rico no puede ser reducido a una pieza en el tablero militar de Estados Unidos”. En esa línea, indicaron que la Gobernadora tiene el deber de desautorizar de inmediato las declaraciones de Garffer, ya que guardar silencio equivaldría a legitimar una agenda contraria a los intereses de nuestro pueblo y a la paz en la región.
Reacciona la Gobernadora
A horas de las declaraciones de Garffer y a preguntas de la Prensa, la gobernadora, Jenniffer González, rechazó que haya habido alguna conversación o solicitud para que Puerto Rico vuelva a abrir ninguna instalación militar y dijo no respaldar la actividad militar ni en Vieques ni en Culebra, de ninguna índole.



