Cabaré, futura y porvenir entre cuerpas, pájaras y muñecas

Especial para en Rojo

Llegó la futura y la futura es trans, es no binaria, es negra, es femenina, es gorda, va en silla de ruedas, es sorda, es muda, es inmigrante, es empática y justa.

Si no estás preparada para que el futuro sea así o te encierras en tu cuarto a inundarte con tu propio veneno, o te unes a nuestro movimiento de amor y justicia para todes.

María José, La futura (22 de julio de 2019)

 

Cuando me topé con las fotos de “Muñeca” en Times Square el corazón me dio un salto de alegría e incredulidad. Entre Broadway y la Séptima Avenida de la ciudad de Nueva York estaban las imágenes de Villano Antillano y de Ana Macho, de nuestras divas boris cuir/trans en un billboard. El cierre del Pride 2021 se vestía con chicas no normales, con muñecas dispuestas a retar todas las normativas heterosexuales. La meca histórica de la exposición mediática las acogía para promocionar YouTube Music, cantando un trap, del Caribe pa’ la munda, en boca de mariconas coloniales y en español. Una belleza, una sorpresa… Refraseando a María José pensé que “La futura” había llegado y que el presente no es blanco, mas sí es cuir y trans.

El encierro de marzo del 2020 nos pilló justo saliendo de la enorme fiesta académica, activista y artística que se conoce como Coloquio ¿Del Otro Lao?, del octavo para más señas. Habían sido tres días de alegría, de reflexión, de compromiso y de duelo por el asesinato de Alexa, en los que nos entregamos a los abrazos, a los besos, a las sonrisas y a los amores otros. La irrupción de la fuerza política de las cuerpas cuir se sintió poderosa del 3 al 5 de marzo en Mayagüez. La verdad es que andábamos envalentonades desde que nos deshicimos del canalla con un perreo combativo en las escalinatas de la Catedral de San Juan. Asimismo, llegamos a la explanada del Capitolio aquel 8 de marzo, ampliando la categoría mujeres y añadiendo reivindicaciones que reconocían el trabajo sexual como trabajo en el Slutwalk transfeminista.

Durante el Coloquio, que coincidió con el lanzamiento del YHLQMDLG de Bad Bunny, “Safaera” y “Yo Perreo sola” se citaba, se discutía o se perreaba en cada esquina, en y entre los edificios Celis y Chardón del RUM. Aquella euforia personal y política que dio ocasión para tantas cosas, incluido el amor, se transmutó en fronteras cerradas y cuerpas (dizque) enclaustradas (se supone que) en todo el orbe. Parecía que el mundo y el vivir conocido hasta aquel momento se desvanecía y nuestras cuerpas cuir, coloniales, racializadas y precarizadas corrían el riesgo de resultar nuevamente borradas por la normalización de la cotidianidad tele real. Se trataba de vivir con distanciamientos y camaritas, sustrayéndonos de la presencialidad.

Y yo que desde el Coloquio quedé tocada por un cabaré, recuerdo necesitar una fiesta de carne y hueso, tanto como respirar. Me tuve que conformar con la añoranza del burlesque y transigir su virtualidad temporal esperando aterrizar en la piel. Supongo que eso marcó mi desconcierto ante las medidas para sobrevivir la pandemia y conciliar mis añoranzas y temores ante la nueva realidad. Con algo de culpa pensaba que mientras nosotras conmemorábamos el 8M, de muy cerca desembarcaba la turista italiana considerada entonces como la paciente 0 del coronavirus en Puerto Rico. Admito que fueron días en que me preguntaba, con preocupación, sobre por el destino de la fuerza política de lo cuir y lo trans en el encierro. Pero muy pronto empecé a recibir felices noticias, las de mi equivocación. Lo que pensé como desventaja se convirtió en determinación política. Es más, podríamos hablar de una explosión cuir en el PfknR pandémico. Veamos.

El video oficial de “Yo perreo sola” de Bad Bunny, con el Conejo en drag, daba continuidad a lo que había comenzado con las representaciones visuales de sus temas “Solo de mí” y “Caro” para denunciar la violencia machista y visibilizar su apoyo a los grupos LGBTTIQP+, con la voz de Ricky incluida. Sin embargo, el video de “Yo perreo sola” fue más allá. Si el lanzamiento del segundo álbum, desde el Show de Jimmy Fallon, ya incluía un Bunny en faldas aclarando al gran público que Alexa era una chica trans, se quedó corto al comprarse con en el video en cuestión. En él, el artista demostró un excelente ejercicio de travestismo y apoyo a lo trans. Y eso fue lo primero que nos llegó en el encierro.

Más posibilidades políticas de lo cuir durante la pandemia quedaron demostradas en el video de “El castigador” de Rita Indiana, dirigido por Noelia Quintero Herencia y lanzado en abril de 2020. El sencillo de 2017, declarándole la guerra a los políticos corruptos, encontró ocasión de ir más allá durante ese periodo. No hizo nada más que comenzar el encierro y en Puerto Rico ya se destapaba un mayúsculo escándalo de corrupción gubernamental. Medrando por la epidemia pretendieron adquirir pruebas de detección de coronavirus a sobreprecio y a empresas de dudoso origen y reputación. Resulta evidente que el lado normativo de la vida boricua es consistente en su decadencia, estancamiento y pillería.

Suerte que la fuerza de la empatía, del amor y la necesidad de ser para retar las normas, nos propone otras posibilidades. Las convocatorias para los Slutzine circularon pronto por las redes sociales, materializándose en mayo y junio. Los foros para discutir el trabajo sexual también aparecieron prontamente. La preocupación por los devastadores efectos económicos de la pandemia, se transformó en campañas de apoyo para lxs putxs. En ese marco, el lente de Gabriella Báez captaba para The Nation las historias de vida de algunes durante los primeros meses del encierro, al publicar “Puerto Rico’s Sex Workers Are Struggling to Survive” en mayo. Algún tiempo después se publicaban los artículos de Alejandra Rosa en Todas y 80grados, trayendo a colación el “Fotoensayo de una migración cuir puertoriqueña en Francia” y “Khyo Léone: Transito, sustento y cabaret” la discusión sobre migración, trabajo sexual, arte y supervivencia cuir en Europa.

El Coloquio ¿Del otro Lao? fue reimaginado por la propia Alejandra Rosa, trayendo el activismo, el arte y la academia sobre paterías radicales a nuestra atención en agosto de 2020. Toda esa vuelta daba Ale después de escribirle al pastor de la iglesia de su niñez, para soltar el daño provocado por quien le hizo sentir rotx. En la “Carta abierta…” también publicada en 80grados tuvo como destinatarios a todos los pastores y líderes religiosos que a diario nos violentan.

Durante ese verano, sumergidas en la incertidumbre, el desconcierto, la rareza y mientras nos uníamos a la indignación que provocó el vil asesinato de George Floyd, nuestrxs exponentes cuir se entregaban a la creatividad musical.

Nuevamente es Rita Indiana quien a inicios de septiembre nos sorprende con Mandinga Times. Se trató de una producción sonora pero con gran importancia audiovisual. El genio musical de La Montra combinado con el de Eduardo Cabra y en colaboración con Noelia Quintero Herencia en el concepto y los visuales, nos propuso el After School como lanzamiento del disco. Se trata de 13 minutos y tres canciones, filmados en el Taller Comunidad La Goyco, en Santurce. Con la puesta en escena de “Pa Ayotzinapa”, “The Heist” y “Mandinga Times” se sugirieron renovadas narrativas históricas. La empatía, la solidaridad, la lucha y la revolución conforman un entramado musical y visual marcado por reparaciones y amorosos reclamos de justicia.

En noviembre 11 de 2020, Alegría Rampante completaba lo que inició el 12 de agosto en su concierto virtual en la respuesta. Esa puesta en escena híper cuir de Alegría, acompañado por un teclado, desembocó en Palomas de Poliéster. Se trata de 6 temas, en su mayoría conocidos, que grabados con Jorge “Bebo” Rivera al piano, adquieren nuevas sonoridades y significaciones. Estos son “La iguana en la ventana”, “Diva”, “Un cuarto más pequeño”, “Farifo” y “El recipiente”.

Más recientemente, Mima se dejó sentir fuerte con “El arca de Mima”. Justo en este verano nos hizo recordar tanto de lo perdido. Sorprendió con sonidos tan atados a la “música típica/jíbara puertorriqueña”. Al son de cuatro, guitarra, maraca y güiro, nos recuerda lo que tuvimos, de eso que se tiene porque es vida, no mercancía. La metáfora son frutas, alimento, sustento abundante alguna vez y perdido por las violentas rutas del capitalismo colonial. “Esta es la triste historia de los frutos de mi país/ algún día crecerá otra cosa” afirma Mima para cerrar la canción.

Y no podríamos dejar de recordar la aparición del Conejo Malo con Las Atípicas en los Latin Grammy 2020. Esa versión de “Si veo a tu mamá” supone otro momento increíble de lo boricua para el mainstream pandémico.

Sin embargo, los capítulos más radicales de la historia de la escalada trans/cuir en la representación mediática de la pandemia todavía está pendiente.

Temprano en noviembre de 2020 apareció María José con su ¨Casablanca¨ para decirle alto, fuerte y claro al gobierno imperial que no lo queremos más, que solas nos podemos gobernar. Para decirle al machito que “tiemblas tembleque” y que “si no estás listo vete”. Esto es de nosotras… “que nos gobiernen las negras” porque “llegó la era que esperan/nuestras ancestras celebran/Sin taparrabo y cadenas”. “Hartas de malas noticias/No más violencia racista”. Así que “La diva transfeminista” manda pal carajo a la Junta como “mujer desnuda peluda/Ba-babillosa barbuda”.

Así ¨Casablanca¨ se hacía eco de Bairópolis. En octubre, cuando ya estábamos puestas para el combate cuir contra la(s) colonialidad(es), Ana Macho lanzó su EP. Mandar pal’ carajo la Junta , distanciarse del gobierno norteamericano, y de los norteamericanos mismos, es el tema de su canción “No hace falta”.

Con “Operación Bairópolis” como apertura del proyecto discográfico, se refunda la archipiélaga. Es la historia del aterrizaje de Ana Macho en Bairoa, porque desde ahí nos salva de la normalidad ‘con toda su perrería’. Propone una nueva geografía que es la misma y no lo es, porque a los pueblos de siempre se suman lugares tan importantes como la abuela, la plaza, la playa, los tapones, los cupones, los tostones y los maricones.

Algo muy presente en la propuesta cuir/trans colonial de Ana es la precarización de la vida. En “No hace falta” canta al no trabajo. En la letra la pobre remuneración salarial y verse obligada a trabajar con un “chorro de pillos”, le hace desistir del trabajo para estar con su corrillo, para pasarla bien. Está completamente instalada en la vagancia cuir como lugar político. Montada en el cuestionamiento profundo, no solamente a la ética del trabajo, sino de la explotación de la cultura del esfuerzo.

En “Blin, blin”, de su segundo EP Frío tropical establece claramente que se cansó de trabajar, de darlo todo y fichuriar porque se cansó de ser pobre, de los malos ratos y de la mucha mierda que todo eso implica. Por esa razón quiere una ATH sin fin, vacilar en la colonia y del capitalismo disfrutar. Ana Macho está clara, quienes gozan de este sistema social son otros, no quienes se ven obligadxs a trabajar en lo que sea y a cambio de lo que sea.

En ese mismo proyecto musical y en colaboración con Villano Antillano, “Frío tropical” le canta a la precariedad de lxs jóvenes. En el chanteo de Villano se reconoce que “Crecimos sabiendo que teníamos que huir, me siguen botando, pero no me puedo ir al frío tropical … en muchos sentidos ya yo soy un inmigrante…” “Esta vida no me saca el guante de la cara, está la cosa mala/Mami dice que no regrese de que está la vida cara/en casa la luz llega cada día más cara…”

También en diciembre de 2020, Antillano lanza su “Pájara” con un efecto multiplicador en enero en forma de podcasts y artículos sobre ella. Tanto el tema como en las entrevistas Villano es enfática en la apropiación del insulto para empoderarnos y de paso, educar. Al asumirse como una fucking loca, lo hace con todas sus implicaciones. Por ejemplo, en “Pájara” la joseaera y el malianteo son formas de vivir. “Puesto pa’ lo mío con el fitness con el body/Estoy en Only Fans traqueteando por el money” añadiendo ser “el más duro en patineta Hawk Tony/no me voy a quitar soy el real tostoni”. El trabajo, ese que se asocia con la economía formal y con la ética laboral que distingue a los “hombres de bien”, no existe como posibilidad para para quienes el estigma considera loca/maricona/patx/farifo o mariquita, la canción también se apropia de ese buscárnosla, porque es la que hay.

“Cuerpa” de Ana Macho, coincide con “Pájara” en articular la diferencia como apropiación. En este caso de las cuerpas, de las carnes de quienes retan las normativas binominales heterosexuales, blancas y burguesas, para reconocerse y valorarse desde el perreo cuir y saberse revolucionando en la calle y en la cama. Este reggaetón está bien claro: el gobierno no puede controlar cuerpas que no pueden legislar.

A estas alturas es más que evidente que la pandemia estuvo muy lejos de derrotar la fuerza política de lo cuir y lo trans en Puerto Rico. No es fortuito que de pronto, este verano, apareciera en Broadway la representación de las más diversas, hermosas y empáticas subjetividades boricuir.

Estamos segurxs de que tampoco hace falta exagerar la importancia de la visibilidad en los medios comerciales. Después de todo, se trata de un indicativo de cambio social y cierta apertura cultural hacia lo cuir, lo trans, lo racializado y lo colonial. Pero de un cambio y apertura que coquetea con la normalidad capitalista en su afán utilitario. Lo interesante es que esa puesta en escena contiene una crítica que se cuela por los intersticios culturales, a través de las tecnologías, como son las tecnologías de género. Así, en el video de “Muñeca” se afirma lo que es evidente: que el trabajo sexual es trabajo y que lo importante no es ser una mujer más, es ser una mujer trans diferente.

La escena cuir transfeminista puertorriqueña está clara: estamos mucho más allá del mundo del trabajo (clásico y asalariado de la época industrial), estamos entonces en el incesante chiripeo y joseo para poder vivir. Y ya que rara vez pagan y con frecuencia pagan mal, esos joseos deben ser reconocidos como trabajo. Esos joseos representan todo lo que hemos hecho y hacemos mientras no se valoriza como trabajo. Se trata de todo por lo que se ha puesto en entredicho la honestidad laboral y sexual. Definitivamente no somos chicas normales… menos mal.

Y el cabaré cuir y amoroso de carne y hueso se formó y se formará. Es más, esas experiencias ya relatan historias de danzas más salvadoras que las vacunas. Y esta es una fiesta, es una fiesta grande, es la fiesta de la futura. Hay porvenir.

 

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