CLARIDAD
La botá del presidente Donald Trump a los cinco miembros del ala demócrata de la Junta de Control Fiscal (JCF) no augura nada bueno para Puerto Rico, consideran varios entrevistados por CLARIDAD.
En una acción que tomó por sorpresa la opinión pública en Puerto Rico y a los mismos miembros de la JCF, el reciente 5 de agosto, el presidente Trump despidió a los miembros de la JCF Arthur González, Cameron Mc Kenzie, Betty Rosa, Juan Sabater y Luis Ubiñas. Solo quedaron en la Junta los directivos Andre W. G. Biggs y Jhon Nixon, ambos republicanos nombrados por el propio Trump en su primer cuatrienio.
El licenciado Rolando Emmanuelli Jiménez atribuyó el despido al esfuerzo de los bonistas que se oponen al plan de ajuste de deuda (PAD) que propone la JCF, quienes tienen un poder enorme. Trajo a la atención que el exmiembro de la JCF Justin Peterson, quien renunció (2023) luego de tres años por no estar de acuerdo con el PAD, ha estado activo en las redes y ha abogado hasta por la eliminación del ente fiscal.
Además señaló que algo que no es evidente, pero no es casualidad, es que los despidos se hayan producido a la vez que la Junta detuvo los contratos por $20 mil millones de la empresa News Fortres Energy (NFE). Esta empresa tiene mucho poder, ya que son parte de los intereses del gas natural, y el presidente Trump ha sido uno de los presidente más activistas en promover la venta de los combustibles fósiles.
A esos dos factores, considera Emmanuelli Jiménez, se sumó la presencia de la influencer, Laura Loomers, que en días previos hizo expresiones en las redes de que la Junta era ineficiente, lo que se entiende era preparando el terreno para la toma de decisión de Trump.
El representante legal de la UTIER (Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica) considera que la “realidad es que el asunto de los bonistas y lo que viene para Puerto Rico no es agradable”. Indicó que la Junta que van a nombrar será gente que no cree en el gasto público y auguró que habrá más ahorro en el gasto público para dar dinero a los bonistas, más allá del aumento en la tarifa de la luz. Observó que este año se aprobó el presupuesto más alto en la historia de Puerto Rico y aún hay carencias. Los nuevos miembros pretenderán sacar millones en los próximos años para pagar a los bonistas, lo que tendrá un impacto dramático en la economía del país.
Aunque al presente no se comentan nombres, estima que ya debe haber confeccionada una lista de candidatos a nombramiento, lo que requiere que de todas maneras que sometan documentos, gestión que tomará un poco de tiempo.
Mientras, en cuanto al trabajo de la Junta, dijo que esta puede seguir operando su trabajo ordinario con los dos miembros que quedan. Lo que no puede hacer la Junta es radicar ningún caso bajo el Titulo III, es decir, de quiebra.
Ante la espera e incertidumbre de si en efecto Trump hará nuevos nombramientos alineados con su política, Emmanuelli Jimenez, augura que, de haberlos, el actual director ejecutivo de la Junta, Robert Mujica, también será despedido. Sobre qué pasaría con el caso de la deuda de la AEE, si en efecto Trump elimina la Junta como quiere Peterson, la negociación quedaría en manos del Departamento del Tesoro de EE. UU., pero el pago seguirá siendo por parte del pueblo de Puerto Rico, incluidos los gastos.
No es una buena noticia
En otra entrevista, la licenciada Eva Prados Rodríguez, quien fue miembro del Comisión Ciudadana para la Auditoría de la Deuda (CCAD) expuso que en primera instancia los despidos no se pueden ver como una buena noticia, incluso por aquellos que se opusieron a la Ley PROMESA y a la JCF. No se puede ver la intervención del presidente Trump como una respuesta a esos reclamos. Señaló que los despidos son en respuestas a los reclamos de los bonistas de la AEE, que están en guerra con la JCF. “Los argumentos que han estado trayendo son muy similares a los del presidente. Están señalando los gastos de la Junta, pero ¿desde cuándo nosotros llevamos señalando los gastos de la Junta, desde cuándo dijimos? Fuimos los primeros en denunciar el salario de Jaresko, y Mujica recibe el mismo salario”, tronó la estudiosa de la deuda.
Prados Rodríguez, quien es coordinadora general del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), denunció que lo que no dicen Trump ni los bonistas es que sí ha habido un aumento en los gastos de la Junta; pero que son ellos, los bonistas, los que han obstaculizado el proceso de quiebra. Agregó que ha habido cinco propuestas de PAD, de las cuales, al menos, dos fueron apoyados por los bonistas; pero recibieron el rechazo del pueblo porque incluían aumentos anuales a la tarifa de la luz, incluso, un impuesto al sol.
El actual PAD es el único que ha presentado la JCF que se basa en la realidad económica de Puerto Rico, que precisamente sale de un plan fiscal que dice que Puerto Rico no tiene capacidad para pagar toda esa deuda, precisó. “Por primera vez la Junta acepta la realidad y presenta una propuesta de plan de pago —que aunque con mis preocupaciones, soy de las que cree que lo que le están ofreciendo pagar es mucho—, pero es lo más razonable que la Junta ha presentado hasta el momento”.
Explicó que la acreedora Golden Tree, que es la que lidera al grupo opositor, ha cabildeado contra la Junta, no solo en el Congreso sino también en Puerto Rico, en busca de una nueva composición de la Junta y señaló al exmiembro de la Junta, Justin Peterson, como uno de los interesados. Anticipó que con una nueva junta se forzará la salida de su director ejecutivo.
La influencer
Entrevistado también, el economista Ricardo Fuentes expuso que sin dudas la destitución respondió al cabildeo de los bonistas inconformes con el PAD. El otro factor que señaló fue la intervención de la influencer de ultraderecha, Laura Loomer, quien aparentemente se ha convertido en una de las figuras a las que más Trump le presta atención en asuntos de política pública que apela a la base republicana y ultraconservadora. Aseguró que los despidos van muy alineados a lo que Trump ha estado haciendo en instituciones en las cuales ha despedido a los directivos demócratas. Observó que no cree que haya sido casualidad que de pronto esta influencer tenga interés en el caso de Puerto Rico, sino que está vinculada al cabildeo de los bonistas.
Loomer hizo un post sobre Puerto Rico luego de las vistas publicas en el Congreso. “Creo que ella trajo muchos puntos que muchos otros sectores progresistas hemos estado haciendo, por ejemplo, el gasto excesivo en consultores, cita los números de los gastos de la Junta. Pero es obvio que la intención es bien diferente en su caso, su argumento sutil es que si hay chavos para los consultores hay dinero para los bonistas. Pero lo que terminaría pasando es que el pueblo de Puerto Rico va a terminar financiando ambas cosas: a los bonistas y a los consultores”.
Respecto a quiénes podrían ser los nuevos nombramientos, Fuentes no descarta que Trump vuelva a nombrar a Peterson, quien desde sus inicios en la Junta representó los intereses de los bonistas de una manera agresiva y quien fue una de las primeras personas en celebrar en las redes el despido de los cinco miembros. Además, observó que el que la Junta siga operando con los dos miembros que aún tiene sería un peligro porque son los dos miembros del ala derecha y los únicos que al momento pueden tomar las decisiones.
Pero independiente de quiénes sean los nuevos miembros, a juicio del economista es imposible ajustar más medidas de austeridad al presupuesto del país sin que se le haga daño a la economía y a nuestra gente. Aunque ahora mismo los indicadores económicos se ven más o menos positivos, pero se sabe que esto tiene que ver con los fondos federales de reconstrucción que todavía están fluyendo en la economía, argumentó.
“Tenemos un país que aunque los índices económicos se ven positivos, eso es un maquillaje por los fondos de reconstrucción. Estamos viviendo es el colapso del empleo digno, empleo decente, y esa crisis de seguridad en ese contexto— más austeridad, más aumentos a la luz—, sin duda alguna, el pueblo no lo aguanta. El resultado va a ser más crimen, más desplazamiento y más emigración. Vuelve el tema del desplazamiento, que cada vez es más difícil. Vivir va a ser más difícil, comprar casas, tener un empleo… eso se ata de manera directa con el desplazamiento”.
A juicio de fuentes, la pregunta principal, colectiva, que el país debe hacerse es “¿qué vamos a hacer ahora si lo que viene es un ataque más agresivo? De por sí la Junta es una entidad que se inclinaba a la derecha bastante agresiva. Da miedo pensar cuán agresiva y ultraderechista podría ser la Junta ahora con esa movida de Trump. En ese sentido, implica que como país tenemos que organizarnos y hacer una reflexión bien seria de cómo se va a enfrentar esto. No debe haber respuestas sencillas y fáciles, pero esa es la interrogante que como país debemos repensar”.