México a las puertas de uno de los capítulos más importantes de su historia

 

 Corresponsal de CLARIDAD

 

Ciudad de México, México-México se encuentra hoy a las puertas de uno de los momentos más importantes de su historia política, cuando en apenas unas semanas tome posesión la primera mujer presidenta, Claudia Sheinbaum, heredera de los avances económicos y sociales implementados durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

AMLO, quien ha dicho que se retirará de la vida política una vez deje la presidencia, se irá con un índice de satisfacción popular de alrededor del 70%, el nivel de aprobación más alto para un presidente mexicano y uno de los más altos de toda la región.

Pero el origen de su popularidad no se entiende sin ver de cerca los números y las políticas que lo sostienen.

Durante sus seis años de gobierno, López Obrador aumentó al salario mínimo en más de 100% por encima de la inflación, aumentado a su vez el poder adquisitivo de los mexicanos; instauró nuevos derechos para combatir la explotación laboral; fomentó la visibilización de los pueblos originarios y afromexicanos; e impulsó el desarrollo de comunidades históricamente ignoradas.

Gracias a estas medidas, entre 2020 y 2022, cerca de nueve millones de mexicanos salieron de la pobreza extrema, mientras, la pobreza general cayó en casi 8 puntos porcentuales.

López Obrador también hizo de su administración un campo de batalla contra la corrupción y alentó la transparencia de sus líderes, uno de los aspectos de su gobierno que más valora el pueblo mexicano.

 “El derecho a la información es un derecho universal. Y nuestro presidente ha hecho eso una realidad, porque la opacidad y el oscurantismo con el que se manejaban los gobiernos anteriores, había dejado a la sociedad en un sesgo y en una ignorancia o desconocimiento de muchas cosas”, expresa a Claridad Iriana de la Vega, mexicana residente en el exterior para quien la forma de hacer comunicación del presidente AMLO ha sido una de sus principales fortalezas.

 Un accionar que ha sido pieza estratégica por parte del mandatario mexicano y de su equipo de trabajo.

 “También [buscamos] que sean transparentes los gobiernos para que podamos obligar [a los políticos]a rendir cuentas y llamar la atención de los gobernantes. Necesitamos ideas críticas y constructivas, sociedades dialogantes y sociedades en las que podamos, a través del debate y de construir un sentido común, actuar juntos para cambiar las circunstancias que nos hacen infelices, o aquellas cosas que son injustas, o aquellas que van degradando la vida todos los días”, sostiene Jesús Ramírez Cuevas, portavoz de Gobierno de México.

El presidente mexicano ha llamado a su gobierno la “cuarta transformación”, una visión política con la que ha querido marcar la diferencia a la altura de otros tres momentos clave en la historia de México: la guerra de independencia de 1810; la guerra de Reforma encabezada por Benito Juárez, y la Revolución contra la dictadura de Porfirio Díaz.

Con su proyecto de gobierno, AMLO se dedicó a impulsar políticas de desarrollo socioeconómico que alejaron al pueblo de políticas neoliberales instauradas en pasadas administraciones, mientras, de paso, hacía del respeto a la independencia y soberanía de su país una agenda constante contra intentos de injerencia extranjera por parte de países vecinos, en especial, Estados Unidos.

“Ellos quisieran tener injerencia en asuntos que sólo corresponden a los mexicanos, ese es el Departamento de Estado [de Estados Unidos]. Tienen que aprender a respetar la soberanía de México, que no es cualquier cosa”, sentenciaba hace unas semanas el presidente López Obrador durante sus reconocidas conferencias de prensa matutinas, en las que denunciaba comentarios injerencistas por parte de funcionarios de la embajada estadounidense en Ciudad de México.

Una postura que para muchos mexicanos ha supuesto volver a ganarse el respeto de la comunidad internacional.

“El presidente Andrés Manuel vino a transparentar, vino a darle voz a quienes no la tenían y vino a demostrar que no hay que tener miedo, que las cosas hay que llamarlas por su nombre, como lo hizo durante estos seis años […] Es un ejemplo mundial. Lo que él hizo es de gran inspiración y sirvió mucho a la comunidad internacional, porque él demostró que se puede, que se debe y que los pueblos lo merecen”, decía, por su parte, de la Vega.

Ahora, a solo semanas de ceder el poder, Andrés Manuel López Obrador, impulsa la aprobación en el Congreso de cerca de una veintena de reformas con las que busca elevar a rango constitucional los beneficios sociales instaurados en su gobierno.

Entre las iniciativas más importantes están la atención médica gratuita para todos; un sistema de pensiones para adultos mayores; una reforma para garantizar vivienda accesible a toda la población; el reconocimiento a los pueblos indígenas y afromexicanos; una reforma electroenergética para que el sistema de energía nacional no pueda ser privatizado en el futuro; y una reforma judicial para que los jueces sean electos por voto popular.

De aprobarse el paquete de reformas, Claudia Sheinbaum recibiría un país con garantías constitucionales de derechos humanos y sociales. Por su parte, la ex jefa de gobierno de la capital mexicana y miembro del movimiento progresista MORENA, ha prometido continuar con la labor de su predecesor. Su aplastante victoria en las pasadas elecciones presidenciales le dan carta verde por parte del pueblo mexicano para seguir adelante con este gobierno.

 

Artículo anteriorEn Reserva-Dizque «roja», me dicen (en tres partes)
Artículo siguienteJarabe de frivolidad para soportar el genocidio en los talones