Roberto Viqueira: Nuevo luto, viejas dudas

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Roberto Viqueira. Foto reproducida de FB

 

Quizás a nuestro pueblo no se le olvide por completo los casos sonados de crímenes políticos comprobados o bajo sospecha, perpetrados por el gobierno de Estados Unidos y sus agencias. Es de suponer que los cuadros de la represión tomarán un curso de acción de acuerdo a los intereses que representen en un momento histórico dado, y las pugnas internas prevalecientes combinadas con la correlación de fuerzas con la propia colonia, si se tratase de una, además del poder relativo de aliados y supuestos enemigos. Los mismos pueden ir desde abiertamente terroristas con el supuesto objetivo de escarmiento hasta disimulados y solapados. Hay muchos libros escritos sobre este tema. En Puerto Rico la mayoría del pueblo acepta que la responsabilidad de cuidar todas las entradas de comercio, mar y aire la ha asumido Estados Unidos. Quizás todavía falta acumular una conciencia similar en lo que respecta a la tenencia de armas. Aquí no se fabrican, pero parece que se sabe alterarlas. El factor principal es que la constitución de Estados Unidos permite una gama amplia de armas a sus “ciudadanos” y prevalece sobre nuestra constitución o sobre legislación que se apruebe en Puerto Rico.

El luto que ha representado el atroz asesinato de Roberto Viqueira se siente muy profundo. De joven lo vi en una actividad en el sur en ocasión en que mi compañero de vida, Raymond Soto, fue a hablar sobre represión. Luego lo vimos en actividades de Vieques con gran presencia de juventud. La necesidad es entender lo que pasó y entender que los huecos de lo que no haga sentido hay que dejarlos como lo que son, inexplicables.  Las circunstancias de este caso unido al historial de lucha de Viqueira tienen que llamar a una reflexión cuidadosa. Abundaremos sobre esto. Primero iremos sobre dos asesinatos muy viejos en Estados Unidos que al igual que a Viqueira los asesinaron casi al frente de su casa por un “desajustado” aunque las acciones de las victimas sí habían molestado a intereses de diverso tipo en Estados Unidos. El primer caso es el del muy conocido cantante y compositor británico, John Lennon ocurrido en 1980 y el segundo es el de la entonces joven actriz estadounidense de ascendencia judía, Rebecca Schaeffer, ocurrido en 1989.

John Lennon fue asesinado el 8 de diciembre de 1980 frente a su residencia en la Ciudad de Nueva York en presencia de su esposa cuando regresaban de un compromiso.[1] El FBI lo mantuvo bajo vigilancia por varios años a principios de la década del 1970. Eran varias las razones y no era solamente por sus composiciones o enorme popularidad. Se le vigilaba por sus simpatías por la causa de la República Irlandesa y con el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Temían su efecto en los jóvenes estadounidenses en las elecciones de noviembre de 1972, su antipatía por la Guerra de Vietnam y su amistad con reconocidos activistas estadounidenses. Comenzaron un proceso de deportación y el legendario por lo torcido, Edgar Hoover director del FBI, envió un memo a la oficina del FBI en Miami sugiriendo plantarle drogas para aligerar la deportación. Al final Lennon bajó su activismo debido a una necesidad de su esposa Yoko Ono, de quedarse en Estados Unidos.

A la luz de lo anterior se podría concluir que luego de ganar Nixon a finales del 1972 y Lennon ser “neutralizado” ya cualquier duda de la naturaleza del crimen se disipa. No lo creemos así necesariamente.  La figura de su asesino es algo complicada y el mes y año del asesinato también requieren atención. Mark David Chapman nació en Texas pero se crió en Georgia.[2] En su adolescencia supuestamente hablaba de religión y era fanático de los Beatles. Luego de terminar la escuela superior trabajó de consejero de vietnamitas refugiados en una base militar de la Guardia Nacional en Arkansas. No entendemos qué preparación justificaba este empleo. Lo más que llama la atención es lo que pasó en Hawái y por cierto no pretendemos un juego de palabras. En el 1977 Chapman se mudó a Hawai en donde permaneció hasta el desenlace. En Hawaii sufrió una crisis mental y lo hospitalizan. Luego de que lo dieron de alta logró varios empleos modestos. En el último año se casó y renunció a su empleo. Viaja dos veces armado a Manhattan para acechar a Lennon, el mes antes de las elecciones y el mes después de las elecciones que ganó el binomio furibundamente anti obrero y anticomunista de Ronald Reagan y el ex jefe de la CIA, George Bush. Es en el segundo viaje que lo mata. Una figura como Lennon siempre puede representar amenaza para la derecha recalcitrante. Sin embargo, esta suposición no es lo que más duda trae. Lo que parece poco creíble es que con una condición mental tan endeble pudiera planificar un viaje tan largo, atender y sufragar los detalles de transportación y otras necesidades en una ciudad como Nueva York y desarrollar el minucioso acecho y hacer todo eso dos veces sin ayuda de nadie. La distancia por aire entre Nueva York y Hawaii es de cerca de 5 000 millas.

Rebecca Schaeffer ya gozaba de reconocimiento y popularidad en el público estadounidense luego de haber coprotagonizado la serie My sister Pam pocos años antes de su muerte en la cual interpretó a una dulce y vivaracha adolescente. Nacida en Oregón, tenía apenas 21 años cuando fue asesinada. Era hija de dos profesionales de clase media quienes le proveyeron oportunidades excelentes de educación.[3] El final trágico de esta joven actriz puede haberse decidido cuando su asesino la vio interpretar un papel muy diferente en la cinta Scenes from the class struggles of Beverly Hill.[4] En ella actúa en una escena de intimidad sexual. Es luego de observar esta escena que Robert John Bardo entonces de diecinueve años planeó y ejecutó su asesinato. Bardo viajó varias veces con anterioridad llevando regalos desde Arizona hasta el estudio de Los Angeles para ver a Schaeffer mientras filmaba la serie, pero no le permitieron la entrada.

Bardo llevaba tres años siguiendo obsesivamente la carrera de Schaeffer. En su corta edad ya había acumulado un historial abultado de problemas de salud mental que incluían internamiento en un hospital psiquiátrico y remoción temporera a un hogar sustituto. Lo que es menos frecuente de encontrar en los resultados de las búsquedas es que Bardo proviene de una familia militar y que intentó acechar otras figuras por razones que pudieron ser nebulosas, pero aun así ser políticas.[5] Sobre lo primero, no se trataba de una familia militar corriente ya que el padre militar conoció a la madre japonesa estando destacado en Japón. La contradicción de desarrollar una familia en bases militares de Estados Unidos dada la salvaje embestida de Estados Unidos contra Japón en la Segunda Guerra Mundial y sus secuelas es difícil de imaginar.  Las evaluaciones de los psiquiatras sobre esta familia fueron sumamente negativas.  Los padres sacaron al joven de la institución psiquiátrica en contra de las recomendaciones. Sobre lo segundo, Bardo teniendo trece o catorce años intentó viajar desde Arizona a Maine para ver a la niña activista por la paz y la distensión con la Unión Soviética, Samantha Smith. Smith y su padre murieron en un accidente poco tiempo después…

Luego de descontinuar tratamiento, Bardo abandonó la escuela a pesar de sus buenas notas. Durante el año y medio que precedió a la ejecución del crimen lo arrestaron tres veces por proferir amenazas a vecinos. Ni las autoridades que intervinieron vieron la necesidad de recurrir a una evaluación a través del tribunal ni la institución psiquiátrica que intervino anteriormente se movió a solicitar custodia de emergencia. Para completar el cerco que terminó con la vida de Schaffer sucedieron tres cosas: (1) El vendedor de armas le niega la adquisición de un arma por dudar de su salud mental y un hermano mayor se la provee, (2) Bardo consigue dinero para un detective quien se presta a averiguar la dirección de la joven y (3) La agencia de registro de licencia de vehículos facilita la dirección. Entre todos la mataron.

La muerte de Schaeffer catapultó un movimiento que fue efectivo en la aprobación de legislación protectora contra el acecho en Estados Unidos. La ideología patriarcal que es de suponer operaba en el hogar y en muchas instancias de decisión, formales e informales dentro de la amalgama estadounidense, podrían explicar por sí sola el curso que culminó en esta tragedia. La pregunta a hacerse es si hubo instigadores que sublevaron el ánimo del joven y cuya participación ha quedado sepultada. Se ejerce poder de muchas formas. La próxima pregunta es a nosotros mismos. ¿Qué hacer si nos encontramos con preguntas a las cuales no se encuentra respuesta? El ser humano en primera instancia evolucionó en un mundo físico en donde la incertidumbre había que resolverla para sobrevivir. Era imperativo saber si las rayas dentro de un follaje eran de un tigre o un efecto de sombra en la luz. Afortunadamente nuestra evolución guardó un compartimento para experimentar con la incertidumbre. Durante el sueño se rompen las leyes de la lógica y se acumula cierta tolerancia a lo inexplicable.

Nuestro pueblo ha comenzado a hacer preguntas en torno al asesinato de Viqueira.[6] Muy buenas preguntas. Puede que surjan otras. Hay que insistir en las preguntas, aunque algunas queden sin respuestas. Una pregunta que me hago repetidamente es quién en el día a día o sea en la cotidianidad insuflaba en el ánimo del asesino. ¡Todo un enfermero practicando tortura física con los ruidos y mental con las cámaras!

Como ya se ha dicho, perdimos a uno de los imprescindibles, pero dejó semilla.

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[1] https://americansongwriter.com/on-this-day-in-2000-the-fbi-released-documents-detailing-their-surveillance-of-john-lennon/
[2] https://www.britannica.com/biography/Mark-David-Chapman
[3] https://abcnews.go.com/Entertainment/day-young-actress-verge-big-star-killed-cold/story?id=62172920
[4] https://abcnews.go.com/Entertainment/day-young-actress-verge-big-star-killed-cold/story?id=62172920
[5] https://allthatsinteresting.com/robert-john-bardo
[6] https://claridadpuertorico.com/el-tribunal-fue-negligente-con-roberto-viqueira/