La economía del país continúa en descenso, mientras el borrador del plan fiscal del gobierno (PFG) exagera el impacto económico que tendrá la reconstrucción del país al estipular que Puerto Rico sería la cuarta economía que más crecería en el 2019 en el mundo.
Estos datos contradictorios se recogen en el informe, Puerto Rico sin recuperarse del huracán, el cual analiza la situación económica del país de enero a marzo de 2018, preparado por el doctor José Caraballo Cueto, del Centro de Información Censal, de la Universidad de Puerto Rico, en Cayey (UPR-C). El documento recoge que el índice de actividad económica (IAC) para diciembre de 2017 se contrajo en un 14,9% con respecto al mes de diciembre de 2016, siendo este el nivel más bajo para cualquier mes de diciembre desde el 1985. Aunque el informe reconoce el paso del huracán hace seis meses y de que hay un consenso generalizado de que el estimado de los daños superan los $60 mil millones, atribuyó que debido al retraso en los pagos de las aseguradoras privadas y públicas, y en el restablecimiento del servicio eléctrico, la recuperación económica no ha llegado.
De acuerdo al informe aun cuando los recaudos del fondo general del gobierno central (FGC) desde el 1 de julio de 2017 hasta el 2 de marzo de 2018 fue de $6,165 miles de millones, esto representa $772.425 menos de lo proyectado para dicho periodo. La diferencia está encabezada por la baja en los recaudos del IVU por una diferencia entre lo recaudado y lo proyectado que asciende a $441,877. El economista describió este aumento de noviembre como uno espurio debido a la falta de electricidad en los meses anteriores lo que dificultó el pago de los impuestos.
En el sector de las exportaciones se indica que aun cuando las exportaciones totales anuales de Puerto Rico han aumentado de manera consistente desde el año 2014, en el 2017 se registró una baja en especial en septiembre cuando impactaron los dos huracanes, cuando se exportó un 46% menos que en septiembre del 2016. Todavía en diciembre 2017 las exportaciones se redujeron en términos nominales en -32,6% cuando se compara con diciembre de 2016.
En el caso de las importaciones a precios corrientes cayeron por -56,6% en septiembre del 2017, en octubre ese número cambió a un -38,9%. Pese a que el balance comercial fue positivo para el mes de diciembre de 2017 –como ha sido históricamente en Puerto Rico– aun así el balance fue el nivel más bajo que se ha experimentado en el país en al menos 113 meses. El informe atribuyó este desbalance comercial a una baja en la producción de las manufactureras multinacionales en la isla y a un aumento en las importaciones.
En cuanto al empleo y el mercado de trabajo -según los datos del Departamento de Trabajo y Recursos Humanos (DTRH) en diciembre de 2017 hubo 8,000 personas más trabajando que para diciembre del 2016, mientras el empleo por cuenta propia aumentó por 13,000. No obstante el analista cuestionó esta reducción en el desempleo para el mes de diciembre del 2017, cuando se compara con diciembre del 2016.
Caraballo Cueto expuso que el barómetro más puntual de la actividad laboral luego del huracán se percibe en las reclamaciones nuevas al seguro por desempleo para diciembre dado a que las reclamaciones por desempleo para diciembre de 2017 fueron las más altas para cualquier diciembre en 17 años. Las reclamaciones de diciembre de 2017 fueron 151% más altas que en diciembre de 2016, y para el 2016 fueron 2% mayores que para el 2015.
En lo que respecta a la inflación -indica el documento- para todos los meses de 2017 hubo inflación positiva, incluyendo este enero de 2,2% cuando se compara con enero de 2017. La inflación fue atribuida primero a los costos energéticos por el alza en el petróleo y luego el alza en los costos de bienes tanto de consumo como de materiales de construcción, tras el azote de los dos eventos naturales.
El economista denunció la contradicción que existe entre los estimados de cuánto será la caída del Producto Nacional Bruto (PNB) para este año fiscal 2018 y el impacto económico que tendrá la reconstrucción del país. Según expuso si el borrador del PFG reconoce que la caída del PNB para este año fiscal 2018 será de 11% , el cual sería el más grande desde que empezó esta gran depresión en el 2006, cómo es posible que el mismo borrador estime que el impacto económico de la reconstrucción de Puerto Rico en el 2019 haga crecer la economía en un 8,4%.
Caraballo Cueto sennaló en tono irónico que este estimado convertiría a la economía de Puerto Rico, en la cuarta en el mundo que más crecería en el 2019, “superando” a China, India y las Américas. Eso supondría una expansión que duraría hasta el 2023, con $70,1 miles de millones en inversión en reconstrucción de las aseguradoras privadas y públicas.
“Quizás 20 miles de millones de dólares sea más realista y un crecimiento económico real que fluctúe entre el 2 y 3 por ciento por los próximos dos años probablemente será una proyección más puntual”, sentenció.
La política fiscal
En cuanto a la política pública Caraballo Cueto señaló como positivo que en el nuevo borrador del plan fiscal del gobierno (PFG) se haya establecido cero pagos a la deuda por los próximos cinco años, se corrige el estimado de pérdida de población y se reconoce la responsabilidad compartida de Estados Unidos con la crisis de Puerto Rico.
No obstante advirtió que el PFG levanta preocupaciones en cuanto a planes de reorganización del gobierno ejecutados a la ligera y advirtió sobre sus consecuencias. En primera instancia Caraballo Cueto trae a la atención a que hay teorías de administración pública que establecen que los servicios descentralizados pueden ser más efectivos. Según se desprende de los planes de reorganización del gobierno estos no establecen diferencia entre ineficiencia y austeridad. Esto por ejemplo significa el que si una agencia tiene dos empleados para 10 procesos redundantes, si se despide a uno, va aumentar la ineficiencia al tener un empleado menos para los mismos diez procesos.
Otro aspecto que puso en cuestionamiento del PFG es la propuesta de reducir los recaudos con alivios contributivos, descritos como “populistas”, en lugar de proponer una reforma impositiva que reparta de manera equitativa la carga impositiva sin reducir los recaudos. Caraballo Cueto reveló que el PFG ignora una recomendación suya y que le presentó también a la Junta de Control Fiscal (JCF) como una medida de austeridad, el establecer un límite de $100 mil dólares a todos los salarios pagados con fondos públicos. Otra medida de contingencia que dijo se debería adoptar es la de un recorte de 10% a todo contrato de asesoría mayor de $60 mil.