Doble impacto para atletas de la UPR

Tras el recorte de un 50 por ciento en la mayoría de las exenciones de matrícula que otorga la Universidad de Puerto Rico (UPR) y el aumento en el costo del crédito subgraduado de $56 a $115, los y las atletas componen uno de los sectores estudiantiles más afectados este año académico que recién inició.

Además de los atletas, los miembros de grupos de Bellas Artes y los hijos de empleados son las categorías que verán el significativo recorte al incentivo. Los únicos que no se verán afectados por el recorte son aquellos que reciben exención por aprovechamiento académico, los ayudantes de Cátedra e Investigación y representantes Estudiantiles de la Junta Universitaria y la Junta de Gobierno.

Según el testimonio del atleta de tercer año Juan Camarero, cuando fue reclutado para el equipo de soccer, momento en que comenzó el primer año de bachillerato en Historia de las Américas en el recinto de Río Piedras, había 30 estudiantes jugadores de soccer con exención de matrícula. Para su segundo año, la cantidad de futbolistas becados era de 25, y ahora que cursa su tercer año de estudios, el equipo cuenta con 17 estudiantes atletas con exención de matrícula. En otras palabras, en dos años académicos redujo casi la mitad de los y las estudiantes becados(as) en el equipo de soccer.

Con esa reducción, “ya están poniendo en jaque una cuestión del deporte mismo porque mínimo se necesitan 22 [integrantes] para jugar. Ya el equipo oficial está cojo porque tiene menos jugadores”, dijo a CLARIDAD el joven atleta.

Continuó explicando que, en el caso del equipo de soccer, el impacto que recibió este año fue a nivel de cada jugador y colectivo, puesto que les redujeron un 50 por ciento de exención y, además, la cantidad de atletas del equipo.

“Aunque los sabíamos de rumores, nos enteramos de cuánto y cómo [sería el recorte] ahora, una semana antes del inicio de clases, cuando ya los atletas veníamos entrenando desde verano sin saber qué iba a pasar con nuestras becas”, confesó Camarero.

El equipo de soccer optó por ayudarse colectivamente y, para asegurar la posibilidad de más estudiantes con exención, los jugadores que son hijos de empleados o de veteranos o que tienen honor, se adjudicaron esas exenciones. “Esos son ajustes que se han tenido que hacer por departamento para ampliar oportunidades a otra gente”.

A juzgar por el futbolista, no se comenta mucho sobre los efectos de estos recortes en el deporte y en la vida deportiva del país. Por ejemplo, muchos son los y las estudiantes atletas de la UPR que están dejando de ser atletas de alto rendimiento porque tienen que trabajar a medio tiempo y cumplir con el equipo también.

Más que un ahorro significativo en el presupuesto de la UPR, “estas son medidas de austeridad para los obreros del deporte…Se irá viendo en el camino el rendimiento de los atletas bajo estas nuevas medidas que obligan a trabajar, entrenar y estudiar a la vez porque ningún equipo de la UPR todavía está en temporada oficial”.

Para Juan Camarero, el ahorro en el presupuesto de la universidad del Estado que produce la reducción de exenciones no se compara con el desmantelamiento del deporte universitario que están provocando. “A largo plazo, este es el desmantelamiento del deporte universitario. No es solamente el recorte de exenciones, por ahí viene el cierre de programas deportivos y el cierre de recintos, lo que limita las participaciones en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI)”, dijo.

Este recorte de exenciones puede resultar, según el atleta entrevistado, en la destrucción del deporte universitario y, por consecuencia, del nacional. “La gente no entiende que el deporte nacional de Puerto Rico se nutre directamente del universitario. La realidad es que el 80 por ciento de los atletas de alto rendimiento que están en la isla y la representan a nivel nacional, dependen de la beca universitaria”.

Procedió cuestionando que quién va a representar a Puerto Rico después si ahora están destruyendo las ayudas de los atletas estudiantes. “A largo plazo, no habrá deportistas que lleguen a nada. Dejaremos de ganar medallas de oro y plata y nuestra representación nacional disminuirá cada vez”, comentó en aras de advertir el desacierto que puede causar la medida recogida en el Plan Fiscal de la UPR.

Ahora bien, la Junta de Gobierno de la UPR (JG-UPR) ha informado que, si alguno de los estudiantes que se beneficia de la exención de matrícula requiriere ayuda económica adicional, existe un fondo de becas de $9 millones que fue incluido en el Plan Fiscal. Sobre este particular Camarero explicó que es muy posible que les nieguen esa ayuda porque es para estudiantes que no tengan ninguna. En esa situación, la alternativa es “bajar las horas de entrenamiento e irte a trabajar”.

Los entrenadores deben ser flexibles con los estudiantes porque saben que fueron reclutados para entrar a la UPR por deporte. “Si te ofrecen ayudas y de momento no existen, lo más lógico es que se sea flexible con ese atleta para que pueda trabajar a medio tiempo y a la misma vez que pueda cumplir académica y deportivamente”, considera el deportista.

Según la JG-UPR, dejando unas categorías con el 100 por ciento de exención y disminuyendo otras al 50, “logramos un justo balance entre promover actividades que redundan en beneficio de la institución y de su comunidad universitaria, al tiempo que aseguramos la estabilidad de las finanzas de la universidad y un costo de matrícula razonable para el resto de los estudiantes”.

Para tratar de revertir las acciones de la administración universitaria, se tendrían que formar asociaciones entre todos los programas de atletas. Sin embargo, “cuando hablamos de lucha en cuestión de los atletas es bien complicado porque muchas veces no entienden la importancia que tienen en la lucha política…Es difícil que tomen postura, no porque no quieran, sino porque el atleta pasa tanto trabajo en su deporte que es bien difícil ir a los portones a reclamar”, finalizó Juan Camarero.

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