Dónde esta el dinero de los agricultores

 

Por Cándida Cotto/CLARIDAD

ccotto@claridadpuertorico.com

Si su implementación fue un “desmadre” por consiguiente su cierre fue uno abrupto. Nos referimos al programa de RE- GROW, una asignación de $92.5 millones de los fondos CDBR dedicados a la recuperación de la agricultura luego de los huracanes Irma y María.

El jueves pasado sin ningún tipo de aviso el Departamento de Agricultura (DA) determinó cerrar el proceso de solicitudes del citado programa. Quien advirtió sobre el cierre del programa fue el presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes, Jorge Alfredo Rivera. “Este programa Re-Grow, se supone que sea para impulsar la reconstrucción del andamiaje agrícola puertorriqueño afectado por los huracanes Irma y Maria, y que ha sido víctima de una brutal burocracia y lentitud. Eso ha impedido que nuestros agricultores reciban las ayudas a las que tienen derecho”, denunció en comunicado de prensa.

En tanto el presidente de la Asociación de Agricultores (AAPR), Héctor Cordero Toledo, consultado por este semanario sobre la determinación de cierre, reaccionó; “el programa fue un desmadre se lo entregaron a una organización que no sabe tres pepinos de lo que estaban bregando. Ahí lo que hicieron fue robarse los chavos el fideicomiso con un grupo se tragaron fácil entre $10 y $12 millones en administración”.

La asignación de $92.5 millones le fue otorgada en septiembre del 2020 al Departamento de la Vivienda de Puerto Rico, el cual sin mediar consulta ni siquiera con el entonces secretario de agricultura le otorgó un contrato de $30 millones al Fideicomiso de Ciencia y Tecnología (FCT) para manejar el programa.

El presidente de los agricultores indicó que en un periodo de un año el FCT cambió las reglas cuatro veces. “Abrieron la puerta como si esto fuera para todo el mundo y llegaron cerca de tres mil solicitudes es claro que no hay dinero para tres mil solicitudes, pero mas claro es que la mayoría de los que solicitaron no cualificaban ahí hay personas que compraron vehículos de motor nuevos, las famosas Tacoma con ese dinero. Con ese juego de atrás pa’lante se hicieron las denuncias y vistas públicas y después de un pulseo el Departamento de la Vivienda se lo pasó al Departamento de Agricultura”.

A juicio de Cordero Toledo, lo que le entregaron al DA fue un “majarete que no tenia por donde cogerlo. El desmadre que tenia el Fideicomiso de la Ciencia el DA ha tenido que comenzar a espulgar a ver lo qué puede hacer”. Dado el número de solicitudes describió que habrá que ver cuáles son las meritorias, si son expectativas de proyectos reales, que no sea un sueño de cenicienta, si son agricultores bonafide activos y la experiencia que han tenido con ese agricultor. El dinero es mayormente para comprar equipo y mejorar las fincas. Su apreciación es que solo hay dinero para 600 o 700 agricultores.

En entrevista por separado, Jaqueline Pérez, directora de la Fundación Bucarabón, en Maricao, y quien junto a otras organizaciones de base comunitaria denunciaron el funcionamiento del programa bajo el FCT en esta ocasión calificó de injusto el cierre del programa.

“El programa cerró el jueves pasado lo anunciaron solo con cuatro días de anticipación y yo tenia casos que todavía estaba trabajando y tuvimos que avanzar y de hecho algunos se fueron incompletos. Eso fue completamente injusto porque para cerrar un programa yo entiendo que debieron haber avisado con mucho mas tiempo de anticipación, o sea hay muchos agricultores que se quedaron con el trámite a mitad y muchos que no pudieron llenar su solicitud”.

A juicio de Pérez el dinero asignado bien distribuido da para las solicitudes que ha recibido el programa. “Estamos hablando de $92 millones de los cuales el Fideicomiso de Ciencias gastó una parte y apenas Agricultura lleva desde enero, febrero en tres meses cerraron el programa. La pregunta es cómo entonces están manejando eso si apenas en tres meses Agricultura tiene el programa y lo cierra basado en que les ha llegado 3,600 solicitudes. La pregunta es las han evaluado completas para saber si ese dinero alcanza”, cuestionó.

Indicó que en Bucarabón, han llenado casi 50 solicitudes y ni al 5% les han aprobado la solicitud, por lo que volvió a cuestionar, “cómo es ese proceso, cómo está corriendo es la pregunta que nos quedó sin contestar luego de que el DA asumiera el programa el peor error que acaba de cometer es cerrarlo en un plazo de cuatro días, no hubo ninguna comunicación oficial”. La única comunicación dijo fue un anuncio en la página cibernética del DA.

Pérez, compartió que la experiencia de otras organizaciones con el proceso ha sido la misma y subrayo que muy pocas estaban trabajando con este por la complejidad de llenar la solicitud. “Había mucha gente cobrando para llenar la solicitud. El centro las estaba llenado gratis y teníamos citas hasta mayo para atender agricultores cuando nos enteramos el lunes de que el programa estaba cerrado tuvimos que adelantar algunas citas apenas logramos sacar seis de la cantidad que teníamos”.

Una de las denuncias de organizaciones de base comunitaria el pasado año fue que por la complejidad y los requisitos de la solicitud algunos agricultores tuvieron que recurrir a otros profesionales que cobran desde $800 hasta $2,500 por llenarles la solicitud.

A la vez que censuró la forma en que se cerró el programa por lo cual recalcó que se quedaron muchos agricultores sin poder completar su solicitud Pérez llamó la atención a que el DA tampoco ha anunciado cuánto tiempo se tomará en evaluar los solicitudes pendientes.

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