Editorial -A inscribirse ahora para votar en las próximas elecciones

 

 

Desde CLARIDAD hacemos un llamado para que nuestros lectores, suscriptores, amigos y amigas- que estén considerando votar en las próximas elecciones generales de Puerto Rico, del martes, 5 de noviembre de 2024- y sean nuevos electores o estén inactivos en el registro electoral, se inscriban o reactiven para votar en la Junta de Inscripción Permanente (JIP) más cercana o acudan a la sede de la propia Comisión Estatal de Elecciones (CEE) en San Juan.  La fecha límite para la inscripción y reactivación es el 21 de septiembre de 2024.

Es cierto que en el mosaico rico y diverso de la lucha grande por la independencia de Puerto Rico, hay variedad de opiniones y sentires sobre el uso de la vía electoral como instrumento para adelantar nuestra lucha. Pero también es cierto que, este año, esa vía parece traer una oportunidad real para que la Alianza de País entre el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC)- con las candidaturas nacionales de Juan Dalmau del PIP para Gobernador y Ana Irma Rivera Lassén del MVC para Comisionada Residente, junto a las decenas de excelentes candidatos y candidatas a alcaldías y escaños legislativos, logren quebrar el monopolio político corrupto de los partidos Nuevo Progresista (PNP) y Popular Democrático (PPD), que han llevado a Puerto Rico a la ruina y empujado a miles de nuestros compatriotas al exilio y la desesperanza. El tan deseado cambio al que aspiramos está en contienda, para así caminar juntos hacia la gobernanza responsable e innovadora de una patria puertorriqueña renovada y buena, con oportunidades para todos sus hijos e hijas.

Para ello es necesario que todo el que quiera y pueda, acuda a votar. Y para votar, hay que inscribirse. Este año, la inscripción de nuevos electores y la reactivación de los inactivos han ido a paso de tortuga. No ha sido prioridad para la CEE, y la nueva ley electoral injusta y sesgada a favor del bipartidismo corrupto, reavivar un proceso que ha venido precipitosamente a menos durante los pasados ciclos electorales en nuestro país. Crecientemente nuestro pueblo ha ido creando indiferencia hacia el proceso electoral que, para muchos y muchas, es la única forma de participación ciudadana que han utilizado y conocen. Y la CEE parece haber abdicado su responsabilidad de mantener un sistema electoral robusto que promueva la mayor participación, confiabilidad y transparencia posibles. El fracaso en la movilización para las primarias del PNP y PPD el pasado mes de julio, apunta a la debilidad electoral de ambos partidos y la indiferencia de su electorado. Esa ha sido una tendencia creciente a lo largo de este siglo veintiuno. En las elecciones del año 2000 participaron 2 millones de votantes, en las del 2004 y 2008 fueron 1.9 millones, cien mil votantes menos. En el 2012 se perdieron 100 mil más y votaron 1.8 millones. Pero fue en 2016, cuando se eligió como gobernador a Ricardo Rosselló del PNP, cuando se hizo patente la primera gran pérdida de votantes, con solo 1.5 millones de sufragios, 300 mil votantes menos y un descenso de 22.7% en la participación electoral de un cuatrienio a otro. Para las elecciones del 2020, ya había una franca decadencia en la participación electoral. Solo 1.2 millones acudió a votar.

Luis Fortuño del PNP,  fue el único gobernador de este siglo electo con más del 50 por ciento de los votos (52.7%). La gobernadora y el resto de los gobernadores del Puerto Rico del siglo veintiuno gobernaron en minoría, electos cada uno por menos del 50% de los votantes. En el 2016, Ricardo Rosselló del PNP obtuvo solo el 41.8% y en el 2020, Pedro Pierluisi, también del PNP, obtuvo un 33.2 % de los votos, la cifra y el porcentaje más bajos jamás obtenidos por un gobernador electo en Puerto Rico. Esas cifras ciertamente revelan la decadencia electoral del bipartidismo corrupto y el creciente rechazo del electorado puertorriqueño. Mientras tanto, en el 2020, los dos partidos que hoy conforman la Alianza de País, hicieron una gran demostración electoral. El candidato del PIP, Juan Dalmau, obtuvo el 13.7 % de los votos y la candidata del MVC, Alexandra Lúgaro, un 14.21%, marcando una tendencia  sin precedentes para ambas colectividades en el mismo Puerto Rico en que, por más de 50 años, dominaron absolutamente el PPD y el PNP.

Quizá eso explique la indiferencia de la CEE y de los propios partidos PNP-PPD  en procurar que avance la inscripción de nuevos electores o la reactivación de los inactivos. Son altas las probabilidades de que en ese universo de no inscritos e inactivos haya muchos posibles votantes para la Alianza de País, tanto entre los electores más jóvenes, como entre otros desafectos, cansados o desconfiados de los malos gobiernos del PNP-PPD.  Se ha hecho público que actualmente hay cerca de 800 mil electores puertorriqueños inactivos, ya sea porque no se han inscrito en el registro electoral o no se han reactivado luego de dos elecciones consecutivas sin votar. Entre estos, hay cerca de 92,000 nuevos electores entre 18 y 21 años, pendientes de inscribirse para dar su primer voto en las elecciones generales del próximo mes de noviembre. Ya sabemos que el esfuerzo de inscripción de este pasado martes en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) tuvo que ser interrumpido por un apagón de la energía eléctrica, una ocurrencia de todos los días en Puerto Rico desde que se privatizó el sistema eléctrico bajo las compañías LUMA Energy y Genera PR.  Ese y muchos otros obstáculos tendrá nuestro pueblo que sortear en el camino a la próxima gran cita electoral de cada cuatro años. Por eso, exhortamos a todas las personas que deseen inscribirse o reactivarse para votar, que lo hagan de inmediato, sin dejarse intimidar ni detener por retos o amenazas. Es demasiado lo que está en juego, muchísimo el terreno ganado y mucho más el que falta por ganar por los compañeros y compañeras de la Alianza de País.

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