CLARIDAD
Para los candidatos de la Alianza de País, el candidato a la gobernación del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Juan Dalmau Ramírez, y la candidata a la comisaría residente por el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Ana Irma Rivera Lassén, la diáspora puertorriqueña en Estados Unidos, al igual que la gente de Puerto Rico, debe ser representada por la comisaría residente en Washington.
En esa sintonía, la tarea de la comisionada residente —de estar allí— reconoció Rivera Lassén, será iniciar y propiciar que se dé un proceso verdadero de descolonización, que haya conversación entre ambos, tanto en el Congreso de EE. UU. como en Puerto Rico. De otra manera, observó, el proceso se queda solo en Puerto Rico o solo en el Congreso.
En ese escenario, la también coordinadora general del MVC mencionó, en referencia a la renuncia del presidente Biden a la candidatura de reelección, que ahora mismo es interesante que el proceso político en EE. UU. esté cambiando todos los días. “Yo creo que ahora mismo deben estar en el zafacón muchos libretos que tenía mucha gente de hacer sus campañas, porque les cambiaron los muñequitos; todos los días cambia, igual que en Puerto Rico”.
Para la candidata a la comisaría residente, el que se crea que va a tener la fórmula de aquí a las elecciones de qué es lo que va a pasar tanto en EE. UU. como en Puerto Rico no está mirando realmente el país. “Está mirando el libreto que tenía en las elecciones pasadas, en las anteriores, y ese es el problema que tiene, porque de momento se quedan sin libreto porque están mirando de una manera muy estereotipada”.
Recalcó que con la salida del presidente Biden no solo cambió la campaña de Trump, también la misma campaña del Partido Demócrata. “Ahí hay retos, tanto al interior de los demócratas como de los republicanos. En este momento todo está cambiando”.
Mientras, la plataforma del PIP con relación a Washington propone la eliminación de la llamada Oficina de Puerto Rico en Washington (PRAFA, en inglés) y, en su lugar, crear la Oficina de Enlace con la Comunidad Puertorriqueña. El candidato de la Alianza dijo que su criterio es que PRAFA es una oficina inútil, que crearon desde Puerto Rico gobernadores que no confiaban en su comisionado.
“Como yo confío a ojo ciego en Ana Irma Rivera Lassen, yo tengo fe ciega en sentirme representado por ella, y Puerto Rico entero también. Creo que PRAFA es una oficina de despilfarro de fondos públicos, que es la que financia a los cabilderos de la estadidad a través del presupuesto del país. Yo no creo en esa oficina”.
Defendió que, en el contexto de la diáspora, la oficina de la comisionada Rivera Lassén va a ser un enlace a los derechos de los puertorriqueños frente al Congreso de los EE. UU. Además, que será política pública de Puerto Rico establecer unas oficinas en los lugares más densamente poblados en Estados Unidos, en las comunidades puertorriqueñas.
La tarea de estas oficinas será hacer un registro de la educación, destrezas, profesiones, capacidades y unidad familiar para buscar establecer un puente, para aquellos que quieran regresar pueda decírseles estos son los empleos que están disponibles, el acceso a vivienda, los accesos educativos, y facilitarles el proceso.
Por su parte, la senadora Rivera Lassén comentó que desde el principio ha estado haciendo campaña en la diáspora, de la cual ha tenido una buena respuesta. “Veo la oficina de la comisaría residente, como dice Juan, como el punto donde se representa a la gente de Puerto Rico, pero a la gente también en la diáspora. Es el espacio de defensa de las causas de Puerto Rico. Así que PRAFA lo que es, es una oficina del bipartidismo. Definitivamente, es una oficina que no debería estar”.
La coordinadora general del MVC dijo que, de hecho, la comisaría residente, la cual existe desde la aprobación de la Ley Orgánica (1911) para gobernar a Puerto Rico, se supone que sea la que representa a la colonia, al pueblo de Puerto Rico, en el Congreso. Incluso trajo a la atención que por eso fue que acudió a la Corte federal, para recordar que ese puesto está regido por esa antigua ley. “Hay que mirarlo: desde su origen era para representar la voz de Puerto Rico en el Congreso. Tiene que incluir la gente de la diáspora porque cada día la realidad es que nuestro pueblo puertorriqueño incluye la diáspora. No solo hay que reconocerlo, hay que validarlo y darle esos espacios. Lo que Dalmau está promoviendo es hacer todo los necesario para que eso se pueda producir”.
Por su parte, el candidato a la gobernación de la Alianza, quien también ha estado visitando universidades en estados Unidos con estudiantes puertorriqueños, expresó que su experiencia es que entre los jóvenes existe un enorme deseo de regresar y de aportar al desarrollo, pero que sienten frustración porque no ven espacios para poder regresar. “Eso es parte de la responsabilidad que tenemos Ana Irma y yo: facilitar el proceso de que esos jóvenes puedan regresar a aportar con sus talentos y conocimientos al desarrollo de un Puerto Rico de la tercera década del siglo veintiuno”.
Además, dijo que se ha reunido con organizaciones más activistas en términos sociales, cívicos, de derechos sociales, humanos y políticos, con las cuales hay un enlace estrecho. En estas reuniones ha estimulado a la gente a solicitar el voto ausente, a que llamen a sus familiares que siguen en la isla “para que se entusiasmen y se llenen de esperanza con la idea de que un cambio posible está al alcance de la mano. Mi experiencia con la diáspora ha sido una de mucha esperanza y mucho entusiasmo con la idea de que esto se puede lograr”.
Dalmau Ramírez compartió la experiencia de su participación junto a Rivera Lassén en el desfile Puertorriqueño, en Nueva York en junio. Aunque pensó que la gente no los iba a reconocer, “me tuve que tragar mis palabras. La realidad es que el cariño, los saludos, el afecto, los abrazos, las fotos de las personas que estaban en toda esa avenida, desde la 42 hasta la 79, fue algo impactante. Esa comunidad en la diáspora está muy atenta a todo lo que está pasando en Puerto Rico. Que haya esa afirmación de podemos, de esperanza, fue estremecedor”.