El proyecto Esencia manipula la información que ofrece a la prensa

Parte de los terrenos. Foto cortesía Guarionex Padilla

 

 

CLARIDAD

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La experta en mercadeo digital con enfoque en responsabilidad social y sostenibilidad, Gabriela Rocafort, catalogó la campaña publicitaria del pretendido proyecto Esencia de campaña publicitaria con información manipulada, términos mal utilizados y argumentos sin base ni fundamentos.

Rocafort, quien fue una de las deponentes sobre la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto Esencia el último día de las vistas de la Oficina de Gerencia de Permisos (OGP), destacó la definición de la ONU sobre lo que es el desarrollo sostenible y la contrastó con la manipulación que hace la publicidad de los proponentes del proyecto Esencia sobre este concepto. De acuerdo con la ONU, el desarrollo sostenible requiere un enfoque integrado en el que se consideren tanto las preocupaciones ambientales como el desarrollo económico. Es decir, que se puedan que satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad o posibilidad de generaciones futuras de satisfacer sus necesidades.

Por consiguiente, el mercado viene obligado a investigar las necesidades de los consumidores y buscar la forma de satisfacerlas con los recursos disponibles, para lo cual se ha desarrollado lo que se conoce como el ‘marketing verde’, que es una perspectiva que pretende respetar y cuidar el medio ambiente a través de cambios en los procesos de creación, promoción y comercialización de productos y servicios, teniendo en cuenta las necesidades de los consumidores.

Esto quiere decir que el desarrollo estratégico de los cuatro pilares del mercadeo —producto, precio, distribución y promoción— se den con base en la importancia de la conservación ambiental que representa soluciones a los problemas actuales y, por ende, tener estas prioridades como punto de diferenciación.

“Sin embargo, vemos cómo en todas las industrias hay ejemplos de cómo se utilizan términos asociados con sostenibilidad de manera incorrecta, imprecisa, y cómo lo que debe ser un enfoque en términos de desarrollo se convierte en una estrategia promocional con una falta de de transparencia, compromiso y responsabilidad atroz, que a diferencia del mercadeo verde se conoce como la técnica del ‘greenwashing’.

Esta técnica, apuntó, representa una completa falta de respeto y una equivocada subestimación de las capacidades de las comunidades de reconocer las intenciones detrás de expresiones que buscan esconder las terribles consecuencias a corto y mediano plazo.

Rocafort cuestionó cómo era posible que el proyecto Esencia produzca videos promocionales afirmando que hay un compromiso de proteger el 70 % del territorio de las especies que habitan allí cuando simultáneamente en los mismos videos y documentos se habla de una distribución absurda de infraestructura y espacios diseñados con técnicas de paisajismo que no reflejan en absoluto esta posibilidad.

Otro cuestionamiento fue el de la propuesta autosuficiencia con la construcción de nueva infraestructura sostenible, que en ningún momento menciona el proceso de construcción, los materiales que se van a usar o la manera en que se implementarán las medidas de sostenibilidad y si estas van a ser impuestas antes y después de la construcción.

“¿Cómo se pueden tomar decisiones con un enfoque inconsciente, y que no afecte la ya vulnerable situación de las comunidades, de acceso a servicios sin planes sostenibles y concretos del uso de agua, energía y manejo de desperdicios, según la información que el mismo proyecto ha divulgado?”

Rocafort remarcó que lo planteado no solo es parte de la DIA, sino que la campaña publicitaria de Esencia utiliza las palabras de sostenibilidad, conservación, ecología, y demás conceptos relacionados, sin dar información de planes concretos. En cambio, manipula información o la omite, lo que no solo es antitético, sino que pone en evidencia la falta de credibilidad del proyecto y sus proponentes.

La activista trajo a la atención que el término sostenibilidad va en dos direcciones: conservación y desarrollo económico. Al igual que otros deponentes, censuró el que el desarrollo económico sea la justificación principal del proyecto. “Aquí llegamos a la pregunta del millón: ¿desarrollo económico para quién?”. Sobre el particular, expuso que en Cabo Rojo, el 50 % de su población está por debajo del nivel de pobreza. Denunció que el promedio anual de los salarios que ofrece la industria de alojamiento y servicios de alimentos, es de $18, 738, lo que es un salario que no responde a la realidad del costo de vida de nuestra situación actual. En el campo de los bienes raíces, el promedio de ingreso anual es de $32 mil anual, por lo que puso en tela de dudas el que se esté hablando de nuevas oportunidades de desarrollo.

“Hablar de desarrollo económico sin considerar todos los factores que amenazan el crecimiento económico de nuestra población, incluyendo acceso a vivienda, transportación, ambientales, servicios básicos, que ya escuchamos cómo es que ese proyecto nos afecta, es una forma de opresión contra nuestras comunidades que no podemos permitir. Y hablar de conservación sin asumir lo que eso, significa, es, una estrategia sucia, que insulta, denigra y menosprecia nuestra capacidad de ver más allá de esta propuesta vacía que nos están presentando”.

De las ponencias presentadas luego de los proponentes representados por la firma Arque Consulting Group, solo tres personas apoyaron el proyecto: el desarrollador Roberto Cacho y los alcaldes de San Germán y Cabo Rojo, Virgilio Olivera y Jorge Morales, respectivamente.

Todas las demás presentaciones ciudadanas y expertas fueron contundentes en contra de Esencia, incluidas las intervenciones de arqueólogos, científicos, ecólogos, ingenieros, planificadores, miembros de sectores religiosos, pescadores, artistas, educadores, agricultores y líderes comunitarios.

La coalición Defiende a Cabo Rojo destacó que el proyecto ha sido rechazado por especialistas de renombre como el arqueólogo Reniel Rodríguez, la oceanógrafa Michelle Scharer, los planificadores Luis García Pelatti y Pedro Cardona Roig, el geólogo Ángel Alicea y los ecólogos Ariel Lugo, Dimaris Acosta, Rafael Joglar y Héctor Quintero Vilella. La Comisión de Derecho Ambiental y Recursos Naturales del Colegio de Abogadas y Abogados (CAPR), también presentó sus objeciones por medio de la licenciada Ruth Santiago. Además, se enviaron a la OGPe más de 100 comentarios escritos en oposición al proyecto, entre ellas, de la Clínica de Asistencia Legal de la Facultad de Derecho de la UPR. Mientras que una petición internacional para detener Esencia ha recogido más de 33,300 firmas.

Durante las vistas, los deponentes ciudadanos expertos en sus respectivas especializaciones documentaron graves violaciones al Reglamento Conjunto de la OGP y al Reglamento 8858 del DRNA. Se presentó evidencia que demuestra la inclusión de información falsa o engañosa en la DIA. En particular, se denunció que el documento indica que el área de impacto directo del proyecto representa solo un 25 % del terreno total. Sin embargo, análisis y evaluaciones presentadas señalan que el verdadero impacto se aproxima al 80 %. Otra información falsa es la afirmación de que el proyecto garantizará acceso público a las áreas costeras. Según el propio documento, todos los accesos identificados son privados. Con relación a la categorización del hábitat, no se utilizó el método establecido por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Al hacerlo de manera correcta, el hábitat es de categoría 3, de alto valor ecológico. Por si fuera poco, el proyecto, incluye materiales incompletos, errores técnicos, imágenes manipuladas, mapas cuyas escalas son incorrectas y la inclusión en los planos de terrenos que no son propiedad de los desarrolladores.

Consultado por CLARIDAD sobre cuánto tiempo se podría tardar la OGP en emitir una decisión sobre la DIA, el planificador Pedro Cardona Roig indicó que en casos similares la agencia se ha tomado entre dos a cuatro semanas en tomar su decisión.

Las vistas sobre la DIA del proyecto Esencia se llevaron a cabo los días 6, 7, 13 y 18 de marzo de 2025 en un salón de la Casa Alcaldía en Cabo Rojo. A la luz de lo vertido en las vistas públicas de la DIA, el megaproyecto no debería ser aprobado por la OGP.

Mientras, la coalición Defiende Cabo Rojo, dio a conocer que luego de las vistas públicas ha activado una jornada educativa y de movilización, con eventos presenciales y virtuales en el oeste, sur, área metropolitana y la diáspora.

 

 

 

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