Fiestas de junio, pandemia y democracia

 

 

Especial para En Rojo

En la América Latina, la amenaza de nuevos variantes de la pandemia impedirá que, aún en este año, la gente se reúna para las celebraciones tradicionales de junio. Sin embargo, en países en los cuales esas tradiciones son más fuertes, a pesar de los cuidados con la distancia física que, con razón, la prevención sanitaria exige, las comunidades encontrarán formas de vivir el espíritu de fiesta propio de esta época.

Estas costumbres tienen origen precristiano como celebraciones del cambio de estación. En Bolivia, Perú y Ecuador, pueblos indígenas celebran el Inti-Rami, la fiesta del Sol, el Año Nuevo Andino. En Brasil, cada región tiene sus fiestas con juegos, bailes y comidas típicas. El hecho de tomar a santos de la Iglesia, como San Antonio, San Juan Bautista y San Pedro, como patrones de esas fiestas está ligado a otros tiempos, pero revela resistencia cultural. Vincula esos santos a la realidad de los pobres de hoy.

En este año, en Brasil, en Chile, en Colombia y otros países, movimientos sociales y mucha gente del pueblo más pobre se han manifestado en las calles por la Democracia y en defensa de la Vida. En todo el continente, la protección de la naturaleza, el cuidado con los ríos, el derecho de los pueblos originarios están siendo ahora más que nunca, amenazados y agredidos. En Colombia, un cartel decía: Si en tiempos de pandemia, la gente sale a las calles a protestar contra un presidente, es señal de que el presidente es más peligroso que la pandemia.

Con esa misma convicción, en Brasil, movimientos sociales del campo y de la ciudad se unen a las juventudes. En el sábado 29 de mayo, hubo manifestaciones en más de 220 ciudades brasileñas contra el gobierno neofascista. Sectores de Iglesias y de la sociedad civil han participado.

Aunque la pandemia no permita que las comunidades puedan reunirse al derredor del fuego, como es costumbre en las fiestas de junio, es urgente que, desde los sectores más pobres se haga cada vez más fuerte el clamor por la Vida y por restituir al pueblo la dignidad de la Política.

Es urgente restablecer una sociedad organizada desde la solidaridad y los cuidados comunitarios. Para los que tienen fe, se trata de señalar lo que los Evangelios llaman el reino de Dios. A su manera y en su lenguaje lúdico, las celebraciones de junio traducen una palabra que los Evangelios atribuyen a San Juan Bautista: «¡Cambiad de vida porque la realización del proyecto de Dios para el mundo está llegando! (Mt 3,2).

El autor es monje benedictino y ha escrito más de 40 libros

 

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