Julia de Burgos
a Hiram Rosado y Elías Beauchamp
Hiram y Elías, dos nombres: dos símbolos heróicos;
Dos pechos que supieron morir con dignidad;
Dos almas valerosas; dos mártires estoicos;
Dos glorias que caminan hacia la eternidad.
Caísteis abatidos por manos homicidas
de seres que han nacido en vuestro propio hogar;
de seres que creísteis hermanos: ¡Parricidas
Que vuestras juventudes no osaron respetar!
Vuestros cuerpos inertes, ya no vibran; se han ido
para siempre, y descansan en connubio silente
con la tierra que abierta presenció la traición.
Y aquí, cada cerebro se agita estremecido
ante el contacto tierno de dos almas valientes
que han señalado la hora de la REVOLUCION.