Los aterradores claroscuros de Ciudad Gótica: The Batman

Especial para En Rojo

           

El género del film noir capta la vida oscura de una ciudad. Así como en la novela de Bruno Soreno, Bar Schopenhauer, que le revela al lector un Río Piedras nocturno de barras frecuentadas por vampiros, los protagonistas del film noir luchan por no perder su humanidad en ciudades anochecidas. Sus personajes son policías corruptos; detectives emocionalmente rotos y abusivos; ladrones enfocados en un último plan para hacer dinero y dejar la vida del crimen; prostitutas cínicas y victimizadas; y mujeres inocentes que esconden un revólver para traicionar a su héroe. Y todos fuman no solo porque el género tiene sus inicios en la década de los 40, cuando nunca faltaba un cigarrillo en la pantalla grande, sino porque las oscuras ciudades retratadas en la pantalla emanaban un atractivo olor a tabaco y alcohol. En uno de mis film noir favoritos, The Asphalt Jungle (dir. John Huston, 1950), la acción comienza con una patrulla que recorre una ciudad al amanecer. Mientras la gente diurna duerme o toma su café, la patrulla corta el silencio con el sonido de su radio que envía una alerta a todas las patrullas. Dix Handley (Sterling Hayden), el único que camina por la calle a esas horas, ve la patrulla acercarse y se esconde detrás de una columna. Mientras el carro pasa, del radio se puede oír la descripción del sospechoso que coincide con Handley. El protagonista es un patán que amenaza testigos y se mueve con la fuerza de un tren, pero que sueña con escapar de la ciudad. Es precisamente en la finca de caballos de su familia que Handley se desploma y muere por un balazo al final de la película. He aquí la maravilla de este filme entre otras joyas del género. El personaje de Dix Handley es un patán que habita “la ciudad bajo la ciudad” (“the city under the city” es el eslogan original de The Asphalt Jungle), pero que la historia logra humanizar con un arco que concluye con su regreso a la infancia en un lugar bucólico justo al final de su vida. La luz coexiste con la oscuridad. Por estas sombras también se mueve el personaje de Batman en su nueva película, The Batman, dirigida por Matt Reeves. La nueva versión moldea una Ciudad Gótica al estilo de un Nueva York donde las sombras amenazan tanto a los inocentes como a los villanos que forjaron su oscuridad.

Esta nueva versión de Batman nos presenta un Bruce Wayne durante su segundo año como el oscuro caballero. Su disfraz es grande, visualmente pesado y lo obliga a moverse lentamente. Es la armadura perfecta para un Bruce Wayne principiante. De hecho, el Batman de Reeves emana lentamente de entre las sombras y delata su agilidad solo cuando pelea contra los criminales. Su lento caminar evoca al monstruoso Michael Myers de las películas de Halloween y es entendible por qué cada criminal mira asustado hacia las sombras de la ciudad. Un detalle que he leído en algunas reseñas de la película es cómo supuestamente no hay una separación entre Bruce Wayne y Batman. Por ejemplo, en la magnífica Batman: The Animated Series, que fue televisada entre el 1992 y el 1995, Bruce Wayne es un risueño millonario cuya inocencia contrasta con la fría humanidad de Batman. Esta representación es muy diferente a la del Batman de la trilogía de Christopher Nolan, donde Christian Bale encarna un Bruce Wayne arrogante que alardea de su privilegio, aunque bajo el oscuro manto se desvive iracundo tratando de proteger la ciudad. El Bruce Wayne de Robert Pattinson es un recluso millonario similar al Howard Hughes de The Aviator (dir. Martin Scorsese, 2004), pero con la vulnerabilidad del inadaptado protagonista de Edward Scissorhands (dir. Tim Burton, 1990). Aunque Reeves no revisita el trágico origen del personaje tan bien conocido por todos, los ojos tristes del Bruce Wayne de Pattinson develan la pérdida de sus padres y la falta de esperanza por una ciudad que se desquebraja a su alrededor. Su Bruce Wayne está emocionalmente exhausto por las sombras de la ciudad, las mismas donde se esconde Batman a la espera de su próxima víctima criminal. Tanto como el Dix Handley de Sterling Hayden en The Asphalt Jungle, Batman es un silencioso tanque de guerra. Una de las maravillas de la actuación de Pattinson es la vida oscura que le da al personaje casi sin decir palabras. La música inclusive añade a la dualidad del personaje ya que por un lado se usa “Something in the Way” de Nirvana, canción perfecta para marcar la angustia de Bruce Wayne y por otro lado, la composición musical de Michael Giacchino con ecos del tema de Darth Vader en Star Wars, compuesto por John Williams, hace de Batman una figura aterradora para el mundo criminal.

Ciudad Gótica le hace honor a su nombre por sus proporciones monumentales y oscuros recovecos anclados en la realidad del Nueva York contemporáneo. Las bodegas, los rieles elevados del tren, las gigantes pantallas de anuncios de Broadway y la 42 e, inclusive, los ataques a la comunidad asiática, entre otras referencias, revelan los peligros e icónicos lugares de la urbe neoyorquina. La oscuridad y los destellos de luz logrados por el director de fotografía, Greig Fraser, hacen de Ciudad Gótica el lugar idóneo para cualquier depredador en busca de su presa. Los claroscuros de Fraser crean el perfecto ambiente donde una intensa pelea en la oscuridad se ilumina por el fuego de los disparos de rifles automáticos. La Ciudad Gótica retratada por Fraser pasa a ser un personaje principal donde cada villano es otro punto reconocible en su panorama y le añaden vertientes interesantes a su bajo mundo. El Pingüino de Colin Farrell, que canaliza al Al Capone de Robert De Niro en The Untouchables (dir. Brian De Palma, 1987); la brava Gatúbela de Zoe Kravitz; el reptiliano mafioso, Carmine Falcone, actuado por John Turturro; y James Gordon, que todavía es teniente de la policía, encarnado por Jeffrey Wright, representan tipos reconocibles en el género del film noir. Sin embargo, el antagonista principal es el Acertijo, actuado maravillosamente por Paul Dano. Su Acertijo es un asesino en serie más claramente inspirado por el John Doe (Kevin Spacey) de Se7en (dir. David Fincher, 1995) y el Zodiac Killer de Zodiac (dir. David Fincher, 2007). Este villano no tiene la comicidad del Acertijo de Jim Carrey, el único elemento que funciona en la terrible Batman Forever (dir. Joel Schumacher, EEUU, 1995). El Acertijo de Dano es un villano aterrador que también se aprovecha de las sombras para atrapar a sus víctimas.

The Batman logra darle una vertiente innovadora a las películas de este personaje. Reeves, que también escribe el libreto junto a Peter Craig, se inspira mayormente en historias gráficas como The Long Halloween, escrito por Jeph Loeb y diseñado por Tim Sale, y Batman: Year One, escrito por Frank Miller y diseñado por David Mazzucchelli. Estos libros tanto como muchos otros sobre el personaje, exploran las habilidades detectivescas de Batman y sus choques con la policía. En la película de Reeves, Batman y James Gordon colaboran para ponerle fin a la corrupción, desenmarañar los círculos de poder en el bajo mundo y detener al asesino en serie que promete limpiar la ciudad de todo oficial corrupto. The Batman es una joya del cine que combina los géneros del film noir y el terror para crear la mejor película de este personaje hasta el momento.

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