A veinte años de su muerte

Edward Said. Foto suministrada

 Le damos nuevamente la bienvenida a las páginas de CLARIDAD esta vez como columnista de «Mirada al País» al compañero Luis Fernando (Peri) Coss. Gracias por decir que sí. amf 

Especial para CLARIDAD

Edward Said murió a la edad que cumplo hoy, 67 años, en el 2003, en la ciudad de Nueva York. Se le considera el más prominente de los intelectuales palestinos y uno de los pensadores de mayor trascendencia en el siglo XX.

Hasta la fecha no he visto en la prensa ninguna iniciativa institucional o formal para conmemorar su legado este próximo 25 de septiembre, a veinte años de su partida. Supongo que vendrán llamados desde la Universidad de Columbia, donde sirvió como profesor desde 1963 y más adelante, como uno de los referentes más importantes en los más diversos temas, entre los cuales destacan: la lucha por una Palestina libre de la opresión israelí, el pensamiento descolonizador, la crítica literaria de clásicos y contemporáneos, y el reclamo de paz en el Medio Oriente. Debemos, además, recordarlo al menos en la Universidad de Puerto Rico donde estuvo de visita en 1991 y compartió tres conferencias.

En notas bibliográficas de alcance público se distinguen diversas publicaciones, lista que nos da una idea de su erudición y alcance como intelectual público. De su erudición en literatura comparada da cuenta, sin duda, su trayectoria como profesor y escritor de innumerables artículos y ensayos. De su influencia en el pensamiento descolonizador global, la crítica destaca Orientalism (1978) y Culture and Imperialism (1993).

Se cumplen también veinte años de su prólogo a la edición conmemorativa del 25 aniversario de Orientalism. Allí reitera con un dejo de amargura, que, a pesar de tantos esfuerzos y tantos sufrimientos, la larga jornada por la libertad de Palestina no alcanza su meta, sino que más bien retrocede. Y va más lejos: I wish I could say that general understanding of the Middle East, the Arabs and Islam in the US has improved, but alas, it really hasn’t.

Para muestra, un botón. Hace unas cuantas semanas, en pleno 2023, el monstruo de la intolerancia levantó cabeza en uno de los pulmones de la academia liberal norteamericana, Harvard, negándosele una cátedra a un prominente defensor de los derechos humanos por declaraciones suyas a favor de Palestina y en contra del apartheid que practica Israel contra ese pueblo. Tras algunas protestas enérgicas de la propia facultad, estudiantes, académicos e intelectuales de toda la nación y el exterior, las autoridades reintegraron a Kenneth Roth, quien dirigió por casi tres décadas –vaya ironía– el Centro de Políticas de Derechos Humanos de Estados Unidos.

Said consideraba la música como una fuente excepcional para promover el humanismo, espacio de la “resistencia definitiva”. Si se quiere conocer algo especial de su temple y sus profundas convicciones, les aseguro que no se arrepentirán de ver el documental “Knowledge is the Beginning”, que protagoniza junto al célebre músico y director de orquesta, argentino y de familia judía, Daniel Barenboim.

Convencidos del potencial emancipador de la música, Said y Barenboim combinan sus talentos para fundar una orquesta integrada por jóvenes músicos residentes en Israel, los territorios ocupados de Palestina y otros provenientes del mundo árabe. El documental retrata ese proceso y durante una hora y treinta minutos se suceden múltiples imágenes que verifican, no sin dolores y tensiones, provenientes precisamente de tantos años de desencuentros, que la convivencia es posible. Solidaridad y empatía que vemos de la mano de dos personas que se desbordan en provocar lo que las armas no han podido: la paz. Aquí el enlace a su versión gratuita:

https://www.youtube.com/watch?v=HIK0jHl5HJA&list=PL29F58696314CA5F5&index=7

Sobre el documental, por último, distingo el gran vuelo artístico del director, Paul Smaczny, quien nos presenta un trabajo paciente que se extiende por seis años, sin perder de vista los gestos, el drama y la alegría contagiosa de la vida cotidiana de jóvenes y maestros, Said y Barenboim incluidos. [Este director tiene otra pieza que recomiendo: “El Sistema”, sobre el maravilloso Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela. Aquí una síntesis de ese documental: [https://youtu.be/JxcLk4uJaIk]

La otra lección de Said que quisiera destacar proviene de otra fuente que tampoco es suya del todo. Son las voces de varios autores puertorriqueños que nos dejan testimonio de lo que significó para ellos su legado. Comienzo por una cita de Arcadio Díaz Quiñones, artículo publicado en 80grados, y cierro con una versión editada de algunos de los testimonios que aparecen en la revista Sargasso, año 2003-2004-II, tomado y revisado de Claridad-En Rojo, 9-15 de octubre de 2003.

A SU MEMORIA

ARCADIO DÍAZ QUIÑONES

¿Cómo dialogan sus reflexiones con el célebre pensador palestino?

“…Durante muchos años él fue profesor de literatura en Columbia University. Al mismo tiempo, su posición crítica y su lealtad a la causa palestina, nada fácil en los Estados Unidos, fueron ejemplares. Said era un intelectual público con intervenciones fuertes y un estudioso muy dedicado. Ya en los años ochenta era uno de los más importantes referentes intelectuales. En su libro Culture and Imperialism abrió nuevas perspectivas sobre el exilio como experiencia transformadora. Ponía el acento en la riqueza cultural que los migrantes de los países dominados, y sus intelectuales, traen consigo a las capitales imperiales, como Paris, Londres o Nueva York. Es poco frecuente, en el mundo académico, esa radicalidad unida a un notable saber. Sin embargo, a pesar de su humor e ironía, en momentos terribles, le oí decir, con pasión: “There are days when one feels like screaming”. Es una frase que he hecho mía. Cada día más.

[Ver: https://www.80grados.net/conversacion-con-arcadio-diaz-quinones/]

GERVASIO GARCÍA

Edward W. Said era de un lugar y de todos los lugares. Sus vivencias multinacionales (un palestino-americano nacido en Jerusalén y educado en Palestina, Egipto, Inglaterra y Estados Unidos) centradas en la lucha de su pueblo por la autodeterminación y el derecho a vivir en tierra propia se reflejan en su vasta obra. A diferencia de muchos académicos, sus ensayos de crítica literaria y de historia de las ideas son saludablemente políticos en la medida que exploran la filiación entre el conocimiento y el poder, entre el lenguaje y la política. En sus libros sobre la cuestión Palestina, es la voz de un pueblo invisibilizado o denigrado por los accidentales. Para Said, la historia del conocimiento del mundo árabe está ligada a la conquista y la dominación e insiste en que la lucha palestina es una lucha entre una afirmación y una negación… Said combatió la tragedia de su pueblo y del mundo árabe frente a la mirada occidental.

MARÍA CRISTINA RODRÍGUEZ

Edward Said, a key figure in contemporary literary theory and criticism, cultural studies, music criticism and Middle Eastern studies. His analyses always situated him to the left of accommodating centralist positions. He debated pollical mand theoretical concepts with Raymond Williams, Terry Eagleton, and Federic Jameson among many others. These are the texts of unconformity, of rigorous analysis, of literary, historical and cultural expressions, of profound and prolonged polemical inquiry. He was an intellectual who never strayed from the daily life of that vast majority who daily struggles to secure food, lodging and employment. […] After feeling a sense of loss by the news of Said’s death, everyone I spoke to had such warm words for him, whether they had known him as part of an audience or through his books and essays. [La profesora Rodríguez coordinó la convocatoria y publicación de estos testimonios en Claridad-En Rojo y luego en Sargasso].

SYLVIA ÁLVAREZ

Más allá de sus decisivos textos, de su admirable compromiso a favor de la paz, a la diversidad cultural y la tolerancia, celebro en Edward Said la valoración que hace del intelectual. En momentos en que se ceba sobre el intelectual la sospecha, la censura y el conformismo y se incita a su farandulización para que quepa en los sanitizados escenarios espectaculares, rescato la voz y el ejemplo de Said que invita al intelectual a ser “mundano”, a estar en el mundo, en función de su voz crítica.

RAFAEL ACEVEDO

Una niña murió de miedo, en brazos de su madre, de madrigada, a los tres años de nacer a la vida mortal, de miedo en un ataque del ejército israelí a un campo de refugiados. Tengo miedo, mamá, y el corazón se quedó quietecito. Poco después Said no pudo más con su sangre que se comía a sí misma. Pienso en las palabras y en los gestos por la paz del respetado profesor. Y en el alma se me marca el silencio de una niña de tres años. Paz, digamos.

[Said murió tras varios años de padecer leucemia].

** Los otros autores incluidos en la citada publicación son: María de los Ángeles Castro, Catherine Den Tandt, Carmen Dolores Hernández, Juan Duchesne Winter, Malena Rodríguez Castro, Nalini Natarajan, Rafael Bernabe, Ian Anthony Bethell, Maritza Stancich, Omar Acevedo Gorrín, Sally Everson y Lowell Fiet.

* Columna entregada el lunes 30 de enero.

 

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