Negra, mujer, sin techo y Trans: Sobre Alexa

Por Yoryie Irizarry/Especial para CLARIDAD 

Hace ya días conocimos a Neulisa Luciano Ruíz, mejor conocida como Alexa. Conocimos de ella mediante una falsa denuncia que se hizo “viral en las redes. El incidente comenzó porque Alexa hizo lo que usted y yo podemos hacer sin ningún problema, entrar a un baño público en un local de comida rápida. Para una persona de las comunidades LGBTQ que llevamos mucho tiempo de activistas fue fácil reconocer los temas habituales que se utilizan contra nosotros, el peligro hacia lxs niñxs, la acusación de pedofilia, la descripción de “un hombre vestido de mujer” también se le dijo, “Infeliz”, “cerdo cabrón”, “sátiro cabrón”, el autor, un hombre blanco heterosexual nunca pudo ver la humanidad de Alexa y se encargó de que nadie la viera. 

Aunque no me cabe duda que el hecho de que Alexa fuera mujer trans fue el detonante del odio de este hombre blanco heterosexual, no me cabe duda que las intersecciones de clase y raza contribuyeron a que 24 horas después Alexa yaciera muerta, vilmente asesinada, en un pastizal de Toa Baja. Escribo esta columna porque para mi es importante que veamos a Alexa en su totalidad, al menos las que son obvias a primera vista, y no como exclusivamente Trans.

Alexa era negra, no me cabe duda que su color de piel hizo más fácil demonizarla y que la gente creyera la demonización y la reprodujera reposteando el escrito original hasta volverlo viral. Está documentado que en Puerto Rico la gente negra vive el racismo en el empleo, en los medios de comunicación, en la escuela, en las tiendas, en la calle, en oficinas de gobierno, en el sistema de justicia, con la policía, en la familia, en las universidades, en el salón de clases, en restaurantes, en el sistema de salud, en hospitales, en sitios de entretenimiento, en eventos culturales, en parques, en playas, y sitios públicos1.  A pesar de esta realidad, no existe política pública alguna para contrarrestarla, ni campañas de información, ni currículos escolares, ni siquiera en la práctica, los gabinetes de gobierno y Juntas de Directores siguen siendo tan blancos como es posible. No hay ni siquiera una cultura de auto crítica e introspección al respecto y la mayoría de la gente que conoce el tema teme hablarlo por temor a perder sus amistades racistas.

Alexa también era deambulante, no digo sin techo, pues ella en realidad viajaba por todos los pueblos. Pero esta es otra realidad de Puerto Rico, donde la falta de leyes fuertes, regulaciones y supervisión estatal, florecen las condiciones para que cada día sean más y más las personas sin techos. El Banco Popular, tan salvaje como el capitalismo salvaje ha reposeído casi el triple de lo que han reposeído otras casas financieras, excepto, el First Bank2. En el 2016 nada más, se reposeyeron 5,554 casas3. Nuestra respuesta ha sido “no ver” ni siquiera los campamentos de personas sin techo que han crecido bajo puentes y otras áreas que pueden ofrecer alguna protección a las inclemencias del tiempo.4 ¿Cuál fue el últime deambulante negro que miraste a los ojos? Al parecer no hay investigación sobre si el color de piel es una causa mayor de deambulancia e indigencia, pero sí sabemos que orientación sexual parece ser la causa mayor de que jóvenes (entre 18 y 24) terminen sin techo en las calles. No pude conseguir datos sobre el racismo en la página de Coalición de Coaliciones Pro Personas Sin Hogar de Puerto Rico, Inc. De la misma forma no encontré las categorías “raza”o “color de piel” en ninguno de los estudios sobre indigencia y/o deambulancia en Puerto Rico que he leído. No sólo no les miramos nosotres, tampoco les miran el color de piel quienes estudian indigencia y deambulismo. Terrible.

Alexa era mujer, y el odio destilado hacia ella incluye el gran número de personas que insisten en utilizar la biología como determinante para la expresión de género. El patriarcado insiste en seguir apropiándose de los cuerpos femeninos y exige aprobar quien puede ser mujer o no, utilizando su obsesión con los genitales como el único marcador que define a la mujer. Esto es transfobia, pero también es misoginia. Me alegro que las organizaciones feministas al denunciar el vil asesinato de Alexa, insistieron en reconocerla como quien ella era, una mujer. 

Me dio mucha esperanza observar que en su nota de duelo la Oficina Legal de la Comunidad, ubicada en la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, haciendo “outreach” se comprometió a que las personas trans que acudan a sus oficinas serán respetadas, se les reconocerá su identidad de género y no tendrán problemas en utilizar el baño apropiado a su género. Me gustaría ver esta iniciativa reproducida por todas las ONG de Puerto Rico y me gustaría un día ver que el gobierno asume e implementa esta misma política.  Nunca estaremos plenamente conscientes de como las instituciones y los edificios institucionales amedrentan a comunidades indigentes, perseguidas y oprimidas en Puerto Rico.

Me uno a la exhortación de que nos miremos todes en el espejo de Alexa y hagamos un compromiso serio de no contribuir a fortalecer ni el racismo ni la transfobia que no toleremos chistes ni prejuicios en nuestros círculos, y que en honor a Alexa presionemos al Gobierno de Puerto Rico a establecer e implementar fuertes políticas contra el racismo, implementar la educación de perspectiva de género en todas las escuelas, en la educación pero también en todas las agencias de gobierno, y que finalmente atienda la crisis de las personas sin techo, para que así un día podamos decir que todes son ciudadanos en Puerto Rico, sin importar su color de piel, su condición económica ni su identidad de género. Forjemos un país diferente. 

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1 https://www.80grados.net/racismo-en-puerto-rico-problema-negado/ publicado 21 julio de 2017.

2 https://www.ocif.pr.gov/DatosEstadisticos/Datos%20Estadisticos/Residential%20Foreclosure%20Inventory.pdf

3 https://www.ocif.pr.gov/DatosEstadisticos/Datos%20Estadisticos/Foreclosure%20Unit%20Residential%20by%20Institution.pdf

4 No menciono las áreas específicas porque generalmente el gobierno las localiza, no para ofrecer servicios, alimentos y techo, sino para desaparecerlas a sitios donde nadie las pueda ver, sobre todo las que están en el área metropolitana.

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