Poesia: Juan Antonio Corretjer

Consuelo Lee y Juan A. Corretjer. Foto Archivo CLARIDAD

 

La Hamaca

Con pluma de colibríes

tejí yo,  para mi amada,

doradas todas las plumas

una suave y linda hamaca.

Y cuando la hube tejido

la colgué bajo las palmas

y me eché a soñar en ella.

(La tejí para mi amada…)

El mundo es de otra manera

En hojas de yerba bruja

bebí, larga y lentamente,

sorbo a sorbo, aquél rocío

hecho de luna clemente.

El mundo es de otra manera

(Un sí es no es, realmente.)

¡Ah palma! Por mi quimera,

a orillas de la cascada,

no eres sueño ni palmera:

Eres mujer: india amada,

para el areyto ligera

como de novia ataviada!

Y en honor a tu belleza,

bien hilado en mi poesía,

me sacaré de las venas

un collar de peonías!

1 abril del 1977 en Homenaje a Francisco Matos Paoli

Inrirí Cahuvial

Envuelta en un remolino

de alas, te vi primero.

Vi el resplandor de tus ojos

y vi tu pelo.

Cabellera de noche clara

con tabonucos vueltos luceros,

vueltos cometas;

y ojos en los que arden llanos y cerros

con quemazones alucinantes

de cucubanos revoloteando sobre un espejo.

Borrando todo sobre mi frente

pasó un recuerdo que ya no era sólo recuerdo.

Llevando todo consigo, todo,

pasó una ráfaga que ya no era tan sólo viento.

Bajo tu pelo, bajo tu frente, bajo tus ojos,

que no eran ojos, ni era ya frente, ni aún era pelo,

sino ramaje, sino rocío que me miraba desde las

                                          hojas,

hacia esa forma que era tu tronco siendo tu cuerpo,

se fue volando lo que yo era, lo que yo he sido:

con las dos alas, y con las uñas, y con el pico del

                                          carpintero.

Muerte

Discurso en Jayuya 30 de octubre de 1977

Entraste por el ojo de la bruma

imperturbable la viril mirada

adonde está el palacio de la espuma

puesto sobre la estela de la nada

que en otra nada más allá se esfuma

sobre una verde nada ilimitada.

Y mientras vas ganando maravilla,

saciándose tu sed de claridades,

y se te desentrañan las edades,

y un nuevo sol desde tu frente brilla:

presos en esta bruma de la arcilla

en la que quedan nuestras realidades,

te perdemos por vastas soledades

mirándote alejar, desde esta orilla!

En la vida todo es ir

En la vida todo es ir

a lo que el tiempo deshace.

Sabe el hombre donde nace

y no donde va a morir.

El hombre que en la montaña

por la cruz de algún camino

oye la voz del destino,

se aleja de su cabaña.

Y prosiguiendo su hazaña

se dirige al porvenir

una esperanza a seguir.

Mas no ha de volver la cara,

pues la vida es senda rara:

en la vida todo es ir.

Miro esa palma que airosa

su corona al sol ostenta

y miro lo que aparenta

la esplendidez de la rosa.

Contemplo la niña hermosa

riendo a lo que le place,

y lo que el viento le hace

a la hoja seca del jobo:

es la vida como un robo

a lo que el tiempo deshace.

Tuve un hermano que dijo:

― “Cuando salí de Collores…”―

Así cantó sus amores

al Valle del que fue hijo.

Una y otra vez maldijo

la gloria que en letras yace,

(en que su nombre renace)

pues que llegó a comprender

lo poco que es el saber:

sabe el hombre donde nace.

No hay más. Un solo camino

que se quisiera tomar,

mas la suerte del andar

maltrata y confunde el tino.

Nadie niegue su destino.

Es que ser hombre es seguir

y un ideal perseguir

por la vida hacia adelante,

sabiendo lo que fue enante

y no donde va a morir.

 

 

Mar Caribe

Desde mi verdinegra serranía

hoy vengo a ti, Caribe soñoliento,

ansioso que me bese el pensamiento

tu boca de limón y travesía.

Una aventura de piratería

corre la nube por tu barlovento,

y ya, a bandera desplegada, lento,

borra el sol tu poniente de sandía.

¡Oh, mundo azul de espuma y claridades.

Esa impávida estrella que ha nacido

de tu líquida frente y las edades

de ignorantes ayeres conocido,

Bayoán domador de tempestades,

no sabes de la muerte ni el olvido!

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