Un contrato leonino firmado por el alcalde de San Juan

 

CLARIDAD

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 El grupo Escambrón Unido denunció que el contrato de arrendamiento de los terrenos del Parque Sixto Escobar firmado por el alcalde de San Juan con Ishay Group para la pretendida construcción de un estacionamiento y otras estructuras es uno leonino.

 Sonia Palacios, abogada que quien junto a otros entendidos examinó el contrato,  puntualizó que en ese documento se hace énfasis en que el mismo tiene un fin público. “Se  repite tanto y tanto que, perdonando la expresión, es como para vomitar. Cuando las cosas son verdad, se dicen. Eso es un hecho y no hay que repetirlo”. El fin público que alega el contrato es que en la medida en que el Normandie se restaure, sea viable y extienda su huella hasta el parque, todo se va a ver más bonito y que el que se vea todo más bonito termina siendo un fin público. Palacios censuró firmemente esta aseveración en la que se olvida que el parque y la playa ya son un fin público.

 Otro aspecto del contrato que dijo considera que raya en la ilegalidad es que el alcalde se compromete a conseguir los permisos que sean necesarios para que el hotel pueda construir y hacer todo lo que entienda sea necesario para obtener las variaciones a la reglamentación que permitan esas construcciones.

Hay que recordar que además del estacionamiento para 500 autos, el desarrollador pretende construir un centro de eventos. “La  pregunta es para qué 500 unidades para un hotel tan pequeño que no tiene 100 habitaciones”. Además, cuestionó la necesidad de un centro de eventos. “La pregunta es por qué no se van al Distrito de Convenciones, a Isla Verde, al Choliseo? ¿Por qué quieren llenar la isla de centros de eventos y quitarnos a nosotros el poco espacio que tenemos para caminar, hacer yoga,  respirar aire, leer, oír el mar y que nos baje la presión?”

En entrevista por separado, el planificador y arquitecto Pedro Cardona Roig, quien también participó de la evaluación del contrato, confirmó que no es habitual que en un contrato un municipio se comprometa a buscar todas las variaciones de permisos que sean necesarias para un proyecto privado: “Eso no es usual, y creo que el contrato es uno que la Oficina de Ética Gubernamental debiera revisar. En un país que tenga orden, correspondería a ellos revisar ese contrato, e igual a la Oficina del Contralor, porque se le están pasando activos de  bienes de dominio público del pueblo de Puerto Rico a un privado. Tiene que haber una defensa y aprovechamiento o beneficio para el pueblo, y esta transacción y ese contrato no lo garantiza”.

Tampoco se sabe cuáles son los tributos que van a pagar ni Ishay ni el operador. Cardona señaló que Las actividades turísticas en Puerto Rico están exentas de patente municipal, por lo que cuestiona de “dónde es que se derivan los beneficios al pueblo sanjuanero y al pueblo de Puerto Rico de esta transacción”.  Este advirtió que el contrato también estipula una serie de condiciones de posibilidad de control de acceso a unos sectores que no son objeto del contrato en que va a mediar pago. Es decir, que el municipio le está concediendo  a Ishay Group la facultad de controlar otros espacios, decidir quién pasa o no y hasta tiene la discreción de cobrar.

Ese  contrato es uno tan tóxico, que le concede al desarrollador un aprovechamiento sobre cosas en las cuales el municipio de San Juan no tiene jurisdicción debido a que son  bienes de dominio público. Es al Departamento de Recursos Naturales a quien le corresponde actuar en defensa del interés público en la evaluación de cualquier asunto relacionado a concesiones y aprovechamientos dentro de ese terreno. Y eso no ha pasado, destacó Cardona.

Contrario a lo que han dicho el alcalde Miguel Romero y Normandie Oz, de la evaluación del contrato se desprende que el Hotel Normandie va a ser transformado para tener apartamentos de lujo, tiendas, cafés y hasta un pabellón de eventos (al estilo de Paseo Caribe o Distrito T-Mobile); que el Municipio pagará la demolición de los bleachers en el lado norte del Parque Sixto Escobar; que la construcción del estacionamiento y del pabellón de eventos será pagado con fondos federales, estatales y municipales, pero será administrado exclusivamente por el Hotel Normandie; que en el diseño del proyecto se ve la intención de apropiarse de un pedazo de tierra y de playa que le pertenecen al pueblo, y que durante el tiempo que dure la construcción, que se estima en dos años, la empresa no pagará los servicios de agua y electricidad. En fin, la construcción del estacionamiento y las otras facilidades limitarán el acceso de  los autos del pueblo al área del Escambrón.

 

 

 

 

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