Especial para CLARIDAD
Este año se cumple el año 35 de la Gran Parada TQLGB+ de Puerto Rico. Estoy usando la T y la Q primero, porque estas son las comunidades que más se afectan por las nuevas políticas discriminatorias del gobierno fascista autoritario de Donald Trump, y de la Trumpista en Puerto Rico, Jennifer González.
Al CLARIDAD pedirme que escribiera sobre la Gran Parada TQLGB[1]+ de Puerto Rico, inicialmente pensé decir que no. Ya he escrito varias columnas sobre la Parada, incluyendo la que el San Juan Star censuró, ya después de estar “emplanada,” cancelando su impresión. Pero las razones sobran y el escenario, gracias al gobierno autoritario de Estados Unidos y la complicidad incondicional del gobierno actual en Puerto Rico.
Pero una mirada al presente muchas veces nos demuestra lo que hemos avanzado. Además de la Gran Parada TQLGB puertorriqueña, la más grande y única parada nacional TQLGB en Puerto Rico, también celebramos el mes orgullo en otros espacios conquistados, pequeños festivales locales diseñados para que comamos, bebamos y celebremos en áreas locales, coloridas; Áreas geográficas en las que tradicionalmente no éramos bienvenidos y que ahora gracias a los esfuerzos de activistas locales, nos abren la puerta. Además, la Gran Parada TQLGB puertorriqueña atrae a personas de las Diásporas Puertorriqueñas en otros países que regresamos todos los años para así poder marchar en nuestra tierra.



Además del crecimiento exponencial de nuestra Gran Parada Nacional, también han crecido nuestras comunidades. Hemos logrado visibilidad en muchos de nuestros entornos. Los proyectos anti-discrimen aprobados en el 2013 bajo la administración de García Padilla, han permitido que mucha gente pueda salir del closet porque hay protecciones, y también han educado a mucha gente de la necesidad de que se nos reconocieran y protegieran nuestros derechos civiles. Claro, la legislación no hubiera sobrevivido, si activistas locales no se mantuvieran vigilantes y en posición contestataria todo el tiempo.
Los medios también han sido un poco más responsables y ahora cuando salen noticias que nos afectan, a diferencia de hace 35 años, buscan también nuestras reacciones. El uso correcto de los pronombres en el caso de personas Trans por los medios noticiosos y algunos programas televisivos, es también una señal de que hemos avanzado.
Políticamente hablando, también la comunidad se ha diversificado. Me atrevo a afirmar que la gran mayoría de los líderes que comenzamos y seguimos organizando la parada por muchos años éramos, y todavía somos de izquierda. Y eso debería quedar meridianamente claro, tanto fuera, como dentro de nuestras comunidades, sin esa base de izquierda, la comunidad tal vez todavía no tuviera parada. Pero también hay ahora mucho liderato, en espacios anti-racistas, en espacios laborales, en espacios anarquistas, ayudando a crear partidos y a forjar alianzas, en espacios públicos y también en el servicio público.
Además de lo que he mencionado antes, también se han diversificado enormemente las expresiones de género. En 35 años nuestro conocimiento de género y expresiones de género ha aumentado enormemente. No es que no existiéramos antes, siempre hemos sido parte de la humanidad, pero ahora podemos explicar mejor, nuestra identidad, nuestra reacción a los mandatos del género y nuestro total desinterés en que sean nuestros genitales quienes dicten como existimos y nos comportamos. Las diversas expresiones de masculinidad o femineidad son tantas como lo es también la visibilidad de las personas de nuestra comunidad que rechazan seguir el modelo normativo de sexo binario.
¿Qué deseo este año para nuestra Gran Parada TQLBG en Puerto Rico? más combatividad. En momentos en que se ha constituido un gobierno muchísimo más autoritario en Estados Unidos, en Puerto Rico estamos mucho más amenazados que en otros tiempos.
No veo una sola decisión del presidente Trump que no nos afecte. Pero si veo que, tal vez, no hemos podido comunicar que esas decisiones nos afectan, como afectan también a muchas otras comunidades. En tiempos de autoritarismo y la amenaza, ya real, de un gobierno fascista, es vital que veamos “nuestra” lucha como una lucha de todes, así como también es vital que otras comunidades en Puerto Rico entiendan que estamos todes en el mismo bote, que necesitamos aliades, pero que también somos aliades. Una visión de Puerto Rico en la que nuestras identidades, no determinan nuestro ser parte de todo Puerto Rico, solo determinan de qué manera nos afectaremos.
El ataque a las comunidades migrantes, nos afecta a todes, las comunidades TQLGB+ también somos migrantes, también tenemos familiares migrantes, amistades migrantes, vivimos en comunidades con migrantes expuestos al odio de Trump y sus colaboradores en Puerto Rico. El ataque a los servicios de salud tan necesarios a todes, también nos afecta, como toda comunidad también vivimos a la merced de que los servicios de salud estén disponibles. No solamente los servicios de salud de afirmación de género, sino medicinas para la diabetes, la larga espera por especialistas, y la necesidad de médicos y personal de salud que nos escuchen y atiendan de acuerdo a su juramento de Hipócrates.
Los recortes a la educación y el ataque a las uniones también nos afectan como a todo el resto de la población, los despidos sin justificación y excesivamente discriminatorios, ya sea por nuestra identidad de género, el color de nuestra piel, o nuestra ideología política, nos afecta como les afecta a todes en Puerto Rico. La pobreza nos tiene con hambre como a tantas otras personas en Puerto Rico.
El fascismo, el racismo y los abusos de poder, de Trump en Estados Unidos y de Jennifer González a quien casi toda la munda ve como una traidora de su comunidad sin importar cuantos hijos o esposos tenga, y su empresa criminal, el PNP, se combaten con lucha y solidaridad. Así que quiero ver una parada combativa, quiero ver una parada anti fascista, quiero ver una parada que deje claro que muchos de nuestros derechos también son los derechos de la gente de nuestro Puerto Rico, y que estamos en pie de lucha, resistiendo y combatiendo, y que en esta lucha no vamos a dejar atrás a nadie, ni de adentro de nuestras comunidades, ni de afuera, la lucha anti fascista es de todas, todos y todes.
El autor es abogado, mediador, fundador de la parada LGTTBQ+en Puerto Rico.
Este artículo se publicó originalmente en la edición impresa de mayo.
[1] Cambio el orden de las letras, poniéndolas en el orden de precariedad del momento actual. No es la primera vez. Al principio el orden era GLBT, se cambió al darnos cuenta que la agenda política del movimiento “oficial” estaba dominada por intereses de hombres gay cisgénero, e invisibilizando las necesidades de las mujeres. El enfoque absoluto del odio del presidente contra las comunidades Trans, merece, de nuevo, otro cambio del orden de las letras.