“Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria.”
Ché Guevara
Especial para CLARIDAD
Sobre la decisiva influencia de la Unión Soviética en el triunfo contra el fascismo se ha escrito mucho, pero mucho también se han mancillado la verdad y a sus protagonistas. En esos intentos descarados de reescribir y borrar la historia, se celebra actualmente en Europa, no ya el Día de la Victoria, por su clara relación con la Unión Soviética, sino el Día de Europa.
Echemos una mirada, no sin antes contextualizar históricamente, a uno de los capítulos más manoseados en la propaganda del capitalismo y el imperialismo con ese propósito, el Pacto de Ribbentrop-Molotov.
Las principales potencias capitalistas europeas, junto a Estados Unidos, urdieron una muy eficaz campaña anticomunista, a lo largo de los años, de la que se hicieron eco sus voceros de la izquierda, los trostkistas, entre otros elementos. Dentro del marco de la Guerra Fría, dicha campaña anticomunista ha “educado” a las generaciones posteriores a la II Guerra Mundial, al punto de que durante las primeras décadas después de la guerra, la percepción general de la población era, fundamentalmente, que la Unión Soviética había sido el principal e indiscutible vencedor. No así en la actualidad, que ya se ha condicionado a la mayoría de la población, para creer que fue Estados Unidos y el resto de los aliados imperialistas.
Esa campaña anticomunista se diseñó con el objetivo de desacreditar y detener el avance del ejemplo de la Unión Soviética, el primer estado proletario de la historia y desalentar y desmovilizar a las clases trabajadoras y a los pueblos coloniales.
Hay varios hechos y circunstancias en concreto, de ejemplos aleccionadores, para ir teniendo una idea de la escala e intensidad de esta propaganda y puntualizar que la primera persona que proclama la ecuación comunismo es igual a fascismo fue, justamente, León Trostky, cuya influencia generó una activa oposición a construir el socialismo en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) durante la década de 1930.
En la II Guerra Mundial, la Gran Guerra Patria para los soviéticos, los trostkistas llegaron a la infamia de fraternizar con las tropas invasoras nazis en Francia. Tanto en Grecia, como en Francia, la resistencia fusila a trostkistas, acusados de ser colaboradores del ejército invasor de Hitler.
Tan temprano como en 1937, Stalin acusó al trostkismo de haberse transformado en «una banda cínica y sin principios de saboteadores, agentes de división, espías y asesinos».2
En 1937 Ho Chi Min instó a no hacer compromisos con los trostkistas y los identifica como colaboradores del colonialismo. Dos años más tarde, el Partido Comunista de Indochina hace un llamado “a barrer a los trostkistas».2
Ya en América, concretamente en la Revolución Cubana, el Ché escribe que “el partido trostkista actúa contra la Revolución».2 En 1966 Fidel acusa al trostkismo de ser “instrumento vulgar del imperialismo y de la reacción”.2
La corriente trostkista patrocinó grupos anticomunistas contra el socialismo en Europa del Este, que apoyaron la contrarrevolución de Gorvachov.
Esas prácticas contrarrevolucionarias del trostkismo, refuerzan la campaña anticomunista del capitalismo y el imperialismo hasta nuestros días. De ahí nuestra insistencia en alertar y denunciarlos donde sea, aquí y ahora, en Puerto Rico, colonia yanqui.
Mirar para otro lado, supondría nuestra complicidad con los planes de la burguesía, el capitalismo y el imperialismo de socavar las justas luchas de las clases trabajadoras y de los pueblos del mundo por su verdadera emancipación e independencia.
Más perentoria se hace esta denuncia, cuando esa campaña de desinformación y deformación de conciencias, junto al resurgimiento del nazifascismo a escala internacional, y sus guerras expansionistas, como vemos en el intento de la OTAN y Ucrania de desestabilizar e invadir el territorio ruso y la ocupación de Palestina y el exterminio de su valiente e indómito pueblo, están vigentes y en pleno desarrollo.
La inmensa mayoría de los créditos bancarios de la Alemania nazi y el principal proveedor de petróleo a esa Alemania y la Italia fascista fue Estados Unidos. Tanto el Reino Unido, como Estados Unidos, financiaron el rearme de Alemania, tras la I Guerra Mundial.
Todo este apoyo del gran capital al nazismo se realizó con el objetivo de promover una potencia bélica que detuviera el ejemplo e influencia del primer proyecto socialista, y además, una potencia que tuviera la capacidad de invadir la Unión Soviética más adelante.
Hecho este énfasis, pasemos al pacto en cuestión.
El 23 de agosto de 1939 los Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética y la Alemania nazi firmaron el Pacto de Ribbentrop-Molotov, en torno al cual se tejió esa maraña de mentiras y distorsión de la verdad contra la URSS, y específicamente, contra la figura de Iósif Stalin, y me explico.
Para empezar, como parte de esa propaganda anticomunista y antisoviética, se ha querido presentar dicho pacto como una alianza.
Nada más lejos de la verdad.
Un pacto de no agresión NO ES UN TRATADO DE AMISTAD, o colaboración entre naciones amigas. Es un acuerdo jurídico internacional entre FUERZAS HOSTILES o PAÍSES BELIGERANTES, y se realiza con el fin de comprometerse a no atacarse ni invadirse mutuamente y GARANTIZAR LA PAZ.
El Pacto de Ribbentrop-Molotov de no agresión entre Alemania y la Unión Soviética no se hizo, como ha difundido la propaganda anticomunista, para que la Unión Soviética y la Alemania nazi se repartieran Europa.
La URSS firmó ese pacto con varios propósitos, y obtuvo una serie de resultados:
- Deshacer la alianza previa entre Alemania y Japón (establecida en el Pacto AntiKomintern de 1936 con el objetivo de agredir a la URSS) e impedir que ambas potencias atacaran en conjunto a la Unión Soviética, lo que logró debilitar las fuerzas fascistas e imperialistas y supuso el triunfo del estado socialista contra la avanzada expansionista e invasión japonesa en la batalla de Jalin-Gol en Mongolia, entre mayo y septiembre de 1939.
- Gracias al Pacto de Ribbentrop-Molotov, la Unión Soviética logró ganar tiempo para poder trasladar sus empresas industriales fuera del alcance de los invasores, con lo que, además consiguió aumentar su producción militar e industrial, hecho que fue vital para vencer al fascismo en la Gran Guerra Patria.
- Otro de los efectos de dicho pacto fue que la URSS pudo recuperar sus territorios del Este de Polonia (históricamente rusos) y que les fueron arrebatados por medio del Pacto Brest-Litovsk de 1918, que el Estado soviético firmó para salir de la I Guerra Mundial.
Una de las falacias ampliamente difundidas en esa propaganda de la reacción y sus voceros, es la supuesta invasión y anexión de las repúblicas bálticas a la URSS, en contra de la voluntad de sus gobiernos y sus pueblos.
La verdad es histórica, no obstante, es otra:
- Cuando los gobiernos democrático-burgueses de Estonia, Letonia y Lituania fueron objeto de la agresión interna fascista que les arrebató el poder, la URSS ingresó a sus territorios con el Ejército Rojo y los expulsó. Esta acción fue posible en virtud de un tratado de cooperación y ayuda mutua económica, política y militar que esos gobiernos habían firmado con el estado soviético, previamente a esa situación.
Es debido a estos acontecimientos y las relaciones de acuerdo mutuo entre ellos y la URSS, que algunas de esas repúblicas solicitaron o aceptaron la propuesta del Estado soviético para ingresar a la Unión con plenos derechos.
Uno de los intentos de esa campaña imperialista y fascista, así como de sus voceros contrarrevolucionarios para atacar al movimiento comunista internacional, de ayer y de hoy, y a la Unión Soviética entonces, ha sido, también, manipular y deformar hasta lo irreconocible, la figura y función de Iósif Stalin.
Para muestra, con un botón basta: consúltese la reciente resolución del Parlamento Europeo de 2019, que tiene la bajeza de titularse “Sobre la importancia de la memoria histórica europea […”] en que, entre otras cosas, comparan e intentan equiparar ¡a Stalin con Hitler!, e igualan las dictaduras fascistas de la época con el gobierno proletario de la Unión Soviética.
Otra de las muchas calumnias que se han propagado, ha sido querer adjudicar un papel de dominio e interés expansionista a la contribución que hizo la Unión Soviética en la Guerra Civil española, específicamente, a su apoyo solidario a la lucha de la República.
Como hija, nieta y sobrina de sobrevivientes, prisioneros políticos y asesinados en esa guerra puedo dar fe del testimonio de mi familia de ese lado del océano. Y sé de la preciosa, indispensable, fundamental y solidaria aportación del Estado soviético, de su presidente, Iósif Stalin y de su generoso y heroico pueblo para detener al fascismo genocida del traidor e insurrecto Franco y su camarilla de criminales, asesinos, saqueadores y torturadores.
Los incansables e incontables esfuerzos de la Unión Soviética se materializaron en armamento, aviones, tanques, bombarderos, carros blindados, artillería, fusiles, municiones, asesores y especialistas militares, tanquistas, pilotos, radiotelegrafistas, voluntarios del pueblo soviético, entrenamiento militar, técnicos, combustible, mercancías industriales, ayuda humanitaria, como víveres, ropa, medicinas, entre otras cosas, para que el lado legítimo, el escogido abierta y democráticamente por el pueblo español, mediante elecciones nacionales, el lado republicano, alcanzara el triunfo en esa guerra tan atroz y desigual.
Una de las ayudas que el Estado soviético prestó al lado republicano fue la acogida de niños españoles en escuelas-internados en la Unión Soviética.
Mi padre me llegó a contar que mis abuelos, en su momento, ponderaron esta alternativa para él y el resto de sus hijos, lo que incluía la posibilidad muy real de separar a la familia para siempre.
Decidieron, finalmente, enfrentar juntos, como familia, lo que les deparara el destino.
Y para finalizar, celebrar este pasado 9 de mayo la innegable, aplastante, suprema Victoria del Ejército Rojo en la Gran Guerra Patria y del aguerrido pueblo ruso y sus dirigentes, con el sagaz y visionario Iósif Stalin al comando, no es, como se ha expresado en la mezquina y perniciosa propaganda anticomunista, con absoluta banalidad, hacer una apología de éste.
Es, simple y llanamente, reconocer que el sacrificio sublime de sus cerca de 28,000,000 de héroes y heroínas no fue en vano y salvó a la humanidad de aquel entonces.
Ponernos del lado de la verdad, nos conduce, inevitablemente, a agradecer el sacrificio que hoy, una vez más, hace el pueblo ruso para desnazificar al mundo.
La autora posee: M.A. Historia, Universidad Nueva York en Buffalo; B.A. Ciencias Sociales, Universidad de Puerto Rico
Fuentes y referencias:
1.Pacto de Ribbentrop-Molotov, el Pacto de NO Agresión entre la URSS y la Alemania nazi
Oier Pérez Mancisidor. Video, Red Planeta, 2021.
2.El verdadero rostro del trostkismo -Historia de una farsa-.
José Antonio Egido.
Diario La Matanza.
De Rebelde a Revolucionario, 4-X-2019.
3.Magdalena Iranzo Berrocal. Asesoría: Memoria histórica revolucionaria.
Medios de comunicación antiimperialistas.
4.Historia del movimiento comunista.
Trabajadores y Estudiantes Comunistas por el Cambio Social.
5.Rusia y China, ¿son o no son imperialistas?
Ermelinde Malcotte y Txema Sánchez. Tertulias Antiimperialistas.
Informe 127. Video, VII-2022.
6.La encrucijada rusa.
Ángeles Maestro.
Insurgente -Diario de contrainformación. VII-2023.
7.Resolución del Parlamento Europeo.
2019/2819 RSP.
8.El papel desempeñado en la Guerra de España por la Unión Soviética.
Ángel Pasero Barrajón.
Rebelión, revista digital. 29-VII-2017.