Andando de la mano de yeso de Pazuzu en The Exorcist y Talk to Me 

 

 

Especial para En Rojo

 

En un principio, la orbe oscura que mancha el ambiente de gris se torna gradualmente en el sol que asocias con el calor del desierto. El cura septuagenario, aunque su actor está en los cuarenta, intuye que encontró algo poderoso. Con mirada confusa, el hombre contempla por encima del abismo la estatua de un demonio. Los gruñidos de perros rabiosos y el vendaval son la banda sonora que invaden tu sala durante la confrontación inicial entre el padre Merrin (Max von Sydow) y Pazuzu en The Exorcist (dir. William Friedkin, EEUU, 1973).

Décadas después, la cámara sigue de cerca a un joven que irrumpe en una fiesta. Aunque no estés presente, dejándote llevar por la concurrencia, sabes que el ambiente huele a alcohol y marihuana. El joven busca desesperadamente a su hermano. Cada puerta cerrada del pasillo de la casa esconde adolescentes que quizás tropiezan en sus primeras experiencias sexuales. No lo ves, pero lo intuyes. El hombre llega ante una de las puertas y arremete contra ella. Su hermano está al otro lado. ¿Se estaba haciendo daño? No lo sabes porque el joven apresuradamente empuja a su hermano hacia la salida de la casa. Antes de salir, el joven se detiene y condena a los testigos que, fascinados con la escena, graban el incidente con sus celulares. Te preguntas, ¿de qué está salvando el joven a su hermano? ¿Por qué nadie suelta su celular para ayudarlos? Pero no puedes responder porque las cuchilladas los sorprenden a todos al comienzo de Talk to Me (dirs. Danny y Michael Philippou, Australia, 2023).

Las secuencias iniciales de The Exorcist y Talk to Me revelan que el enfoque de los directores y escritores trasciende un superficial intento de asustarnos. Es claro que el género sólo funciona si inspira un horror que obliga a taparnos los ojos. Inclusive, una buena película de horror hace nefasto este impulso ya que los monstruos y el gore se hacen insoportables en nuestra imaginación. Ambas películas cuentan con escenas que te llevan a cerrar los ojos, aun sabiendo que no hay escapatoria de lo monstruoso. Estas tratan la posesión demoníaca como una metáfora de las ansiedades asociadas a la pérdida de la fe y a la experimentación adolescente con el peligro.

En The Exorcist, Chris McNeil (Ellen Burstyn) es una actriz de Hollywood que sufre por encontrar una explicación a los cambios espantosos de su hija preadolescente, Regan (Linda Blair). Es evidente que la madre ha provisto a Regan con todo lo necesario para una infancia feliz. No obstante, la adolescencia invade el cuerpo de Regan en la forma de una posesión demoníaca. Con la misma carga aterradora con la que Carrie (Sissy Spacek) recibe la regla rodeada de las burlas de sus crueles compañeras de clase en Carrie (dir. Brian De Palma, EEUU, 1976), el cambio de Regan se hace real cuando ella se penetra violentamente con un crucifijo y cuando asesina a un hombre empujándolo por la ventana de su cuarto. De Palma y William Peter Blatty, que es el libretista y autor de la novela, capturan el terror que sienten los adultos ante el posible despertar sexual de una niña. Por esto, el horror está en cómo el demonio, que interpretamos como masculino, pervierte el cuerpo y mente de la inocente.

The Exorcist no solo refleja las tensiones de una madre ante la experiencia de su hija, sino que también adentra en la pérdida de la fe de un cura. Después de haber visitado a un sinnúmero de doctores para identificar el mal que afecta a Regan, Chris busca el consejo del padre Karras (Jason Miller), que también es siquiatra y que se ha dedicado a la educación. Karras sufrió la pérdida de su madre y el trauma lo ha llevado a cuestionar su fe. Aunque en su interacción inicial, Karras le afirma a Chris que él no cree ni en la posesión ni en los exorcismos, su primera visita a la casa de Regan lo hace repensar sus dudas y creencias.

Talk to Me también trata el tema de la posesión. En este caso, no es la posesión de un demonio, sino de los espíritus que han sufrido muertes traumáticas. En vez de Pazuzu, los espíritus malignos de Talk to Me ansían encarnar un cuerpo joven para quizás regresar a la vida o para posiblemente torturarlo hasta la muerte. La protagonista, Mia (Sophie Wilde), que perdió a su madre hace unos años, entra en este mundo de posesiones cuando va a una fiesta con su mejor amiga, Jade (Alexandra Jensen). El evento principal de la noche es una mano de yeso cubierta en firmas y fechas, posiblemente de fiestas anteriores, que descansa en una mesa de centro. Los jóvenes se arremolinan alrededor de esta y se preparan para el primer voluntario que tomará la mano. Hayley (Zoe Terakes) y Joss (Chris Alosio), que han convocado la reunión, explican que bajo el yeso hay una mano de un médium o un satanista (no están claros de cual), que es la fuente de su poder. Para experimentar la posesión, el voluntario debe tomar de la mano y decir “talk to me.” Luego, delante del espíritu desencarnado, el voluntario debe afirmar: “I let you in.” Es entonces cuando el poseído siente una excitación inexplicable que se asemeja al éxtasis de una droga.

Talk to Me también refleja las ansiedades que sentimos los adultos ante los riesgos que toman los adolescentes. La madre de Jade, Sue (Miranda Otto), es una madre divorciada que tiene una relación amistosa con sus hijos. Aunque Sue bromea advirtiéndoles lo que les espera si hacen una fiesta, sus chistes demuestran su preocupación sobre lo que pueden ser capaces los adolescentes. Su hijo menor, Riley (Joe Bird), está en su adolescencia temprana. La inocencia infantil de Riley recuerda la de Regan en The Exorcist, convirtiéndolo en presa fácil para los espíritus que los observan a través de la mano de yeso. Todo se complica cuando Mia se obsesiona con ser poseída en la búsqueda por su madre muerta. Esta obsesión impacta a la familia de Sue y es una metáfora de la adicción ya que Mia se deshace física y emocionalmente ante el gozo de la posesión. Tanto como el padre Karras, Mia busca una explicación a su tragedia, pero ella busca a su madre a través de la mano de yeso.

The Exorcist refleja una serie de búsquedas que giran en torno a la fe. Para Karras, la culpabilidad que siente por no haber hecho lo suficiente por su madre y el desamparo que soportó ante un dios ausente en el momento más difícil de su vida, lo llevan a cuestionar sus creencias. El viaje de la madre de Regan es opuesto al de Karras ya que Chris pone en duda todas sus creencias en la ciencia por la desgracia de su hija. Esa imagen inicial de Merrin y la estatua de Pazuzu, que presagia el choque final entre el cura y el demonio, demuestra que el enfrentamiento a lo sobrenatural es un viaje individual. Cada personaje reacciona de maneras muy particulares en su búsqueda por una explicación. Por otro lado, Talk to Me constantemente resalta la necesidad de los adolescentes en la película de encontrar el apoyo de una comunidad. Estas comunidades pueden ser tan desensibilizadas como los jóvenes de la secuencia inicial que se limitan a grabar con sus celulares la tragedia de sus amigos. En el caso de Mia, ella no solo busca escuchar la voz de su madre de nuevo, sino también encontrar un apoyo en sus amigos por el terror de lo que está pasando.

The Exorcist es una de las obras maestras del cine. La combinación de la música de Mike Oldfield, los efectos especiales de Marcel Vercoutere, el maquillaje de Dick Smith y la cinematografía de Owen Roizman nos alteran con imágenes que dejan huellas profundas en la siquis de todo espectador. Talk to Me es la ópera prima de los hermanos Philippou, mejor conocidos por sus videos jocosos de YouTube. En su debut, los Philippou demuestran su control del medio. Ambos crearon una joya de cine de horror independiente manteniendo las maravillosas aportaciones de un cast predominantemente compuesto por actores jóvenes desconocidos. Estas películas no abaratan sus historias con jump scares (escenas que hacen brincar de un susto), sino que su horror conecta con las necesidades y cuestionamientos más profundos de la humanidad. (Pueden alquilar The Exorcist en cualquier plataforma de streaming)

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