Cine en pantalla grande: Spencer y Belfast

 

En Rojo

 

Puedo fácilmente devorar uno o dos filmes por día—aparte del bingeing de series—por streaming, pero es difícil ver más de dos filmes en pantalla grande a menos que estemos hablando de festivales de cine donde ver filmes ocupa todo nuestro tiempo. Así que cada ocasión que tengo de ir a la isla (Puerto Rico) trato de ver 2 filmes en pantalla grande a menos que, como me sucedió la semana pasada, en lugares como Plaza las Américas, decidan cancelar sin avisar, la 1era tanda del filme que NO pude ver: House of Gucci.

Spencer

Director: Pablo Larraín; guionista: Steven Knight; cinematógrafa: Claire Mathon; elenco: Kristen Stewart, Sally Hawkins, Timothy Spall, Jack Nielen, Freddie Spry, Jack Farthing, Sean Harris, Stella Gonet, Richard Sammel, Amy Manson.

Cómo ciertas mujeres se convierten en personajes míticos e históricos puede haber sido estudiado y debatido, pero es uno de esos misterios que contribuyen a su permanencia. Pensemos en Maria Callas, Jackie Onassis y por supuesto, Diane princesa de Wales. Fueron figuras públicas con diferentes versiones de una misma historia; acosadas por la prensa casi a nivel de explotación; defensoras de su intimidad y dispuestas a crear una imagen pública que escondiera su realidad diaria. El director chileno Pablo Larraín utiliza en Spencer un acercamiento similar al de su filme Jackie (2016), una figura pública compleja y enigmática por defender su privacidad. Reduce el alcance de la figura pública a un momento en particular y un lugar específico. En Jackie es una entrevista luego del asesinato de JFK ya lejos de la Casa Blanca con todo su simbolismo. En Spencer es en el lugar de reuniones familiares de la familia real en Sandringham donde celebran el tradicional rito de la Navidad. Pero ese espacio se reduce cuando Diane no solamente busca excusas para no presentarse a las cenas, intercambio de regalos y actividades familiares, sino que decide explorar sus recuerdos de la niñez en la antigua residencia (ahora clausurada) de la familia Spencer, la suya, quizá lo único que puede reclamar en este ambiente donde ella es tan solo parte de “la corona”, como bien nos indicó la excelente serie “The Crown”.

Desde que llega—tarde, por supuesto, como desafío a la autoridad real—se le exige que cumpla sus funciones como esposa del heredero al trono. Todo está programado y Diane expresará su rechazo al no comer y vomitar todos los suculentos platos que la tropa de cocineros prepara con tanta precisión. Sus hijos, William y Harry, ya alejados de su madre como es la costumbre de crianza real, comparten su felicidad al expresarse y moverse libremente, pero se preocupan que su comportamiento la aparte de ellos. Diane siente que todas las ayudantes a su alrededor la vigilan y no la dejan respirar ni expresarse, Excepto Maggie (maravillosamente interpretada por Sally Hawkins), que puede ser una genuina acompañante o una fantasía para mantenerla a flote. Todo el elenco sobresale por precisamente darle el espacio a Diane (Kristen Stewart) para expresarse y sentir que todavía puede encontrar quién es ella y trazar su propio camino.

Belfast

Director, autor y guionista: Kenneth Branagh; cinematógrafo: Haris Zambarloukos; elenco: Jude Hill, Jamie Dornan, Caitriona Balfe, Judi Dench, Ciarán Hinds, Lewis McAskie,

Belfast es una historia muy cercana a la niñez de Kenneth Branagh, el reconocido y elogiado director y guionista irlandés/británico (por ser de Irlanda del Norte y no de la República de Irlanda). Por eso dedica el filme a los que se quedaron en Belfast a pesar de la tensión, peligro y conflicto continuo entre protestantes (Unionists) y católicos (Nationalists) y la intervención partidista del ejército británico, pero también a los que decidieron reubicarse para proteger a sus familias y ofrecerles una posible normalidad sin violencia. La historia la cuenta Buddy (Jude Hill), el chico de nueve años, que vive con su madre/Ma (Caitriona Balfe), su padre/Pa (Jamie Dornan) que trabaja en Londres y regresa cada dos semanas o cuando cumple su contrato, su hermano adolescente, Will (Lewis McAskie) y con los abuelos que viven casi al lado, Granny (Judi Dench) y Pop (Ciarán Hinds). Considera su calle y el perímetro donde juega, corre y conoce a todo el mundo como su hogar y área protegida. Pero en agosto de 1969 cuando la enemistad y los conflictos entre protestantes (la mayoría) y los católicos se vuelve un problema político, se obliga a los niñxs y adolescentes a repensar sus relaciones sociales: ¿por qué no puedo jugar, visitar y salir con esa familia si siempre lo hemos hecho? ¿Por qué hay que saquear esa tienda si siempre hemos comprado ahí? Y desde la iglesia, los ministros utilizan el púlpito para sustentar esa separación.

Por más que Ma, Pa, Granny y Pop traten de explicarle a Buddy que nada ha cambiado, que los vecinos que han conocido toda la vida siguen siendo los mismos, que nadie es mejor que nadie, que la religión que se practica no debe dividir el afecto que se tienen, él está lleno de dudas y miedos ahora que todos parecen haber cambiado su manera de tratarse y la violencia invade su espacio. ¿Cómo entender que la propuesta de su padre de mudarse de Irlanda del Norte—y específicamente de Belfast—es la mejor decisión para su seguridad y su futuro? ¿Cómo aceptar que la gente a su alrededor ha cambiado y ya no existe la confianza de antes? ¿Cómo dejar atrás lo conocido y querido sin sentirse solo, extraño y desprotegido? Para una visión similar, pero desde la adolescencia y con un sentido de humor para ofender a todxs, la serie “Derry Girls” (2018-2019) también recoge muy bien la experiencia de la época conocida como “The Troubles” (1960-1998) que tuvo un saldo de más de 3,500 asesinatos, 52% civiles.

Artículo anteriorCrucigrama: María Bibiana Benítez
Artículo siguienteSerá otra Cosa: Una historia del mas allá