Dos libros una ruta: la independencia y la soberanía del archipiélago de Puerto Rico 

 

martha.quinones@upr.edu

Como economista y planificadora no había visto un libro que se atreviera hablar de un Puerto Rico soberano e independiente, próspero y equitativo y que propusiera un modelo de desarrollo, como hace Javier A. Hernández. En sus libros Desarrollo y Prosperidad: el éxito económico en un Puerto Rico soberano y Puerto Rico: El caso económico de la soberanía explica en detalle cómo Puerto Rico puede transformarse de una economía colonial-dependiente-corrupta y en bancarrota en una economía próspera, con los poderes de la soberanía, aunque también señala “ya sea como una nación independiente o una nación soberana en una relación de libre asociación con los Estados Unidos.”

Hernández que no es economista sino filólogo, educador y empresario puertorriqueño radicado en EEUU, se ha dedicado a estudiar otros modelos y políticas exitosas de países soberanos pequeños. Utilizando los datos de la Junta de Planificación, el Instituto de Estadísticas y Hacienda explica “cómo Puerto Rico podrá generar miles de millones en ingresos adicionales para operar su gobierno nacional y también financiar proyectos y oportunidades de desarrollo socioeconómico que harían de Puerto Rico una potencia económica regional en el Caribe y América Latina”.  Sí, somos un país que produce riquezas, pero somos saqueados, se extrae riqueza y se genera pobreza y dependencia que no permite el desarrollo y además de ser un país dominado.

Bravo por Javier Hernández que se atrevió a decir lo que nosotros no nos atrevemos, en especial con sencillez y valentía, Puerto Rico puede y debe ser libre y soberano para crear la economía nacional exitosa que merecemos.

Podemos estar de acuerdo o no con algunas de sus propuestas, pero lo cierto es que es un documento para estudiar, analizar, discutir y debatir sobre la propuesta para una República del Archipiélago de Puerto Rico y su viabilidad económica y social. Su propuesta es refrescante, da esperanzas y dice que si podemos ser libres y soberana y contesta la pregunta que tanto mortifica ¿de qué viviremos en la República de Puerto Rico? De lo que viven muchos países de su trabajo e ingenio para articular una propuesta de país.

Puerto Rico es actualmente pobre y carece de un desarrollo económico y social adecuado, pero ¿quién controla actualmente la economía y los puertos de entrada de Puerto Rico?, los EEUU. El dedo en la llaga, identificando el problema colonial-dependiente-corrupto estructural, la colonia, y la causa el control de la economía y política por EEUU, las consecuencias un país pobre, explotado, mendigo de fondos federales del Congreso y en bancarrota tratando de levantarse económicamente. Poco a poco fue preguntando a algunos economistas puertorriqueños, leyendo, investigando, discutiendo para establecer su propuesta: “un plan nacional integral de desarrollo fiscal y económico y políticas modeladas en los principios del capitalismo de Estado y el libre comercio” que convertirá a Puerto Rico en una república libre y democrática y en uno de los países más ricos del Caribe y América Latina.

Discute el problema de la dependencia colonial señalando lo que envía EEUU a Puerto Rico como “ayuda federal” y “lo que se lleva a través de importaciones estadounidenses impulsadas por el mercado cautivo, fuga de capitales sin impuestos y los onerosos costos de la Ley Jones”. Señala que el “régimen colonial de Estados Unidos crea la pobreza y luego dice que Puerto Rico es demasiado pobre para ser libre”. Y utilizando la forma en que se manejan y administran las repúblicas pequeñas del mundo para romper mitos y educar señalando que con las “propias políticas integradas de aduanas, aranceles e inmigración en todos sus puertos de entrada, podría generar aproximadamente $ 12.5 mil millones al año, bastante bueno si se considera que todo el presupuesto operativo del gobierno colonial del Estado Libre Asociado es de aproximadamente $9 mil millones”. De igual forma propone y articula diversos proyectos en sectores económicos estratégicos para generar producción, crear riquezas que se distribuyan equitativamente y que fomente calidad de vida, proveyendo para ofrecer servicios esenciales universales y fomente otras actividades que generan crecimiento.

Discute cómo el gobierno colonial-dependiente-corrupto y la antidemocrática Junta de Control Fiscal, igualmente colonial y corrupta, destruyen ese potencial de desarrollo al destruir la educación, la universidad y los servicios esenciales para el desarrollo, creando pobreza y subdesarrollo. Pero para ser “una nación rica y económicamente poderosa”, no podemos ser colonia, debemos lograr la soberanía y la independencia.

Los libros Desarrollo y Prosperidad: el éxito económico en un Puerto Rico soberano y Puerto Rico: El caso económico de la soberanía son para educar al pueblo puertorriqueño y al mundo sobre los beneficios, oportunidades y el potencial económico que tiene Puerto Rico. En especial darle una herramienta poderosa a los/las/les independentistas para desarrollar la patria que queremos. Va trazando el camino de la soberanía y el desarrollo económico, argumenta la ventaja que constituye ser un país pequeño y cómo otros países están aprovechando “sus ventajas geográficas, políticas, económicas y de capital humano para ser países influyentes en la economía internacional”. Estos libros muestran el camino hacia la libertad y plena soberanía de Puerto Rico para asegurar su futuro como nación y su éxito económico en el mundo.

¿Qué debemos hacer? Estudiarlo, mejorarlo, insertar otras ideas, descartar otras, discutirlas y comenzar a retar la actitud colonial de “algunos puertorriqueños” que favorecen la estadidad, el estadolibrismo actual y la dependencia y mostrar que existen alternativas. Comenzar a educar sobre un Puerto Rico soberano e independiente donde los “los días de la pobreza colonial, el subdesarrollo y la mendicidad de fondos federales del Congreso habrían terminado”, donde podemos ir articulando el modelo de país que queremos con propuestas y proclamar la independencia y plena soberanía. Recuerda EEUU proclamo la independencia y luego fue tras de ella. Ya no es una utopía, es una posibilidad. Comencemos a construirla.

 

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