El Topo en la Sala Sinfónica

Se apagan las luces. El actor y declamador Antonio Fornaris, a un extremo del escenario, leyó una nota del poeta Francisco Matos Paoli sobre El Topo. Terminada esta lectura, la niña Olimpia Anibaldi Sáez, biznieta de Matos Paoli y de Isabel Freire, poeta y educadora, entró por el lado izquierdo del escenario interpretando con dulce voz y “a capella”, ‘Verde Luz’.

Verde luz de monte y mar,

isla virgen del coral,

si me ausento de tus playas primorosas,

si me alejo de tus palmas silenciosas,

quiero volver, quiero volver…

La niña paró de cantar por un momento y el público, poseído por la tonada del segundo himno de la nación puertorriqueña, siguió la canción. Desde el otro lado del escenario salió don Antonio Cabán Vale, El Topo. Este tomó su guitarra y comenzó a cantar junto a Olimpia y el público.

Fue una tarde de música y poesía, al ritmo de la danza, el bolero y la plena. ‘Soy Boricua’, ‘Donde vas María’, ‘Lluvia Cantarina’, ‘Antonia’, entre otros éxitos, resonaron en la Sala Sinfónica Pablo Casals del Centro de Bellas Artes. Al final, un seis chorreao .

La voz de un hombre sobresalió de entre la multitud “¡Bravo Topo!”.

Terminado el primer bloque de canciones, El Topo salió de la tarima. Todo quedó oscuro. repentinamente, una luz tenue resaltaba a un extremo del escenario a Kamel Missaghian, quien tocaba una melodiosa versión instrumental de ‘Verde Luz’ con su salterio. Mientras tanto,  Fornaris declamaba “Prólogo”, el primer poema del Topo.

La banda de músicos dirigida por el maestro Carlos “Tato” Santiago en el piano, tomaba un receso luego de la extraordinaria introducción a la celebración de El Topo y su Verde Luz.

Entre los artistas que participaron estuvieron el duo guaniqueño Flor de Viento, interpretando los temas ‘El día que tu te fuiste’ y ‘Un café de estudiantes’, canción que Cabán Vale dedicó a su primera compañera Carmen, al igual que el poema ‘Paisaje desolado’.

También, participó un trio de violines que interpretó una versión instrumental de la canción ‘Me la paso pensando’, al mismo tiempo que que Fornaris leía el poema ‘Punta Arenales’. Yolanda Díaz, la productora del evento luego me confesó que esa era su canción favorita, y aunque Cabán Vale no la quiso cantar se las ingenió para incluirla en el programa del evento.

Su hijo, Adeán Cabán Butter, también músico y productor discográfico, cantó ‘Tu mano canción’, ‘De ti me alejé’ y ‘El alacrán colorao’, su favorita de pequeño.

Antes de terminar el último bloque de canciones, Danny Rivera subió al escenario para dedicarle unos versos a Cabán Vale y cantar la danza ‘Tu vives en mi pensamiento’. Los versos decían:

Bardo de mi pueblo

Poeta de mi tierra

Nos descubres cuando escribes

Poemas de identidad

Porque Antonia vive en la memoria patriótica

Bañada de recuerdos del verde luz de mar

Todos cantando tus sentimientos y canciones

Para no olvidar jamás quienes somos…

Solina, solina

Las manos del campo

Y verde luz, el himno que nos pone a llorar…

Para cerrar el espectáculo llegaron de sorpresa Alberto Carrión, José Nogueras y Andrés Jiménez “El Jíbaro” que junto a Rivera, Adeán y El Topo cantaron Verde Luz una vez más.

El Topo no pisaba el escenario desde el 2004, pero el pasado domingo, 14 de octubre de 2018, intervino con esa racha en un concierto histórico en la Sala Sinfónica Pablo Casals.

El cantautor se estará presentando el próximo miércoles, 24 de octubre, en la Conmemoración del Aniversario de la Masacre de Río Piedras dedicado a la prisioneras políticas Nina Droz y Ana Belén Montes. El acto se celebrará en el cruce de la calle de los Mártires y la calle Robles en Río Piedras.

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