Especial para CLARIDAD
La obra de base de la organizadora comunitaria en el Sur del Bronx, Evelina Antonetti, ha sido llevada a las tablas en una obra de teatro para todas las edades, “Titi Strikes Back, Evelina’s Return” (“Titi vuelve a golpear: El retorno de Evelina), estelarizada por la actriz, declamadora y escritora Sandra Nia Rodríguez, actualmente residente en Puerto Rico, Sonia Mera y Ana García, bajo la dirección Alejandra Ramos Riera y producida por Yvette Martínez.
Sobre las tablas Evelina regresa desde el cielo para celebrar el centenario de su nacimiento. En el cielo había sido cuestionada sobre los métodos que empleó para hacer justicia para su gente y aprovecha su retorno para aclarar a los incrédulos sus métodos y lo que lograron. En el proceso concientiza a una joven inocente en cuestiones de lucha que trabaja de conserje en una escuela que Evelina organiza. En la obra, Ana “Rokafela” García asume el papel de la conserje incauta con maestría y de manera comiquísima.
Evelina Antonetti fue una gran dirigente comunitaria en el Sur del Bronx de Nueva York admirada y venerada ampliamente en la diáspora desde 1965 cuando fundó la organización Padres Unidos del Bronx que dirigió con gran impacto cuando el Sur del Bronx ardía. Como testifica el nombre de la organización la misma concentraba en los derechos de los niños(as), en particular su educación bilingüe, a través de la organización de sus padres y madres.
Era el momento en que esa comunidad estaba entre las más pobres en Estados Unidos, y Evelina, independentista además, luchaba por la justicia social con arrojo y verticalidad. Se ganó de las estructuras de poder de la ciudad de Nueva York el nombre “Hell Lady” (La Señora Endemoniada) porque era una batalladora literalmente temida por las jerarquías que dispensaban fondos para los programas comunitarios en un momento en que caseros inescrupulosos descuidaban sus destartalados edificios de apartamentos y hasta dejaban que ardieran para cobrar seguros.
Como resultado el Sur del Bronx se convirtió en un lugar que asemejaba una zona de guerra cuando crecía y advenía a la adolescencia una generación de boricuas nacidos(as) de la gran migración puertorriqueña a Nueva York de los años 50. Se había declarado la llamada Guerra contra la Pobreza durante el gobierno del entonces presidente de Estados Unidos, Lyndon B Johnson, quien hizo llover sobre las llamadas comunidades minoritarias, incluyendo la puertorriqueña. Masivas cantidades de fondos federales eran aprovechadas mayormente por los que se solía llamar “chulos de la pobreza”, políticos buscones que montaban programas en locales en la comunidad y lo que hacían mayormente era darle vueltas a la noria, como se dice en el argot popular, sin dar solución a los grandes problemas que enfrentaba la comunidad como el retraso en la educación, la vivienda, la salud, y empleos.
En ese ambiente trabajaron Evelina Antonetti y el Padres Unidos del Bronx, en particular Evelina, de madrugada al anochecer asegurando su relación con la comunidad y sus pesares, y la efectividad de los programas de la organización.
Toda la historia de esta luchadora ha sido recogida con gran veracidad, pasión, chispa, humor y colorido en la obra presentada en numerosos recintos incluyendo recientemente a casa llena en el Hostos Community College. Fue una feliz coincidencia, o quizás no tanto, la presentación de la obra en el Hostos Community College, una institución de educación superior bilingüe, la primera en Estados Unidos, que fue producto de la acción de la comunidad boricua de esos años. Esa institución al igual que otras forjadas por los boricuas de entonces al presente abren camino al arcoíris de migrantes a Estados Unidos de toda América Latina y el Caribe.
En ese proceso Evelina, y el United Bronx Parents, tuvo una gran participación y dejó la huella recogida en esta obra teatral que al presente sigue presentándose. Tiene a su haber también que recoge la enorme contribución a las artes que han hecho y siguen haciendo las comunidades puertorriqueña y latina en Estados Unidos.