¿Hacia dónde debe ir el caso de Puerto Rico en Naciones Unidas?  (2)

 

Especial para CLARIDAD

Luego de la adopción de la resolución 1514(XV) por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1960, y el establecimiento del Comité de Descolonización en 1962 las fuerzas independentistas estuvieron 10 años reclamando la atención del Comité de los 24 al caso de Puerto Rico y la afirmación de la aplicabilidad al mismo de la resolución 1514(XV).

Desde que inició su examen del caso de Puerto Rico cuando representantes de países del campo socialista miembros del Comité ayudaron a conformar en el mismo una correlación de fuerzas que favoreció votaciones a favor de sus decisiones y resoluciones sobre Puerto Rico, el mismo ha reclamado la solución a diversos problemas en Puerto Rico que emanan de su condición colonial como fueron la presencia de la Marina de Guerra de Estados Unidos en Vieques y los presos políticos, entre otros. Ha exhortado a Estados Unidos a asumir su responsabilidad de promover un proceso que permita que el pueblo de Puerto Rico ejerza plenamente su derecho inalienable a su libre determinación e independencia de conformidad con la resolución 1514(XV). Además, ha solicitado a la Asamblea General que examine la cuestión de Puerto Rico.

Entre las transiciones políticas en Puerto Rico mencionadas en la Parte 1 de este escrito ahora también debemos mencionar que hace varios años estas incluyeron la disolución del Comité de Puerto Rico en Naciones Unidas (COPRONU). Este Comité cuasi autónomo abarcaba un equipo de trabajo que aseguraba algunos elementos de la presentación del caso, tenía finanzas autónomas, celebraba actividades políticas de temas relacionados y recaudación de fondos, y allegaba recursos externos para su trabajo.

Con alguna regularidad COPRONU publicaba un boletín para las delegaciones diplomáticas entre otros, “¡Puerto Rico al día!”, que dio continuidad a otros como el boletín de la otrora Oficina de Información Internacional sobre la Independencia de Puerto Rico. Organizó dos exhibiciones de arte de Puerto Rico junto al arte venezolano.

Tengamos en cuenta que la mano de la inteligencia estadounidense está siempre presente. Se explotan diferencias en perspectivas y personalidades y errores específicos cometidos. Con la entrega de las carpetas de independentistas que acumuló la División de Inteligencia de la Policía de Puerto Rico no terminaron los distintos métodos del trabajo contra el independentismo buscando como dividirnos y socavarnos.

En todo caso desde el lugar donde estamos actualmente debemos intentar llevar el trabajo en Naciones Unidas a un nivel superior. Este tiene que ser unitario y amplio como lograron en su momento la Organización de la Liberación Palestina, el Congreso Nacional Africano de Sudáfrica (ANC por sus siglas en inglés), la Organización del Pueblo del África Sudoccidental de Namibia (SWAPO por sus siglas en inglés) y más recientemente el Frente Popular de Liberación de Saguia el Hamra y Rio de Oro del Pueblo (Frente Polisario del Sáhara Occidental) que tuvieron representaciones en Naciones Unidas como tuvo el Partido Nacionalista antes de la Revolución de 1950.

Sería de la mentalidad colonial pensar que no podemos lograr algo así. Pero para ello la presencia en Naciones Unidas debe ser continua. Debemos lograr una mayor unidad y convergencia en el trabajo, y una mayor amplitud en nuestro trabajo sobre el terreno entre las delegaciones ante Naciones Unidas y con ello ninguna organización tiene que perder su personalidad propia. Además, todo esto requiere recursos que hay que allegar. Además, solo así podremos emprender el enorme trabajo que implica que la Asamblea General adopte el tema de Puerto Rico.

Recientemente, un esfuerzo importante para el trabajo es la sección a cargo del trabajo en Naciones Unidas del Instituto Puertorriqueño de Relaciones Internacionales (IPRI) el cual debe consolidarse.

Estamos en un momento en que el Estado Libre Asociado está cada vez más deteriorado, y en que habido cambios políticos en Puerto Rico. Estamos en un momento en que han surgido nuevas fuerzas y voces conscientes de lo nefasto para el pueblo de Puerto Rico del estatus colonial, voces a favor de la descolonización, y a favor de la independencia. En un momento como este los esfuerzos de convergencia también tienen que reflejarse en las Naciones Unidas y otros foros del trabajo internacional.

Lo contrario es lo que más conviene a los intereses de Estados Unidos: que nuestro trabajo internacional en particular en Naciones Unidas sea disperso. Por eso tenemos que seguir luchando para poner al día nuestro trabajo en Naciones Unidas. De nosotros depende. No del Comité de Descolonización, no de Cuba, no de los No Alineados – siempre con esa solidaridad de nosotros depende el intento de conducir mejor y de manera relevante nuestro importantísimo trabajo internacional en particular en lo relativo a la presentación de nuestro caso colonial en Naciones Unidas.

De otra manera los intentos por la descolonización se mantendrán en el marco de la deforme política colonial partidaria y de los intereses de Estados Unidos a través de legislación de su Congreso.

 

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