Hermes Ayala: Rapea, escribe e investiga

Foto por Juan Acosta

 

Por Elga Castro Ramos/Especial para CLARIDAD

 Con motivo de la suspensión de toda actividad deportiva en Puerto Rico y a nivel internacional, hemos decidido comenzar una serie de entrevistas a figuras vinculadas al mundo del deporte desde las páginas de Las Canto como las Veo.

 Hermes Ayala es uno de los periodistas más polifacéticos en Puerto Rico. Ha trabajado en diferentes medios como Diálogo, El Mundo, El Vocero, Noticel y ahora es el editor del medio digital El Calce. Se ha destacado en el periodismo deportivo y el investigativo. Además Hermes es rapero y productor.

Te entrevisto para la sección de Deportes, pero bien te podría entrevistar para En Rojo por tu carrera de cantante y poeta, o la sección de Noticias, como periodista. ¿Cómo te consideras?

En agosto cumplo 25 años desde que publiqué mi primera historia en Diálogo,sobre la historia del rock. RealmenteDiálogofue la escuela.

Después estuve mucho en periodismo deportivo, ahora me miro y soy periodista, es lo que soy. Pero cuando uno fue periodista deportivo, no deja de serlo. Yo creo que yo podría hacer un trabajo de periodismo deportivo investigativo y es algo que se hace poco. Yo el deporte lo abordo con el aspecto socio político y el desarrollo de la identidad, más allá de la cultural, sino con lo que es puertorriqueño. Pero voy más allá, también me ha tocado cubrir la Junta de Control Fiscal, otras cosas de “hard news”y bregar con los medios digitales.

¿Cuál fue tu primer trabajo en el periodismo deportivo?

En Diálogo,algo de natación en la piscina de la iupi y luego cubrir las Justas, además de varias entrevistas. Recuerdo un encuentro con María Eugenia Santori, la hija de Fufi, que me dio una pela en ajedrez.

¿Cómo acabaste cubriendo deportes? ¿Lo practicaste de niño? ¿Eras aficionado?

En Diálogo había que cubrir todo. Pero de niño practiqué Tae Kwon Do, mi maestro era TNT, el luchador. También me gusta el básket y el béisbol de chamaquito. Pero una vez en la iupi, no me importaba na’ de eso, estaba en la de janguear y rapear. Yo sabía que había atletismo, Olimpiadas, pero salí de Vega Baja y Dorado bien jíbaro, sabía quien era Jordan, Quijote, Igor e Iván, porque eran de Vega Baja, pero en ese tiempo no seguía mucho el deporte. Con mi Pai fui a la Serie del Caribe y seguía el béisbol de la Doble A.

Pero cuando de niño, lo que quería ser era Director de Cine, yo llamaba a WAPA para hablar con Jacobo Morales, porque yo quería ser como él y dirigir Lo que le Pasó a Santiago. Nunca pude hablar con él. De chiquito mi diversión era narrar como Rivera Morales, “Wes, Wes, son de goma!”. A mi me saltaron de grado y siempre era el más chiquito y nunca me cogían en los equipos, y lo que hacía era narrar los juegos.

¿Narraste alguna vez de adulto?

 Coño, Alan me llamó, un saludo a Alan, ay, me creo que estoy en vivo…Y me llamó pa’ narrar un juego de Mini Bidi, en Puerto Nuevo. Pero nada después de eso.

Vi que luego de graduarte de Periodismo de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, trabajaste unos años antes de hacer un “diplomado” en Periodismo Deportivo Internacional en La Habana, Cuba, cuéntame.

En el 2009 me mandó un email una amiga con este posgrado y mi tío me pagó el pasaje…creo que traté de repagarlo par de veces pero me lo rechazó. Era par de meses, sobre periodismo deportivo, pero no al que estamos acostumbrados. Montesinos era uno de los maestros. Mucho enfoque en el carácter competitivo de la nación, como podía esperarse. Era adscrito al Instituto José Martí, afiliado a la Universidad de la Habana. Había gente de Chile, Nicaragua, par de cubanos, mexicanos. También había mucho énfasis en datos históricos, sobre todo correspondiente a donde se miden las naciones, mucho sobre los Centroamericanos. También bien enfocado en tratar el deporte en su aspecto de comunicación. Hubo una clase de “crónica”, la dio uno que hizo una crónica de la vuelta a Cuba. Otro nos habló de José Martí y uno acababa llorando. También había mucho ron. La meta era la confraternización. Ellos estaban fascinados con el béisbol boricua, todo lo que tenía que ver con Clemente. El hospedaje era el Costilla de Rocinante, al lado del Parque G, donde janguean raperos, “freestilers”, ahí conocí a Silvito, el hijo de Silvio, que es rapero.

Y luego una Maestría en Administración Cultural en la UPR de Río Piedras, ¿en qué hiciste tu tesis?

En el 2014 acababa de salir de NOTICEL. Y pensé en lo de la maestría. Ya en el 2000 había empezado en Literatura Comparada porque quería pasar mis días leyendo y diciendo quien escribía bien y mal. Pero realmente empecé a faltar un montón, en parte por culpa de Hiram (Martínez), ja, ja, que me mandó a cubrir los campos primaverales en Florida y a Las Vegas. Y la dejé.

Yo realmente lo de volver a la Universidad era un tema recurrente. Ya en el 2006, “lidiando con unas batallas internas”, pa’ citar a Julio Toro y a Piculín, ja, ja, pensé volver a la Universidad, pero me fui a hacer música, pero en realidad nunca me he ido de la iupi. Siempre he estado vinculado a la Universidad y siempre he pensado que la Universidad tiene un rol importante en la liberación del país a través del arte.

Entonces en el 2010 cuando la huelga me pompió la iupi también, pero me ofrecieron un trabajo en Vice, produciendo un documental de armas de fuego, le agradezco a Luisito Trelles por el trabajo y lo cogí.

Cuando volví con lo de la maestría, miré COPU y pensé que después de tantos años en el “field” no sabía qué podría añadirme, y ahí vi lo de Gestión Cultural, me pareció full, a fuego, bien flexible.

Mi proyecto de maestría se llama “Corazón Púrpura”. Para la entrevista para entrar a la maestría, “freestylié” algo sobre la lucha libre, estaba con hangoverde que me había acostado a las 5 AM que estaba buscando bichotes para el documental de Vice. A ellos le tripeó y entré. Una de las clases era con Sonia Fritz y había que hacer un documental, y en esos días entraron en la casa de mi Pai y le robaron, entre otras cosas, el “corazón púrpura”. Mi Pai es veterano de Vietnam, de hecho lo que tengo de nacionalismo es anti-Yanki y es por el Ejército de Estados Unidos pues veo lo jodío que están los veteranos como Papi.

Todos mis “papers” fueron sobre eso, y también un documental, un website. Además que me proveería “closure” con mi Papá.

Realmente lo tuve que dejar, por los chavos. También por otros motivos.

Mi idea con el proyecto de maestría es una serie web y que cada capítulo sea liderado por un veterano; el primer “season” es de veteranos de Vega Baja. Quizás es una autocomplaciencia, pero pienso que es el pueblo con más veteranos. Cuando ves la base de Tortugueros, ves cómo la militarización se convirtió en un micromundo. El segundo “season”, que sé yo, con veteranos de Angola en Carolina.

A mí se me da bien lo de mezclar distintas cosas y que funcionen-eso dicen Hiram Martínez y Luis Díaz. Tengo la capacidad de acumular mucha información y organizarla, pero esa capacidad ha ido erosionando.

Para mi escribir es como un “release”.

Y ahora como editor del medio digital El Calce, ¿cómo describes tu rol?

Yo soy periodista, yo no soy un tipo de opinar, si fuera a hacer eso, sería columnista y pa’ eso me pongo a rapear. En El Calcelo que he tratado de hacer es tender un puente. Antes era un vacilón nada más y desde que llegué estoy tratando de combinar la sátira política con rap y deportes. Estoy enMetrodesde el 2017 y El Calcees una parte, son varios.

 Veo que tienes casi un monopolio del Premio a la Excelencia en Periodismo Deportivo del Overseas Press Club, ¿cómo ves la función del periodista deportivo en esta realidad puertorriqueña? Incluso fuera.

Muchos de esos artículos eran investigativos, hice uno de los anabólicos, de tres partes, una de ellas incluso entrevisté un “dealer”. Otro era sobre la trata en el deporte, analizando los buscones en la academia dominicana, parecido con los chamaquitos de fútbol en Europa y América Latina, jodiéndoles la infancia. Me lo gané en el 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011, siempre trabajando en Diálogo. Era periodismo investigativo desde el punto de vista del deporte y tenía profundidad.

Yo venía con algo que probar, después de mi salida de El Voceroy venía de la música, estaba “fierceless”, trabajaba en libertad. Me tomaba una semana para trabajar en un escrito, investigar, escribir. Por ejemplo, ¿por qué no hay boxeo en la LAI? Me iba a buscar información en todas partes, y lo cogía con calma. Le agradezco a mucha gente con quien aprendí allí. Sobre todo Odalys Rivera, todos esos premios son de ella, ella me ponía vergüenza y me organizaba. Me decía, “ahora tienes una semana para investigar”.

Mi Jedi Master en el periodismo deportivo es Hiram Martínez, él me enseñó a que mejor pidiera perdón a pedir permiso. A ese yo lo amo. Y esto era en los ‘90, en El Mundo. O sea, en papel, si metía la pata, no había manera de borrarlo, no como ahora que es todo digital y en Twitter, que lo puedes borrar.

En ese tiempo, yo fui a Neuquén y jangueaba con Norman, Paquito, yo era el bebé, estos chamaquitos de ahora me acuerdan a ellos, son nenes viejos.

¿Esos años en Diálogo fueron tus años de gloria?

   Del 2007 al 2010, desarrollando el “craft”, cuando más cómodo me sentí, y fue la época de menor remuneración. Hice otras cosas chéveres también, como con el Centro de Periodismo Investigativo, la entrevista con el palestino. Y dos documentales en 360.

¿Por qué no hay periodismo deportivo investigativo?

No sé, me gustaría hacer algo como E-60.

¿Por qué no hay una sección de deportes en el CPI?

No sé, pregúntale a ellos.

¿Crees que en el periodismo deportivo debería cubrirse más temas sociales y políticos?

 Hay gente que está haciendo cosas chéveres, como Rafael René Díaz, es esperanzador. Chamacos como José (Encarnación), Edwin (Feliciano) y me dan esperanza. Proyectos como Impacto Deportivo por Radio Paz.

¿De qué equipo eres fanático? En Puerto Rico y fuera.

Siempre los “underdogs”. Tengo muchos recuerdos de los Indios de Canóvanas del 1984. Yo jugaba lucha libre con mi Papá en un matre y en ese cuarto teníamos una tele y veía juegos con él.
Mi Papá tenía un negocio en la playa de San Demetrio y Wes Correa iba allí.

¿Dónde es la playa de San Demetrio?

 Mi Papá es de la playa de Vega Baja y mi Mamá de la barriada Sandín, donde vivo ahora que es campo. Mi Papá es de Los Naranjos, unas parcelas, pues soy parcelero. San Demetrio es una urbanización en la playa, de esas urbanizaciones viejas de Puerto Rico. La primera piedra la puso Cantinflas, sí, Mario Moreno.

Estudié en Dorado. De pequeño hablé temprano y ya leía y mis papás me llevaron a coger un examen de IQ y salí alto y desde Pre kínder hasta cuarto año estudié en una escuela bilingüe en Dorado, el Dorado Academy. Pero allí, mis maestros de español me enseñaron a escribir. El de séptimo fue Antonio Bou y Roberto Pérez Mando, quien fuera primera base de los Industriales de Barceloneta en los 90’, fue bien influyente.

Atleta favorito de todos los tiempos boricua? ¿Extranjero?

Cuando Trinidad peleaba eso estaba cabrón y me tocó cubrirlo. Pero siempre recuerdo “el Grito de Atenas”, cuando le ganamos al Dream Team en Atenas; esa noche había un “open mic” en el Nuyorican y fui y declamé un poema, estaba bebiendo desde las 2 de la tarde.  Julio Toro es una figura que me ha impactado, me identifico con él. Julio y Flor, en verdad, son otra cosa.

¿Y ahora?

Me puse a ver NBA…y pues…Después me emocionan cosas, como lo de Alex Cora y después pasó lo que pasó. Yo extraño ir a una cancha, me gusta el deporte de barrio. Recuerdo ver a Kiria pelear. Eso extraño.  No se si estoy cansao’ de los 25 años o de… no sé…Ahora lo que más me pompea es influenciar, ser mentor.

 

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