Juan Dalmau Ramírez y Ana Irma Rivera Lassén hablan sobre “las posibilidades reales de triunfo” en estas elecciones 2024.
CLARIDAD
Consolidar las fuerzas electorales del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), por sí solo, es insuficiente para ganar las elecciones del próximo 5 de noviembre. La dupla formada por Juan Dalmau Ramírez y Ana Irma Rivera Lassén está consciente de que necesitarán atraer votantes nuevos o sumar votos entre quienes están inconformes con los dos partidos que se han alternado en el poder.
Para ello, la Alianza de País —formada entre ambos partidos— apuesta a la inscripción de los 150,000 electores nuevos entre las edades de 17 a 21 años, así como a la educación para combatir la desinformación y la campaña de miedo de parte de la oposición, además de apelar al electorado indeciso e inconforme a través de sus propuestas.
“Los pueblos, sus procesos, no son de un día para otro; son un proceso de transición. Ahora, que partimos de esa fuerza electoral, las posibilidades reales de que logremos un triunfo en las próximas elecciones están al alcance de la mano”, afirmó el secretario general del PIP y candidato a la gobernación, Dalmau Ramírez, a preguntas de CLARIDAD.
En las elecciones de 2020, los resultados de Dalmau Ramírez y Alexandra Lúgaro como candidatos a la gobernación por el PIP y MVC, respectivamente, sumaron 27.5 %. Tras el acuerdo alcanzado por ambos partidos para hacer campaña juntos por el cargo a la gobernación y la comisaría residente en Washington D.C., la encuesta más reciente (comisionada por la alianza entre Wapa TV, WKAQ y El Vocero) colocaba a Dalmau Ramírez con el 24 % del favor del pueblo en las elecciones de 2024, por encima, incluso, del candidato del PPD, Jesús Manuel Ortiz.
Los votos obtenidos por ambas colectividades en la pasada elección estaban 5.7 puntos porcentuales (o 73,000 votos) por debajo de lo adjudicado a Pedro Pierluisi como ganador de la contienda.
Dalmau Ramírez opinó que las circunstancias políticas de los últimos 4 años han cambiado notablemente, con el “colapso” del PPD y el surgimiento del Proyecto Dignidad como una franquicia electoral que compite con el Partido Nuevo Progresista (PNP). “No veo, hoy día, a las instituciones políticas que representan al bipartidismo del PPD y PNP más fuertes; al contrario, las veo debilitadas tanto en su liderato como en el fracaso de su proyecto político”, observó.
“Las condiciones son mucho más favorables en estas elecciones que en las pasadas, y tenemos una plataforma electoral de apoyo mucho mayor”, agregó.
Las encuestas para este mismo período en el ciclo electoral anterior lo colocaban con un 8 %, pero obtuvo el favor del 14 % del electorado como candidato en 2020. “El hecho de que en este momento tengo un 24 %, es una plataforma para las posibilidades de en los próximos tres meses alcanzar el triunfo”, dijo confiado.
Rivera Lassen, coordinadora del MVC, también recibió con satisfacción los resultados de la última encuesta que la colocan con el 11 % de los votos para la candidatura a comisionada residente en Washington D.C., pues dice que “hasta ese momento mi lucha era que me reconocieran como candidata oficial”; pero no había podido hacer campaña. Agregó que la cantidad de indecisos en la encuesta (25 %) es tal que puede cambiar por completo el resultado.
La Alianza anunciará próximamente los acuerdos alcanzados para las candidaturas en los distritos senatoriales y representativos. “Tenemos que buscar la forma, antes de que se impriman las papeletas modelos, de cómo ir orientando”, aceptó Dalmau Ramírez.
Ambos reconocieron que este instrumento no es el más apropiado, sino “el resultado de las actitudes antidemocráticas” de quienes quisieron impedir la coaligación y retaron su interpretación sobre las candidaturas por método alterno. La decisión del Tribunal Supremo sacó de la papeleta a los cuatro candidatos por acumulación del MVC, dos de los cuales empezaron campañas para nominación directa o write-in.
“Lo que la gente va a enfrentar en las próximas elecciones va a ser bien diverso. No quiero decir complejo, en términos de imposible; pero va a reflejar la diversidad de las opciones que el pueblo quiere en las elecciones”, comentó Rivera Lassén.
Le tienen miedo al voto joven
Durante los últimos tres meses de campaña previo a las elecciones, las prioridades de esta dupla será conseguir que se inscriba gran parte de los 98,000 electores jóvenes que aún quedan sin hacerlo. La Comisión Estatal de Elecciones (CEE) dejó de visitar escuelas y universidades, lo que, a juicio de ambos, es la razón primordial por la cual solo se ha inscrito una tercera parte de las 150,000 personas jóvenes que cumplieron la edad para participar por primera vez de una elección. La fecha límite es el 21 de septiembre.
“Es tan evidente que le tienen miedo a ese voto joven, la gente del Partido Popular y del PNP, haciendo deliberadamente todas estas acciones”, puntualizó Rivera Lassén.
Ambos entienden que será fundamental educar sobre el voto mixto y por candidatura, así como dar énfasis a las propuestas que les diferencian de los partidos en el poder. Rivera Lassén opinó que, en última instancia, estas elecciones se centrarán en contestar: “¿Cuál es el proyecto de país que tú quieres? ¿Un proyecto súper conservador donde no se le reconocen los derechos humanos a las personas o un país más inclusivo donde estamos hablando de defender los derechos esenciales, con economía sostenible y que no hay una situación de que no es posible tener empresas que tengan compromiso social?”.
El reto de las etiquetas de izquierda y derecha
Parte de la reflexión consiste en reconocer la confusión creada en Puerto Rico con las etiquetas de izquierda y derecha, las cuales se asocian, particularmente, a las posturas sobre el estatus político del archipiélago. “Sé de gente que está muy consciente de que esos conceptos se están manipulando y los utilizan de mala fe para tratar que los que representamos un cambio verdadero y necesario no seamos considerados como una opción”, afirmó Dalmau Ramírez.
Los dos candidatos dijeron ser conscientes de que falta trabajo de educación. “La gente no sabe lo que eso quiere decir. Nuestra campaña tiene que ser informar a la gente: ‘Cuando a usted le dicen que es de izquierda, le están diciendo que cree en la justicia social, que tiene derecho a educación, vivienda…’ Pero, lo que tratan de decirle a la gente son los estereotipos… y empiezan a hacer la ristra de nombres, que inmediatamente los mencionas se supone que te dé miedo”, comentó Rivera Lassén.
“Es mucho más fácil distraer la atención con etiquetas para buscar la forma de profundizar prejuicios, en lugar de entrar a los méritos de dónde has estado y qué estás proponiendo”, coincidió Dalmau Ramírez.