Mirada Cooperativista: ¡Somos un millón!

 

Por Mildred Santiago Ortiz/Especial para CLARIDAD

Cuando los cooperadores se unen para cumplir juntos con los fines socio filosóficos de promoción y de progreso humano, encuentran que sus mínimas exigencias de pan y de cultura son un puente que fácilmente acerca y conduce a sus más altos propósitos.

Antulio Parrilla Bonilla

Todos conocemos que en nuestro país la población ha menguado debido a que muchas personas y familias completas han emigrado buscando mejores oportunidades. La devastación causada por el huracán Maria y su antecesora Irma agravaron a situación. Ante esta situación que afecta nuestra economía es una gran noticia conocer que el cooperativismo continúa creciendo en cantidad de socios.

Las estadísticas que presentaremos en este escrito fueron obtenidas de la Corporación para Supervisión y Seguro de Cooperativas, conocida por COSSEC. Los datos son públicos y corresponden a marzo de 2019. La actualización de estos se espera para el mes de septiembre de 2019. Es información relativa al sector de ahorro y crédito. La COSSEC regula las cooperativas de otros tipos diversos, pero no publica datos sobre estas. A esa fecha en el país teníamos 113 cooperativas de ahorro y crédito activas.

Los datos establecen que el 2018 cerró con 988,983 socios y a marzo de 2019 esa cifra había ascendido a 1,025,415 excluidos los socios de cooperativas que no pertenecen al sector de ahorro y crédito. Nos referimos a las agrícolas, de vivienda, gasolineras, de trabajo asociado, entre otras, por lo que estimamos de 10 a 15 mil socios de estos sectores que hay que sumar a la cifra anterior. En esa descripción la COSSEC ofrece información sobre la estabilidad en el sistema de las acciones y depósitos y otros importantes renglones.

Mención aparte merece el por ciento de morosidad o de incumplimiento con los compromisos de asumidos con las cooperativas que mantiene una tendencia descendente. En el 2015 la morosidad era de 5.21 % y en el 2019 la cifra bajo a 3.71%. Este dato demuestra el sentido de responsabilidad del socio ante su cooperativa. Estas son buenas noticias para el País, para el sistema cooperativo y para la autoestima de los nuestros.

Muchas pueden ser las variables que inciden en estas cifras. Lo cierto es que estas instituciones no han estado exentas de situaciones difíciles. Conocemos que están inmersas en procesos y proyectos enfocados en su fortalecimiento. La diferencia es cómo las manejan. La práctica de los valores y principios cooperativos explican la diferencia. Hacen esta diferencia. Los socios han tenido la oportunidad de conocer los detalles en sus respectivas asambleas mediante de la democracia participativa. Nada se esconde, todo se muestra en los estados financieros e informes que son sometidos al escrutinio y debate de los socios. Muchas cooperativas publican sus estados en sus respectivas redes.

Tal vez, el aumento en la cantidad de socios es el resultado de que el pueblo vio, a raíz de los desastres naturales del 2017, la respuesta de sus cooperativas a sus necesidades apremiantes. Validaron su razón de ser: el bienestar humano, el bien común y fueron muchos empleados del sistema que dejaron sus necesidades a un lado para atender las filas en las cooperativas. Así fue como socios y no socios pudieron acceder sin dificultades a su dinero. Hay que destacar que a 30 días del paso de María en 17 pueblos la única institución que prestaba servicios financieros a la comunidad era la cooperativa. Esa experiencia de apego al pueblo es más poderosa que cualquier campaña publicitaria y quedó grabada en la memoria y el corazón de los nuestros.

Otro factor que nos atrevemos a sugerir es el compromiso del cooperativismo con ejercer la responsabilidad social. Hace unas semanas salió el Informe Anual de Inversión Social de las Cooperativas 2018 de la COSSEC. Este es un informe que se prepara en virtud de la Ley 123 de septiembre de 2007, que establece la obligación de someter, no más tarde del 30 de agosto de cada año, un informe sobre la inversión social cooperativa a la Legislatura y al Gobernador de turno. El Sistema de Acopio de Datos de Inversión Social es el instrumento que se utiliza a base de los principios cooperativos. Fue trabajado por el propio movimiento cooperativo, a través de la Comisión Nacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico. Este informe de COSSEC concluye que:

“La data financiera y estadística ofrecida por las cooperativas de ahorro y créditos del año fiscal 2018, revela que éstas cumplen cabalmente con una de sus funciones de llevar a cabo inversión social en la comunidad y sus socios.

En este año, su inversión social, basada en los Siete (7) Principios del Cooperativismo fue $170 millones, lo cual representa el 1.95% de sus recursos económicos y un 36.85% en comparación con el ingreso bruto. Esta última cifra es un reflejo de cómo el Movimiento Cooperativo cumple con su función de apoyar a sus socios y a la comunidad y el país.

La inversión social de las cooperativas durante el 2018 fue una excelente, esta reflejó un aumento con relación al 2017. En el 2017 la inversión social fue por $150 millones lo que representa un aumento de 13.33% en inversión social para el 2018”.

Pueden ser muchas las razones para este crecimiento lo cierto es que lo más importante y urgente es reconocer que somos más de un millón de cooperativistas y que eso es parte la transformación de un pueblo que no va a pasar la página y que exige ser parte de la solución.

Comentarios a: mildredkairo@gmail.com

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