Población de adultos mayores: una manzana con muchas mordidas

La organización American Association of Retired Persons (AAPR, por sus siglas en inglés) Puerto Rico ha propuesto en sinnúmero de ocasiones la importancia que tiene para el país que la política pública actue a favor de una cultura de envejecimiento con productividad, participación social e integración. Sin embargo, a juzgar por el director de la organización, José R. Acarón, esto no se está cumpliendo actualmente.

“Aquí hay varias mordidas a la gente de la misma población. Estamos hablando de que al mismo grupo se le va a recortar la pensión, se le va a aumentar los impuestos, va a tener recortes de salud”, dijo Acarón a Claridad. Todas estas medidas de austeridad que impulsa el gobierno actual y la Junta de Control Fiscal, y que recaen sobre la creciente población de adultos mayores en la isla (el 37 por ciento de la población tiene 50 años o más), se tienen que ver integradamente porque “afectan el único bolsillo de las mismas personas”.

“Yo digo que es la tercera y cuarta mordida a la misma manzana cuando ya va por el esqueleto”, analizó metafóricamente el director de AARP Puerto Rico.

La tendencia actual de la población de adultos mayores en Puerto Rico es que tiene que seguir trabajando después del retiro, ya sea por necesidad o porque aún se sienten productivos y demandan al Estado la integración en todos los procesos sociales, económicos, culturales y políticos del país. Según una encuesta realizada por esta organización, el 57 por ciento de los encuestados piensa continuar trabajando después de la edad de retiro.

Cuando se llega a la etapa de adulto mayor, la necesidad lleva a las personas a plantearse cómo seguirá viviendo luego del retiro. Por eso, muchos de los adultos mayores puertorriqueños consideran el empresarismo, volver a estudiar, ejercer el voluntariado comunitario, mantenerse trabajando en el mismo lugar o emplearse a tiempo parcial.

La encuesta que realizó AARP Puerto Rico reveló que este sector está cargando sobre sus hombros la economía del país. “El 41 por ciento del empleo, el 41 por ciento de ingreso laboral y el 41 por ciento de los impuestos del Estado están relacionados con las personas de 50 años o más. El 61 por ciento de lo que se consume en Puerto Rico, lo hace el sector de 50 años o más. El ingreso del país en este momento depende de esta población casi en su totalidad”, indicó Acarón a la vez que le mostraba a este medio esos resultados graficados. A esto se le suma que “el 67 por ciento de las personas de esta población está apoyando económicamente a sus hijos adultos y a sus nietos”.

AARP plantea que se tiene que ver el envejecimiento como una herramienta de desarrollo para el país. Sin embargo, “tienes sobre 1.2 millones de puertorriqueños mayores de 50 años con experiencia, con conocimientos y los estás tirando por las ventanas en las compañías y en el gobierno a no hacer nada cuando el país se nos cae en cantos”, criticó sobre la actual situación que se vive en la isla.

De otra encuesta realizada recientemente por esta organización a 800 personas entre las edades de 35 a 64 años se obtuvo que el 51 por ciento de estas personas no cuenta con más de $500 en efectivo para una emergencia.

“Vemos una situación en la que el adulto mayor está aguantando la economía del país y la de su familia. También vemos una próxima generación de 35 a 64 años de edad que no tiene para ahorrar, que le vas a seguir cortando, que le vas a aumentar el CRIM, y los impuestos, que le vas a estar recortando servicios cuando ya no tiene ni $500 ahorrados para pagar una emergencia”.

Cualquier plan de desarrollo económico que se haga en Puerto Rico tiene que estar alineado con la demografía del país. Pero los adultos mayores en el país “se ven como un costo social en vez de como un activo social, y esa es la visión que tenemos que cambiar”, dijo Acarón. El director de AARP también hizo énfasis en que se debe transformar, además, la concepción de que los adultos mayores son poco productivos o frágiles.

Alrededor del mundo se considera a esta población para la vida productiva de cualquier país porque “ha cambiado por completo el panorama de envejecimiento a nivel mundial, pero aquí nos hemos quedado rezagados en un modelo antiguo del siglo XX”.

“Para que Puerto Rico se mantenga competitivo a nivel mundial, no puede darse el lujo de seguir tirando a gente al índice de dependencia, sino que tiene que buscar la forma de mantener a la gente activa y produciendo para el país”, indicó Acarón.

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