Río Piedras: la gestión del agua y la justicia

En Rojo

 

«Patria es saber los ríos,
los valles, las montañas, los bohíos,
los pájaros, las plantas y las flores,
los caminos del monte y la llanura,
las aguas y los picos de la altura,
las sombras y los colores
con que pinta el oriente
y se despinta el occidente …»

Juan Antonio Corretjer

 

Sabemos, o deberíamos saber, que los ríos desempeñan un papel crucial en la gestión del agua en ciudades y comunidades. Aparte de que son hermosos, los ríos son fuentes naturales de agua dulce, esenciales para el abastecimiento de agua potable y para actividades agrícolas e industriales. Sin embargo, en nuestro país, los ríos han pasado a ser recursos prácticamente olvidados.

Los ríos albergan ecosistemas ricos y diversos, que son vitales para la conservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico. Hay estudios que confirman que contribuyen a la regulación del clima local y a la mitigación de inundaciones al actuar como sistemas de drenaje naturales.

Por otro lado, los afluentes ofrecen oportunidades para actividades recreativas y turismo, lo que puede beneficiar la economía local. Para quienes vivimos, estudiamos o trabajamos en Río Piedras siempre nos llamó la atención que el nombre de la ciudad universitaria se hallaba hueco de sentido puesto que el río que le da el nombre no parecía ser parte de la comunidad y más bien parecería un accidente de la naturaleza en medio del desmadre urbano. Cuando pensamos en que muchos ríos aquí y en el mundo tienen un profundo significado cultural e histórico que forma parte de la identidad de las comunidades, el Río Piedras parece perderse en el olvido.

Se ha publicado recientemente Justicia y participación ciudadana en la gestión del agua. El conflicto en torno a la canalización del Río Piedras. El libro es producto del Equipo de Investigación: Proyecto ITIAS-Geo de la UPR en Humacao y de la organización comunitaria Guarda Río. Son sus autores Alejandro Torres Abreu, Ivelisse Rivera Bonilla y Denny Fernández del Viso. El texto se divide en cinco capítulos: En el primero se explica cómo se organiza la comunidad exigiendo participar en la toma de decisiones sobre el río. Los habitantes de Jardines Metropolitanos, University Gardens y Villa Nevárez crean Guarda Río.

Entonces se crea el proyecto de investigación de la UPR-Humacao en el que trabajan estudiantes, profesores y residentes reflexionando sobre la distribución desigual de recursos y procesos del preciado líquido. Estudian el conflicto en torno a cómo se administra el espacio, el recurso, sin tener participación en ello.

El libro además presenta los aspectos teóricos y metodológicos, el resultado de la investigación, las conclusiones y presenta a los protagonistas del proceso. Amplia documentación y fotografías. Bellamente diseñado. Al final de la lectura, reconocemos que los ríos son espacios para la educación ambiental, promoviendo la conciencia sobre la importancia del agua y su conservación. Digamos que el Caso del Río Piedras, toma activa a las comunidades cuando se propone canalizar el río. Canalizar ríos puede parecer una solución efectiva para el control de inundaciones y la navegación y al parecer es la norma en todos los municipios en los que hay cuencas hidrográficas, arroyos y quebradas. Sin embargo, como aprendemos, esto tiene varias desventajas significativas.

La canalización altera los ecosistemas acuáticos y terrestres, destruyendo hábitats de flora y fauna.  Además, aunque se busca controlar inundaciones con esta solución “fácil”, la canalización puede incrementar la velocidad del flujo del agua, lo que puede llevar a inundaciones más severas en áreas aguas abajo. A eso habría que añadir que la modificación del cauce puede causar erosión en las orillas, afectando la estabilidad del terreno y la infraestructura cercana, sobre todo en las áreas urbanizadas en la cuenca central del río..

Charlando brevemente con uno de los autores del libro, Alejandro Torres, también supimos varias cosas, como por ejemplo que las canalizaciones cambian la forma en que el agua se mueve a través del paisaje, afectando el ciclo natural del agua y la recarga de acuíferos. Por eso es que uno debe ir a Río Piedras, Se encuentra uno con investigadores. Así que, de manera casual, mientras uno está frente a un estacionamiento, le pregunto a Torres sobre modos de resolver el asunto. Me dice que hay maneras de implementar proyectos de restauración que devuelvan a los ríos su cauce natural y su capacidad para manejar flujos de agua de manera sostenible. Basta con crear soluciones basadas en la naturaleza, como humedales, barreras naturales y áreas de inundación controlada, que permiten la absorción del agua y reducen el riesgo de inundaciones. También, promover una gestión integrada de cuencas que considere el uso del suelo, la conservación de ecosistemas y el desarrollo sostenible y lo que hace el equipo de investigadores y la comunidad de Río Piedras: fomentar la educación ambiental sobre la importancia de los ríos y la gestión sostenible del agua.

Le digo que es sorprendente porque en un mundo en el que se busca capitalizar hasta las relaciones humanas, el crear parques y áreas recreativas a lo largo de los ríos que permitan la retención de agua y proporcionen espacios para la comunidad resulta en un excelente negocio. Está de acuerdo.

Propongo que a todos los interesados en la justicia ambiental, los amantes de la naturaleza y quienes aspiran a una mejor calidad de vida deben leer este libro. El afán educativo del Instituto Transdiciplinario de Investigación-Acción Social (ITIAS) es de tal naturaleza que el libro puede ser fotocopiado, reproducido, y procesado en cualquier sistema de modo que sirva de información y modelo al mayor número de lectores posible. Gracias a ese formidable equipo de investigación, a los estudiantes y a las comunidades.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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