Trabajadores precarios y sus efectos económicos y sociales

Por Martha Quiñones Domínguez

Especial para CLARIDAD

El término «precariato laboral» se refiere a un grupo de trabajadores cuyas características son la inestabilidad laboral, la inseguridad económica, los bajos salarios, la flexibilidad laboral y la falta de derechos laborales. Esta situación afecta a diversos grupos, incluidos jóvenes, mujeres, inmigrantes, ancianos y, a los profesores universitarios. Estos trabajadores se encuentran en una situación de empleo inseguro, temporal y sin las garantías y derechos que tradicionalmente se asocian con el trabajo estable. Esta situación se viene gestando desde hace años con la aplicación en las economías capitalistas de políticas neoliberales de reformas laborales bajo el pretexto de lograr crecimiento económico. Estas reformas laborales han debilitado los derechos laborales, favoreciendo la explotación de la mano de obra y las ganancias a las empresas. Bajo el pretexto de restaurar el crecimiento económico y tener una economía más competitiva en Puerto Rico se han sometida varios cambios en la legislación laboral recogidas las últimas en la Ley 4-2017, “Ley de Transformación y Flexibilidad Laboral” y la Ley 41 de 2022. Instaurando nuevamente el precariato laboral que habíamos dejado atrás en el siglo XX y creando las bases jurídicas para legalizar el retroceso laboral que la era neoliberal ha traído.

El concepto de precariato laboral es una combinación de las palabras «precario» y «proletariado», y se utiliza para describir a una clase social emergente caracterizada por la inestabilidad laboral y la falta de seguridad en el empleo. Este término fue popularizado por el sociólogo Guy Standing en su libro «The Precariat: The New Dangerous Class».

Empleo y desempleo

En Puerto Rico podemos tener una baja significativa en el desempleo (tasa de desempleo ajustada estacionalmente en junio de 2024 que fue estimada en 5.8%) como señala el gobierno, pero más empleos no significa que los trabajadores estén en mejores condiciones laborales. Estos trabajadores enfrentan condiciones de trabajo inestables (con contratos a corto plazo), bajos salarios, escasa o nula protección social y un futuro laboral incierto. A lo que se une el “emprendimiento” especialmente cuando se convierte en una necesidad más que en una elección voluntaria. Las personas se ven obligadas a emprender debido a la falta de empleo formal o de calidad, lo hacen como un último recurso para generar ingresos. Los emprendedores por necesidad enfrentan una serie de desafíos que incluyen la falta de seguridad laboral (carecen de beneficios sociales, y protección laboral), incertidumbre económica (carecen de ingresos estables), autoexplotación y acceso limitado a recursos. Son emprendedores/trabajadores precarios.

Re (de) forma laboral = Trabajo precario

El impulso de estas reformas laborales responde a políticas neoliberales de reformas estructurales. Impulsadas por la presión exterior de los mercados internacionales, de los capitales foráneos, pero también a la ilusión de los empresarios nacionales que convencen al Gobierno que disminuir el costo de la mano de obra mejora la economía y atrae inversionistas. La discusión sobre el empleo precario permite entender cómo las empresas al buscar ganancias fomentan la flexibilidad laboral para adaptarse rápidamente a las condiciones del mercado y trasladar los riesgos al trabajador. Encontramos que fomentan jornadas laborales irregulares y horarios impredecibles, creando puestos de trabajos temporales, a tiempo parcial, por contrato o informales, con alta rotación en los empleos, lo que impide una continuidad y estabilidad económica. En los trabajadores precarios encontramos un grupo heterogéneo con distintas necesidades y problemas específicos, a veces con niveles de educación superiores a los requeridos para los empleos que ocupan, causando un desajuste entre sus habilidades y las demandas del mercado laboral.

El Gobierno en vez de defender a los trabajadores crea las políticas públicas (llamadas reformas laborales) que favorecen esta precariedad. Esta precariedad ha fomentado los ingresos bajos e insuficientes para mantener un nivel de vida digno, la ausencia de aumentos salariales y beneficios adicionales además de la ausencia de indemnizaciones por despido y otros derechos laborales básicos. Esto atenta contra la sociedad y el desarrollo económico, que a su vez se magnifican con los recortes del gasto o inversión social afectando los beneficios como seguros de salud, pensiones, y otras formas de seguridad social. A su vez genera la pérdida de puestos de empleos y la sustitución por empleos pocos productivos teniendo efectos multiplicadores perversos en la economía y la sociedad, afectando el desarrollo y crecimiento económico.

 

Efectos económicos y sociales

Para la economía esta prevalencia de empleados precarios tiene consecuencias a nivel social como económico, con efectos negativos en la economía de un país.

En primer lugar, como hemos señalado, los trabajadores precarios suelen tener ingresos bajos e inestables, lo que limita su capacidad de consumo, de tener casa propia y, en consecuencia, reduce la demanda interna. Los bajos salarios afectan al empresario o emprendedor que produce para el consumo interno (dependen del consumo doméstico), y este depende del poder adquisitivo de los trabajadores. A menor capacidad de compra, menores ventas de sus empresas. Encontramos que la baja demanda interna puede ralentizar el crecimiento económico y afectar a diversas industrias, en especial a las pequeñas y medianas empresas con efectos multiplicadores que afectan la inversión y la creación de empleos.

La rotación frecuente de empleados y la falta de estabilidad laboral pueden disminuir la productividad, ya que los trabajadores no tienen tiempo suficiente para adquirir habilidades especializadas y mejorar su desempeño. La disminución de la productividad tiene efectos en el producto interno bruto que se ve afectado en diversas formas con los efectos en cadena que se multiplican.

A su vez fomenta y perpetua la pobreza del trabajador y aumenta la desigualdad, limitando las oportunidades de movilidad social. El dilema que enfrenta el trabajador precario es que a pesar de trabajar sigue siendo pobre pues sus ingresos no le proveen para satisfacer las necesidades básicas de vivienda, alimentos, salud y vida plena. En algunas situaciones ante la falta de un empleo que satisfaga las necesidades sociales y le permita tener una familia, el precariado laboral puede fomentar la emigración y la corrupción en la ocupación de puestos de trabajos. Si, la corrupción porque se da nepotismo, clientelismo u otras formas de corrupción donde personas no cualificadas las colocan en puestos de trabajos afectando la productividad y la necesidad de gastar más recursos en contratos para que hagan las funciones que estos empleados no saben realizar.

También tiene efectos sociales, los empleos precarios puede llevar a la exclusión, marginación y la desintegración social. La falta de empleo estable y de ingresos suficientes puede marginar a ciertos grupos como hemos señalados (jóvenes, mujeres, inmigrantes y ancianos), limitando su participación plena en la sociedad que debilita el tejido social. La inseguridad laboral y financiera puede causar estrés, ansiedad y problemas de salud mental, afectando la calidad de vida de los trabajadores y pueden generar tensiones y conflictos en las relaciones familiares y comunitarias. Asimismo, reduce el tiempo y los recursos disponibles para la participación en actividades comunitarias y voluntarias, debilitando el capital social necesario para una sociedad cohesionada y resiliente. Además, permite que la economía del crimen llene esos espacios de falta de ingresos o empleos.

 

Para la juventud la precariedad laboral puede afectar su visión del futuro, disminuyendo sus expectativas y aspiraciones. A la vez la falta de oportunidades laborales estables puede desincentivar la educación y formación, perpetuando un ciclo de empleos precarios y bajos ingresos. Favoreciendo la migración para buscar mejores oportunidades de asenso social, tener familia y beneficios.

Consecuencias para la Educación Universitaria

En el caso de profesores/as universitarios precarios tienen implicaciones para la educación universitaria. La Universidad de Puerto Rico como las universidades privadas han fomentado el tener profesores con contratos cortos y con poca carga académica. Son docentes “sin plaza” que a pesar de contar con la preparación de doctorado no tienen los mismos beneficios de un docente “con plaza”. De esta manera los administradores universitarios economizan costos laborales y le pagan por debajo de la que vale su trabajo, pueden prescindir de sus servicios y mantener una reserva de trabajadores sin crear plazas docentes. Cabe preguntarse ¿cuál es la responsabilidad social de las universidades ante estos profesores? y ¿por qué violenta la ley de igual paga por igual trabajo? Preguntas que los administradores universitarios deben responder.

Los y las profesores somos conscientes de esta situación y luchamos por la igualdad laboral y salarial para estos docentes. Y entendemos que abordar esta problemática es crucial para hacer justicia social y económica a estos docentes maltratados por el sistema universitario. Y deseo añadir que el recién sindicato de la Asociación de Puertorriqueña de Profesores Universitarios atiende este asunto de injusticia laboral y salarial como parte de su agenda.

La precariedad laboral de los profesores universitarios tiene implicaciones serias para la educación superior ya que suelen tener múltiples empleos para complementar sus ingresos, lo que les deja menos tiempo y energía para hacer investigaciones, además del riesgo a la salud y la vida al tener que viajar a múltiples recintos para poder cuadrar su presupuesto. La falta de estabilidad laboral desincentiva la innovación pedagógica, ya que los profesores precarios no pueden invertir tiempo ni recursos en desarrollar nuevos métodos de enseñanza, investigar e innovar. Además, la alta rotación de profesores dificulta la planificación académica a largo plazo y la creación de relaciones de mentoría, esenciales para el desarrollo académico y personal de los estudiantes. A eso se añade que pueden tener menos oportunidades de publicar y presentar sus investigaciones, afectando la trasmisión del conocimiento. En términos de ciencias y tecnologías la falta de acceso a recursos, laboratorios y redes académicas puede limitar la colaboración y el impacto de la investigación y las investigaciones que estudiantes pueden realizar con estos mentores.  En términos de investigación, la precariedad limita la capacidad de los profesores para llevar a cabo proyectos de investigación o creación, a lo que se une la falta de fondos o acceso a fondos externos y la falta de seguridad laboral restringe las oportunidades de publicar y presentar investigaciones, afectando la difusión del conocimiento y el progreso científico. Todo esto a su vez tiene repercusiones para el crecimiento económico y el desarrollo de Puerto Rico al limitar los nuevos conocimientos e innovaciones que permitan fortalecer la economía.

Concluimos señalando que la prevalencia de trabajos precarios entre jóvenes, mujeres, inmigrantes y ancianos tiene consecuencias profundas y multifacéticas para la economía y la sociedad, pero en especial para el profesor universitario precario. Abordar la precariedad laboral es crucial para promover un crecimiento económico sostenible, reducir la desigualdad y la pobreza, hacer justicia laboral y salarial y fortalecer el tejido social. En el ámbito de la educación universitaria, es esencial garantizar condiciones laborales justas para los profesores, a fin de mejorar la calidad educativa y fomentar un entorno de investigación, creación e innovación robusto y sostenible.

 

El precariato laboral representa un desafío significativo en el mundo del trabajo actual debido a que el derecho al trabajo es un derecho humano. Entender las características del empleo precario y sus consecuencias es fundamental para desarrollar políticas públicas y estrategias que promuevan empleos estables, seguros y bien remunerados, así como proteger los derechos de los trabajadores en un entorno laboral en constante cambio.  Las instituciones y el Gobiernos deben trabajar en conjunto para garantizar condiciones laborales justas y seguras para poder retener los trabajadores productivos que mejoren la economía de Puerto Rico. Devolver los derechos laborales, tener políticas laborales inclusivas, programas de formación y apoyo social, y una mayor protección de los derechos laborales son esenciales para mitigar estos efectos negativos y crear un entorno más justo y próspero para todos los ciudadanos. Y en especial tener un Gobierno que vele por el bienestar de los y las trabajadores es urgente para tener desarrollo y crecimiento económico.

 

 

 

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