Tribulaciones en la colonia 2024

Dedicada a los combatientes Norman Pietri Castellón, Félix Ojeda Reyes, Dylcia Pagán y Radamés Acosta Cepeda

La derecha estadounidense no está sola. Comparte ideas y acciones a nivel internacional. Pasando por las propuestas de libertad económica, iniciadas por los “Chicago Boys” después del golpe de estado en Chile en 1973, renombradas como neoliberalismo durante las pasadas décadas para promover paquetazos de acciones legislativas en contra de los derechos laborales, las pensiones y promover la privatización de empresas gubernamentales y servicios esenciales al pueblo, hasta las propuestas recogidas en el Proyecto 2025, podemos observar cómo se impone la idea de una supremacía blanca, con riqueza económica y numéricamente minoritaria con respecto al resto del país donde se promueve.

Esa derecha y su ilusión de una mejor sociedad va creciendo con apoyo popular de quienes aspiran a la individualidad y la riqueza como meta en lugar de propuestas de mejoramiento colectivo, solidaridad y compartir derechos entre todos. El momento confronta la idea de una sociedad justa, libre de desigualdades, con derechos reconocidos para la educación, salud, vivienda, trabajo y alimentación, entre otros, frente a una sociedad que excluye lo colectivo, los derechos para todos, para migrantes, poblaciones no blancas y reafirma la supremacía blanca y europea.

Es una actualización del concepto de lucha de clases donde se sustituyen las clases por el individuo escogido y superior (raza) frente a los demás. Estos últimos luchan por parecerse al amo racista, creen que así debe ser la sociedad y prefieren el discrimen contra los más antes que luchar por la justa distribución de las riquezas. Es el mundo al revés, dijo algún filósofo poeta. Es simple lucha de clases, digo yo, donde los ricos de siempre están ganando la batalla mediante el uso de la tecnología para diseminar ideas, condicionar nuestras acciones, preferencias, gustos y deseos al punto de poder predecir como reaccionamos.

Desmantelan la educación pública mientras fortalecen sus colegios privados y exclusivos para sus herederos. Identifican las mejores mentes por todo el planeta para coaptarlos y usarlos como representación de la diversidad que les apoya. Al final, el poder continua en manos de esas familias ricas que han gobernado desde los tronos europeos conquistando y saqueando otras tierras que reclaman haberlas descubierto o simplemente las invaden y las hicieron suyas.

Por eso es importante para los menos esconder la historia y la verdad. Para que los pueblos no sepan como surgieron, de donde vienen, como se les esclavizó, se les explota y la riqueza que producen para otros. Por eso es importante para los menos que esa clase trabajadora que produce la riqueza del mundo, este dividida y no entienda la importancia de la solidaridad. Los más son buenos para trabajar y producir riqueza que luego compran y consumen a precios cada vez mayores que impone “el mercado”.

De cara a los procesos eleccionarios en EEUU y en la colonia llamada Puerto Rico se discuten alegados escenarios para defender la “democracia” que está en riesgo. La derecha norteamericana representada por más de cien organizaciones ha publicado un documento llamado “Proyecto 2025, Mandato para el liderazgo” que contiene una hoja de ruta para gobernar preferiblemente mediante acciones ejecutivas de manera que se neutralice el poder del Congreso. Esa derecha domina el poder judicial, así que las interpretaciones legales están aseguradas.

La agenda u hoja de ruta incluye eliminar la protección del pago de horas extras a cerca de 4.3 millones de trabajadores; reducir las ayudas a la asistencia alimentaria a más de 40 millones de personas; propone la eliminación de 220,000 empleos en EEUU; liberar el precio de los medicamentos; traspasar servicios médicos de gobierno a empresas privadas de planes y aseguradoras médicas; eliminar programas de cuido de infantes; eliminar subsidios a empleos; reinterpretar para eliminar o reducir derechos civiles, sobre el aborto, a favor de comunidades diversas, sobre la comunidad LGBT+, migrantes; negar prestamos para estudios universitarios, entre otros. Todo lo anterior y otras perversas ideas están contenidos en este documento de 900 páginas que se distribuye a los candidatos políticos para que se implante en EEUU.

No obstante, las ideas no son nuevas. Se han estado implantando en otros países mediante los paquetazos que impone el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones que controlan la deuda y su cobro. Se impone en países del “primer mundo” como Francia, Inglaterra, España y en toda Latinoamérica, con permiso en Argentina o sin permiso en Venezuela. Se impone mediante guerras sucias y encubiertas, se justifican violentamente como se hace en el conflicto Ucrania-OTAN-Rusia o en la guerra genocida contra el pueblo palestino.

Ahora toca el turno a la sociedad norteamericana donde las ideas derechistas enfrentan el dato demográfico de que las minorías van creciendo y pronto pueden tener “más poder” que quiere decir una reducción de la supremacía blanca que otorga la Constitución, el congreso y los tribunales. Es por ello que la derecha se apertrecha y lanza su receta en la lucha de clases permanente.

Acá en la colonia no quieren los gobernantes enterarse que el Proyecto 2025 se instauró plenamente con la Ley 7-2009 y la medicina amarga de las Juntas de Reconstrucción y Estabilización Fiscal. Que los gobiernos sucesores aceptaron las recetas impuestas por la Ley PROMESA y la Junta de Control Fiscal. Que las contradicciones del capital y el imperio en manejar la colonia es más que eso, son inversiones para ampliar los mercados. A manera de ejemplo, destruyen el sistema energético público para promover la energía renovable mediante sistemas privados, pero los inversionistas del petróleo y el gas adquieren un negocio de miles de millones de dólares mediante el sistema de energía con recursos fósiles. Al final vemos el negocio de la energía privada funcionado independientemente de los que conviene al pueblo en una isla en el trópico. Con Sol, con petróleo y gas privatizado a la vez.

Mientras las convenciones de los Partidos Republicano y Demócratas nos entretienen con las promesas de resolver el estatus de la colonia, acá se celebrará “por orden ejecutiva” un plebiscito de mentira el día de las elecciones. Y no se discute ni se atienden los problemas sociales y económicos causados por el imperio y la ausencia de poderes. Se promueve la migración de los mejores talentos del país, educamos para que se vayan del país los futuros trabajadores de la educación, la salud y otras “profesiones”.

Como si fuera poco, amenazan a quien hable de lucha de clases con enviarle sin pasaje a Cuba, Venezuela o Nicaragua, dignos paraísos de dignidad que luchan defendiendo su soberanía. Es difícil la vida en la colonia pero nadie dijo que era fácil.

La lucha continúa y tenemos el deber de seguir hacia adelante. Nuestros muertos lo reclaman.

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