Trillizos Fraternos de Maribel Canales Rosario

 

 

Especial para En Rojo

Todo artista busca crear un lenguaje visual propio desarrollado a partir de sus influencias escogidas, pero para Maribel Canales Rosario –una artista trilliza– la relación entre originalidad y colectividad adquiere un cariz personal. Desde el título de su más reciente exposición, la artista nos anuncia de manera sutil relación entre lo grupal y lo individual, pues deja claro que sus hermanos y ella son Trillizos Fraternos, lo cual puntualiza el hecho de que no son idénticos. Desde esta experiencia de vida, Canales Rosario desarrolla su tema de investigación artística, proyectándolo hacia un contexto mayor, al del individuo frente a su contexto socio/cultural, partiendo de la premisa de que la unidad mínima de toda sociedad es la familia.

Compuesta por un conjunto de pinturas, instalaciones y proyecciones digitales, Trillizos Fraternos se presenta como una muy familiar, tanto en el sentido de tratarse de obras en las que aparecen sus parientes, como en el sentido de que nos parece conocido. La artista retrata personas y espacios comunes y con esto rompe la distancia entre la vida y el arte. No hay intención alguna de idealizar figuras o crear alegorías. No cabe duda de que vemos a una familia real en su hogar y a pesar de que no conocemos a las personas pintadas, el recorrido tiene algo de esa sensación cálida que nos provoca ver el álbum de la abuela.

La combinación de referencias fotográficas transferidas a pinturas, con una estilización producida por gruesas pinceladas y otras técnicas, remiten a la construcción de pasados trágicos en obras como The artista and His Mother de Arshile Gorky o Family at the Seaside de Gerhard Richter (la primera relacionada a la masacre armenia de 1912 y la segunda a la Alemania Nazi). La obra de nuestra artista no carga con la dura nostalgia de los estragos de la guerra presente en las piezas de estos europeos, sin embargo, señala la Dra. María Elba Torres –en el texto de pared que aporta a la muestra– que: “Las obras de Maribel Canales Rosario hacen un contrapunto con la ideología racista criolla del país de la “gran familia puertorriqueña”. Sobre este último concepto, basado en la tan repetida mezcla de tres razas ­–taina, española y africana–, la Dra. Barbara Abadia Rexach ha comentado que: “Esa mezcla que homogeniza a lxs puertorriqueñxs es problemática en tanto acalla la denuncia del racismo –prejuicio y discrimen– que se sobrevive en el archipiélago” (Abadía-Rexach).

Sin intención de negar las aportaciones culturales que ha recibido Puerto Rico, provenientes de nuestros antepasados indígenas, europeos y, en algunos casos, asiáticos, aunque no luzcamos iguales, todos somos parte de una sola raza humana.  Cabe recalcar que esta realidad biológica de ningún modo cancela el hecho de que históricamente se han creado grupos sociales, mal llamados razas, sin otro fin que el de dividir la humanidad para justificar la opresión de unos grupos sobre otros. Así es como el tema de los Trillizos Fraternos se proyecta a nivel nacional, como un grupo heterogéneo de personas que comparten una misma fuente de vida.

En este contexto, la presentación de la cotidianidad de los Canales Rosario como un hogar típico puertorriqueño, constituye un cambio en la perspectiva en la representación de nuestra afro descendencia la cual a menudo se limita a unos elementos folclóricos. En lugar del disfraz genérico de la semana puertorriqueña escolar, de trajes floreados con amapolas en el cabello y camisas blancas con pañuelos rojos, Canales Rosario nos presenta la realidad diaria de una familia de clase trabajadora, aquella que tanto literal como figurativamente construyen nuestro país día a día. Siendo esta una investigación a través de las artes visuales, se presenta como una sumamente accesible para el entendimiento de un público diverso. En este sentido, coloca un espejo en frente de la población puertorriqueña en un espacio institucional como lo es una sala de exposiciones gubernamental. Lejos del lente antropológico que se distancia de la cultura para convertirla en objeto de estudio, Canales Rosario nos acerca a la realidad vivida, liberada de academicismos.

En su texto de pared, la Dra. Emilia Quiñones Otal, curadora de la muestra, compara con raíces el cabello con el que la artista unifica los retratos de los trillizos. Estando en un edificio perteneciente al Instituto de Cultura Puertorriqueña, el antiguo Arsenal de la Marina Española, la comparación entre cabello y las raíces afro, lleva a reflexionar sobre cómo el Museo de Nuestra Raíz Africana lleva décadas cerrado y sin planes de reapertura que se conozcan. Afortunadamente, el tema afro se ha puesto de moda en los últimos años y se le ha dado espacio a artistas quienes han estudiado este tema durante años, como Maribel Canales Rosario. En medio de esta oleada de exposiciones sobre la afrodescendencia, una muestra como Trillizos Fraternos abre la posibilidad de elevar el antirracismo y diseminar la apreciación por nuestras raíces. Quizás estas aproximaciones artísticas a nuestras afrodescendencia –proyecto tan marcado por un academicismo a menudo inaccesible para muchos– pueda pasar, poco a poco, a nuestro diario vivir, al reconocer que, verdaderamente, así somos.

 

 

 

 

 

 

 

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