Por Cándida Cotto
Hasta que el Gobierno de Puerto Rico no se disponga hacer pruebas a la población, similar a los ejercicios de vacunación masiva, los contagios por coronavirus (COVID-19) seguirán en aumento.
A inicios de esta tercera semana de octubre, el número de contagios confirmados de Covid-19 era de 29,138; el número de casos probables era de 28,812 y el total de muertes era de 768, según los datos del Departamento de Salud (DS).
Hasta el presente, el único método efectivo con el que se puede salvar vidas y controlar la transmisión del COVID-19 es haciendo la prueba. Sin embargo, el Gobierno de Puerto Rico no ha hecho ningún esfuerzo por conseguir más pruebas. “No es cierto que no hay pruebas. Aquí están viniendo grupos a hacer pruebas gratis por los municipios, y hacen cientos en un día. Del mismo lugar que las obtienen esos grupos, las pueden adquirir el Gobierno de Puerto Rico”, declaró en entrevista la doctora en epidemiología Cruz María Nazario a este semanario.
El número de laboratorios que auspicia el DS es pequeño, de hecho, se limita a 12 laboratorios. Sin embargo, el DS continúa controlando y haciendo las menos pruebas posibles. Aparentemente, el DS de Puerto Rico está siguiendo la instrucción del Departamento de Salud de Estados Unidos de hacer menos de 2% de pruebas en la población.
Como en entrevistas anteriores, la profesora de la Escuela de Salud Pública del recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) reiteró que para poder controlar la propagación del virus es necesario que se hagan más pruebas a la población, mantener en aislamiento a los contagiados, implantar eficientes métodos de rastreo y mantener las medidas de higiene y distanciamiento.
Las cifras informadas al 19 de octubre sobre casos confirmados y probables no reflejan la realidad, precisamente, porque no se están haciendo las suficientes pruebas para confirmar los diagnósticos. Además de la falta de pruebas, la mayor parte de las personas que no tienen síntomas no son diagnosticadas porque no se ha desarrollado una campaña para hacer pruebas a la población, como lo han hecho en otros países.
Para hacer la prueba, el DS sigue unas prioridades que parece ser el único que entiende por qué. Se hacen las pruebas solo aquellas personas que tienen síntomas, a las personas que sus patronos se la requieren o a las personas que van a un hospital. Aun así, las casi 70 mil personas en Puerto Rico que están o han estado contagiadas (diagnosticadas con la prueba rápida o con la prueba molecular) implica que el nivel de riesgo muy alto, comparado con otros países.
Si tomamos en cuenta nuestra condición de isla y los recursos que se tienen, podríamos mirar a Singapur como ejemplo de cómo manejar la situación. Al igual que Puerto Rico, Singapur es una isla, pero tiene más o menos el doble de nuestra población, aproximadamente 6 millones. Contrario a Puerto Rico, ese país ha logrado controlar la pandemia sin medicamentos y sin vacunas. Es decir, sin ninguna medida dramática.
En su lugar, Singapur hizo pruebas a toda la población, aisló a los que dieron positivo y le dio seguimiento a los focos de contagio. Esas medidas le han permitido controlar la epidemia a tal punto que el total de muertes hasta el presente en Singapur es de solo 27. En Puerto Rico, con solo 3 millones de habitantes, hasta ahora tenemos 768 muertes. Esto significa que el riesgo de morir por COVID-19 en Puerto Rico es de 25 por cada 100 mil habitantes, mientras que en Singapur es .05 por cada 100 mil.
La doctora Nazario declaró a CLARIDAD que aun con el doble de la población nuestra, ahora mismo el número de personas enfermas en Singapur es similar al número de enfermos de Puerto Rico. Sin embargo, hace meses que no tienen casos nuevos, solo esporádicos. En cambio, en Puerto Rico, la cifra pasa de cien diariamente.
Para ella, estos números no son buenos porque “lo que representan no es el contagio, sino la incompetencia que tiene el Departamento de Salud para capturar los resultados de laboratorios. Cuando se ve un informe de Salud lo que se ve son los atrasos. El número que dice hoy no es el de ayer”.
Una vez más recalcó que los números no son reales tanto por el atraso como por la falta de pruebas para identificar los positivos. La mayoría de la gente que tiene el virus y no tiene síntomas, sigue regándolo.
Ridícula la nueva Orden Ejecutiva
La nueva Orden Ejecutiva que aumenta en un 5% la capacidad en diversos establecimientos es calificada por la doctora Nazario como una ridiculez. “Quisiera saber quién supervisa que se esté cumpliendo, qué implica ese alza. Ni hace nada para detener el contagio ni tiene ningún impacto para la economía. Francamente, no entiendo. Me pareció como si no hubiese ocurrido nada”.
Todos los lugares son posibles focos de contagios. El peligro está en aquellos donde no siguen las reglas recomendadas de no permitir la aglomeración de personas, procurar que no se circule el mismo el aire acondicionado, que las personas no se expongan en lugares cerrados con aire más de 15 a 20 minutos, el uso de la mascarilla y el lavado de manos todas las veces posibles.
“La situación en Puerto Rico es crítica. Hay muchas personas hospitalizadas. Nosotros no podemos continuar con los contagios abiertamente. Ya que el Gobierno de Puerto Rico no hace pruebas, nosotros tenemos que asumir el control de esta situación. Y el mensaje tiene que ser, “yo me voy a poner la mascarilla para protegerte a ti porque tú no sabes si yo estoy contagiada y tú te tienes que poner la mascarilla porque yo no sé si tú estás contagiado”.