CLARIDAD
Puerto Rico no está preparado para enfrentar los recortes de fondos federales ni la incertidumbre con el alza y baja de aranceles, lo que hace que el alegato de que hay una oportunidad para volver atraer la manufactura al país sea una contradicción, apuntó el economista de Espacios Abiertos, Daniel Santamaría Ots.
El director de Investigaciones de la organización no gubernamental que examina la transparencia gubernamental y la rendición de cuentas reconoció en entrevista con CLARIDAD que, en definitiva, los fondos federales son una herramienta fundamental para Puerto Rico. Incluso el presidente de la Junta de Control Fiscal (JCF), Robert Mujica, recientemente admitió que no había reemplazo para la pérdida de esos fondos.
Al respecto, Santamaría Ots señaló que aunque no se sabía que Trump iba a ganar y tomar decisiones tan drásticas, lo cierto es que no se puede confiar en fondos que no son tuyos, los cuales pueden variar en algún momento su composición e intensidad. Siempre hay que contemplar y modelar, y tratar siempre de incorporar probabilidades de modelos que incluyan la posibilidad de recortes federales, que es lo que se está sufriendo ahora.
Apuntó que ahora mismo Puerto Rico no está preparado para enfrentar esos recortes, no hay un plan B, y no se ha diseñado un colchón que pueda amortiguar esos recortes, por lo que se van a estar sufriendo las consecuencias. También expuso que es difícil especular de qué manera se pueden amortiguar los recortes, ya que es obvio que si no se tiene la capacidad de absolverlos, algo del presupuesto se va a resentir. “Supongo que la JCF y el Gobierno van a decidir qué partida será la que se sacrifique ante ese escenario de recortes”.
Sin embargo, considera que esa conversación entre la JCF y el Gobierno es una que está tarde, ante eventos que afectan tanto a toda la nación estadounidense y a Puerto Rico, en especial ante recortes de programas de atención a las poblaciones más vulnerables como puede ser Medicaid o el SNAP. El economista hizo hincapié en que es importante entender que Puerto Rico ya no puede seguir buscando elementos en los que recortar y más en elementos fundamentales para el crecimiento económico como son, por ejemplo, la Universidad de Puerto Rico y la salud. “Ya esa estrategia está llegando a su fin. La única manera de darle la vuelta a esta tendencia es con ese plan de desarrollo económico que nunca llega”, expresó.
Santamaría Ots criticó que como estrategia para aumentar ingresos se piense solo en recortar, así que la única herramienta que se está viendo es la de imponer un impuesto de 4 % a los beneficiarios de la Ley 22 (ahora Ley 60) sobre las ganancias de capital, herramienta que considera es improvisada. Hizo la anotación de que a partir del 2012, cuando se aprobó la ley, de haberse adoptado un impuesto con ese mismo 4 %, se habrían recaudado $160 millones por año, con los que se hubiese podido subvencionar parte del presupuesto de la UPR,
El economista de Espacios Abiertos denunció que no ve una estrategia de desarrollo económico que no sea los incentivos. Incluso trajo a la atención que la JCF tiene como mandato en su Artículo V adoptar un plan de desarrollo económico, algo que tampoco se ha producido. El actual director en la JCF, que se supone impulse ese mandato lo es el exdirector del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), José Pérez Riera.
Recalcó que el gobierno debe concentrar sus esfuerzos en un plan de desarrollo económico. “No podemos seguir buscando recortar. Recortar en educación es recortar en conocimiento, y no hay país que recorte en conocimiento al que le vaya bien. Ninguno”.
En alusión a lo presentado en días recientes por la gobernadora, criticó que se pretenda presentar una reforma contributiva como plan de desarrollo económico, mucho menos una que atienda a un pequeño sector de la población. Explicó que cuando se habla de una reforma contributiva, solo se atiende a aspectos que competen a un sector de la población, por ejemplo, poner más dinero en el bolsillo, suavizando las ganancias de capital o intereses de los dividendos. “No todo el mundo es rentista, tiene propiedades. Aquí lo que hay que atender es el alivio de las clases populares, que siguen sin poder llegar a fin de mes, y lo que vemos es una simetría en cuanto a qué atender y de qué manera”.
Como ejemplo, planteó que la JCF pretende recortar el programa de Crédito por Trabajo porque cuesta demasiado, según ellos. Dicho programa adoptado en el 2018 y luego en el 2012 con fondos ARPA ha sacado a 100 mil familias de la pobreza, al incorporarse al sector laboral formal. “Ahora, en la reforma contributiva, se quiere recortar en el único incentivo que afecta a la clase trabajadora y se está queriendo poner dinero en el bolsillo a quien ya tiene”, denunció el director de Investigación de Espacios Abiertos.
De igual manera, discrepó de la alegación de la JCF de que las reformas estructurales que ha impuesto en el Plan Fiscal 2024-2025 vayan a rendir los ahorros proyectados de $45 mil millones en los próximos 30 años. Según la Junta, el problema no es el plan fiscal, sino que el Gobierno de Puerto Rico no está siendo capaz de implementar las reformas. Agregó que la JCF ha apostado a una estrategia de reforma estructural que no está dando sus frutos y a unos fondos federales que fueron para resolver determinados daños como los huracanes y el covid. Servirán para aliviar el plan fiscal, pero eso no será la varita mágica para que el país crezca. Precisó que los fondos federales, en la práctica, se han gastado en su totalidad, que lo que queda es entre un 45 a un 50 %, pero que ese oxigeno se acorta y que lo que se ha visto de crecimiento del producto nacional bruto en los últimos dos años, fundamentalmente, ha venido por fondos federales.
La manufactura ya no es la misma
Sobre las expresiones de la gobernadora, Jenniffer González, de que el alza de los aranceles le a Puerto Rico la oportunidad de que regrese la industria de la manufactura, el economista describió que el sector de biofarma de dispositivos médicos o la aeroespacial cada vez son industrias más robotizadas, y que aun cuando se congelen los arancelarias, ve el regreso de esas industrias como una política desacertada porque se va a entrar en una política que va a pasar factura vía inflación.
Agregó que hay mucha incertidumbre sobre el que esas industrias puedan regresar debido a que las industrias no toman ninguna decisión bajo ese panorama de incertidumbre sobre los aranceles. Además, en caso de que en efecto regresen esas industrias de manufactura, no van a producir en semanas. Eso toma años. En la práctica, ese tipo de industria ya está robotizada y con inteligencia artificial. Describió que en la manufactura de hace 50 años, donde había 50 ingenieros en la cadena de montaje, ahora hay uno con IA.
Santamaría Ots advirtió que “sacar pecho” con que esas empresas regresen con el alza de los aranceles entra en contradicción con la afirmación que hacen los economistas de que ante un escenario de tanta incertidumbre nadie toma esa decisión. “La pregunta es dónde está la oportunidad para Puerto Rico, porque lo que hoy parece una política, mañana se cambia”.
Un ejercicio de comunicación política
De otra parte, entrevistado también por este medio, el economista Heriberto Martínez Otero, desmintió a la gobernadora en su alegación de que en sus primeros 100 días se hayan creado mil empleos. Afirmó que en los últimos años los empleos que se han creado en Puerto Rico han estado vinculados totalmente a la actividad económica por los fondos federales en exceso. Reparó en que con la congelación de muchos de estos fondos, sumado al detente de gasto público, se impide que se pueda hablar de que se haya tenido una creación de empleos en este trimestre. “No creo que estemos pasando por un momento positivo de actividad económica como si pudiéramos haber dicho a partir de la pandemia para acá”.
En cuanto a la actitud de la gobernadora de negar que los recortes de fondos federales y que el alza en los aranceles vayan a afectar al país, como por ejemplo, el retiro de los fondos federales al Departamento de Educación, atribuyó a la gobernadora estar haciendo un ejercicio de comunicación política para intentar mantener algún tipo de apoyo. Apuntó que ante el hecho de que Puerto Rico no está entre las prioridades del presidente Trump, no hay forma en el contexto de la economía global y de Estados Unidos que se pueda hablar de un crecimiento económico y creación de empleos. “Pienso que la gobernadora lo sabe, pero hace un gesto de comunicación política para intentar calmar los sectores económicos y sociales en Puerto Rico”.
El director ejecutivo de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico explicó que desde el punto de vista de las clase trabajadora y pequeñas empresas el gobierno no ha tomado ninguna acción contundente en favor de estas, pero tampoco ve claro cuál va a ser la hoja de ruta para mejorar la calidad de vida de los puertorriqueños. En esa dirección, observó que el Plan Fiscal es un diseño de un modelo económico conservador que va en contra de los municipios, de la UPR, de lo que es la inversión social y favorece a los sectores más privilegiados del país.