Arecibo: Víctor Rojas 1 y las inundaciones

 

Por Giancarlo Vázquez López/CLARIDAD

gvazquez@claridadpuertorico.com

El dique o zanjón, como lo nombran los vecinos de la comunidad Víctor Rojas 1, fue construido para canalizar las aguas de lo que en algún momento fue la zona industrial de Arecibo. Tras las inundaciones sucedidas el domingo, 13 de septiembre, lo primordial es trabajar en su reparación. Hace una semana, varias comunidades de dicho municipio se inundaron después de una fuertes lluvias, entre ellas Víctor Rojas 1. CLARIDADentrevistó a Lisandra López, quien ha vivido allí desde de niña. Ella y su esposo fueron una de las tantas familias afectadas.

Las inundaciones siempre han sido un problema en la zona. López recuerda que cuando era pequeña limpiaban el dique para evitar lo mismo que sucedió. La primera inundación, similar a la del domingo pasado, fue en 1969, según le cuenta su abuelo.

López indicó que las inundaciones ocurrieron por varios motivos:las alcantarillas,que no se han destapado; el caño,que explotó por la parte de atrás de una de las casa cerca de donde vive; el torrente de agua,que baja del ColiseoManuel PetacaIguina, que no solamente se desvía hacia ese caño, sinoque se desvía hacia la carretera.“Todoeso se inunda y toda esa agua viene a tener aquí”.

“Mis papás son también de aquí. Yo vivía más arriba. Como para la segunda vez que explotó ese caño hubo una inundación de tal magnitud que aquí la ayuda que dieron no fue suficiente,  los vecinos se juntaron y radicaron una demanda”, mencionó. Respecto al Coliseo López añadió que luego de su construcción el problema de las inundaciones se ha agravado.

Otras de las comunidades afectadas fueron Rodríguez Olmo, Trina Sanz, en el Cotto, Vista Azul, Urbanización Regional y el pueblo. La Cruz Roja repartió unas tarjetas de $450. El municipio dio $1,000. Por otra parte, sabemos que a través de individuos y organizaciones comunitarias algunos vecinos de Víctor Rojas 1 han recibido donativos como estufas, neveras y alimentos.

“Según me informaron del Municipio, esto era una ayuda primaria en lo que el alcalde rendía el informe para que esto se declarara zona de desastre y pudieran también empezar a arreglar ese caño, porque ahora mismo, si a eso no le empiezan a meter mano, con cualquier lluvia nosotros nos vamos a ver en una situación bien precaria”, dijo López.

“Yo entiendo que la ayuda que se va a necesitar es mucho más de los $1,450. Aquí no han venido ni los bomberos a limpiar la carretera. Esto es una peste a bache y excremento horrible” añadió.

Lisandra López, es ama de casa. Trató de salvar en una hora lo más que pudo. A continuación un resumen de su experiencia y opiniones tras las repentinas inundaciones del domingo.

 «Con todo y eso las ollas volaron por ahí para abajo… (soltó una carcajada). Hay que cogerlo con un poco de humor también porque no es la primera vez que lo pierdo todo. Es la tercera vez. Yo perdí todo para el huracán George, para la tormenta Hortensia y ahora. Para María, gracias a Dios, aquí ni se inundó. Se inundó después, pero entre los vecinos y yo pegamos rápido a limpiar la alcantarilla y no subió…

Tú sabes cómo somos los puertorriqueños, que tenemos en nuestro patio sembrado palos de pana, aguacate y diferentes cosas. Toda esa área de allá arriba eran casas donde había plantaciones de estos árboles. Luego del huracán María muchos árboles se cayeron y cayeron dentro de ese caño. Nunca vinieron a limpiar. Sedimento tras sedimento. Porque como ya dije hace muchísimos años que ese caño no lo limpian. Esto agravó la situación. Ahora sí vinieron y limpiaron…

La pared que queda a la parte de atrás de mi casa es relativamente nueva porque fue de la última inundación. Una pared que la tiraron como en chinos negros. De esa pared salió un chorro que eso fue lo que hizo que se me llenara la casa de agua por la parte de atrás, pero igual recibí agua por la parte de al frente. Yo logré salvar un montón de cosas porque me moví rápido, pero con todo y eso perdí la lavadora, la estufa, los muebles. Tuve que botar las camas de los tres cuartos.

 Había otro vecino que lo había perdido todo. Mi nevera se llenó de agua hasta la mitad, las tablillas explotaron. Aunque solo tengo una tablilla y el freezer, la nevera me prendió. Le cedí la nevera que me dieron a los vecinos de al frente, que lo perdieron todo, porque sus nietos están todo el tiempo con ellos. La estufa no la he podido montar porque he tenido varios inconvenientes; mi esposo está enfermo y tuve que arrancar con él para el hospital. Yo tengo múltiples condiciones de salud, así que todavía no he podido tampoco limpiar muy bien que digamos.

 Lo material puede ir apareciendo poco a poco, pero si no meten mano con ese caño vamos a seguir expuestos al mismo problema. El roto en la pared del dique sigue abierto y como no han limpiado la alcantarilla va a seguir bajando todo ese arenal, va a seguir bajando todo eso para la alcantarilla. Por más que limpien no están haciendo nada…»

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