“Bienvenido” sea el gatopardismo

 

 

Especial para En Rojo

A menos de 60 días, para las elecciones generales, le damos la cordial bienvenida a los gatopardistas. Son poco conocidos por este gatuno apelativo, pero con gran bagaje de mete miedos. Siempre han existido en la política y otras disciplinas humanas. Cautelosos al extremo, rayando en cobardía, detestan el cambio porque medran en la inmovilidad. Son conservadores con ribetes de reaccionarios. Se presentan como objetivos, pero son artistas del discurso sesgado. Malabaristas de las dos aguas, fieles maestros de las zonas grises. Practicantes del no atreverse, de ”mejor es pájaro en mano que cien volando”. Les presentamos a los equilibristas del punto medio. Estamos seguros que ustedes conocen a un(a) honorable de ese pelaje.

En este año atípico, medio amorfo, asimétrico y lleno de incertidumbres políticas; es el escenario donde han comenzado a desfilar los profesionales del inmovilismo. Muchos de ellos llevan agendas personales, hachas que amolar con no sé qué ente del inframundo y otros y otras que son meros instrumentos del sistema colonial. En este catálogo encontraremos los políticos de oficio, los gatilleros ideológicos (léase Rivera Schatz) que se encargan de destruir y manchar reputaciones, los analistas bien pagados, los opinólogos de radio y televisión, los seudoperiodistas sin un átomo de ética profesional, los expertos en encuestas a la carta, los académicos oscuros y una matrícula amplia de vividores del bipartidismo rojiazul. Estos hermanastros coyunturales tienen la custodia absoluta de la teta gubernamental y el maná de los contratos con la administración de turno.

Son muchas las décadas en que este país caribeño y latinoamericano ha estado en continuo deterioro. No hay ámbito sociocultural y económico que no esté golpeado por la corrupción, la desidia y la mediocridad institucional. Países de nuestro entorno geopolítico que envidiaban nuestros logros en la economía y el desarrollo de nuestras instituciones hoy nos han rebasado en productividad y competitividad. El descaro con que la clase política ha usufructuado el erario nos llevó a esta bancarrota nuestra de cada día. El desaliento y el desánimo de nuestra gente ha llegado a cuotas insoportables. La precariedad existencial (para usar un término mediático) se a hecho viral.

Jamás imaginó el escritor siciliano, Giuseppe Tomasi que su novela, El gatopardo, cobraría vida en este archipiélago caribeño. La filosofía, planteada en la novela, de ejecutar cambios superficiales para que en esencia todo se quede igual es la doctrina que ha sustentado el Estado Libre Asociado y que el binomio PPD-PNP se ha encargado de perfeccionar hasta niveles de inmoralidad sociológica.

Una nueva organización política con el nombre de Alianza Patriótica ha tomado el escenario electoral en este 2024. Un grupo de buenas y buenos puertorriqueños han dicho basta y han hecho suya la encomienda de crear patria construyendo el país que merecemos. Son compatriotas que se han comprometido con hacer lo dignamente posible, por este pueblo castigado por los usurpadores. Preparémonos para dar el salto, no al vacío de la desintegración nacional, sino a la utopía del camino por recorrer, al verdadero propósito que es el de construir, de hacer haciendo nuestro futuro con decencia y eficiencia. Hagámoslo.

El autor es poeta.

 

 

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