CLARIDAD
“Vivita y coleando la persecución política en Puerto Rico”, decía el editorial de Claridad de 31 de mayo de 2023 en referencia al proceso judicial que enfrentaba la representante Mariana Nogales Molinelli. El editorial se publicó luego de que el Tribunal de Primera Instancia de San Juan determinara “no causa” en 49 de los 51 cargos que la Oficina del Fiscal Especial Independiente (FEI) presentó contra la entonces portavoz del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) en la Cámara de Representantes.
La determinación judicial se produjo en la primera vista celebrada, la que inicia el procedimiento (“Regla 6”) y en la que, según la jurisprudencia, se requiere apenas una “cintilla” de evidencia para que el enjuiciamiento continúe. Si la prueba refleja ese mero indicio de culpabilidad el proceso pasa a la segunda etapa, la vista preliminar, donde el requisito de prueba es un poco más alto. Si el caso supera esa segunda vista entonces se celebra un juicio donde para declarar a una persona culpable se requiere presentar prueba “más allá de duda razonable”.
En el caso de Nogales y su familia (porque también se acusó a su madre, la Lcda. Rita Molinelli, y a empresas familiares) los fiscales “especiales” no pudieron presentar ni siquiera la mentada “cintilla” en 49 de los 51 cargos que, con mucho ruido público, habían presentado. Para cualquier periodista que conozca bien su oficio esa era “la noticia” porque luego de una investigación que tomó meses, durante los cuales hubo continuas filtraciones a la prensa, el balón había quedado desinflado. Sin embargo, Claridad fue uno de los pocos medios de prensa que trató la noticia de esa manera. Para la mayoría, el titular que destacaron luego de la primera vista judicial fue: “Causa para arresto contra Mariana Nogales”, refiriéndose a los dos cargos que sobrevivieron la primera etapa. En el cuerpo de la noticia se hablaba de los 49 cargos desestimados de plano, pero, como ellos saben, muchísima gente sólo lee titulares.
De esa manera, la ordalía mediática que venía enfrentando Nogales desde que el FEI empezó a filtrar información continuó aun cuando sus acusadores habían sufrido un varapalo judicial. También siguió el viacrucis judicial con todas las acusaciones porque los fiscales, abusando de los procedimientos y gastando dinero público, fueron en alzada hasta el máximo foro judicial, el Tribunal Supremo, perdiendo en todas las instancias. Ni ante el Tribunal de Apelaciones ni ante el Supremo pudieron demostrar que existía la mera “cintilla” de evidencia que requiere la norma jurídica. Todos esos fracasos de los acusadores no fueron suficientes para detener la campaña mediática, tanto en medios tradicionales como en las redes sociales.
Luego, las únicas dos acusaciones que sobrevivieron la primerísima etapa se cayeron en la segunda, sin que Nogales tuviera que enfrentar juicio, pero el FEI siguió yendo en alzada. Hace apenas unos días recibió el último varapalo: en una segunda vista preliminar, celebrada ante otro juez, tampoco se encontró causa para juicio en los dos casos que habían sobrevivido en 2023.
En este momento, cuando por fin termina la ordalía judicial y mediática de Nogales -que desde que comenzaron a filtrar noticias se alargó por casi cuatro años- ya pasaron las elecciones generales y un nuevo gobierno del PNP está cómodamente instalado. Aunque Nogales ganó en todas las etapas el objetivo que estaba detrás de las acusaciones fue alcanzado y tanto ella como su partido, el Movimiento Victoria Ciudadana, pagaron un alto costo político. La persecución que se denunció en el editorial de Claridad de hace dos años terminó imponiéndose a pesar de que falló en el tribunal.
En más de una ocasión he escrito en este mismo espacio sobre cómo el PNP ha controlado para su beneficio todas las instituciones que se supone combatan la corrupción: FEI, Oficina de Ética, Contralor y un largo etcétera. El objetivo primario de ese control es garantizarse protección, evitando que su gobierno y sus altos cargos tengan que enfrentar investigaciones por sus continuos malos manejos. Pero hay otro objetivo igual o más importante, que es utilizar esas instituciones para lanzarlas contra sus opositores, en este caso el MVC. Como dicen los abogados, la ordalía judicial de Nogales es un buen “Exhibit” de esa estrategia.