Espectacular junte de estrellas

En días pasados la tarima del Centro de Bellas Artes de Caguas se engalanó con la presentación de dos figuras estelares de la canción latinoamericana.

De Puerto Rico, el super-astro, Chucho Avellanet, quien esa noche estaría acompañado por otra gran figura de Nuestra América, la peruana Tania Libertad.

La primera parte del espectáculo correspondió a Chucho nuestro eterno querendón, quien hizo un derroche de su hermosa y potente voz. Voz que ha constituido uno de los grandes baluartes de nuestra cultura popular y que el tiempo ha respetado como si comprendiera lo que significa para Puerto Rico. (Desde que despuntó en sus comienzos cuando, junto con sus compañeros de programas como Canta la Juventud y El Club del Clan tales como Lucecita, Danny, Julio Ángel, Al Zeppy y la dirección de Alfred D. Herger ya demostraba su talento).

Talento que se manifestó en cientos de grabaciones vendidas, en múltiples conciertos ofrecidos tanto en Puerto Rico como fuera de nuestros límites territoriales. Todavía recordamos su maravilloso junte con otro de nuestros astros, Danny Rivera en el 2013, en esa misma sala de Bellas Artes de Caguas, titulado “Coincidencias” donde ambos estremecieron a los presentes con temas como entre otros: El Amor Desolado, Se acabó y Danny con los temas: Alegría y Manolo, así como varias interpretaciones a dúo. También recordamos con emoción profunda cuando durante la interpretación a dúo del tema El vino brindaron por el insigne defensor de los derechos humanos, Nelson Mandela, y nuestro queridísimo Oscar López el líder de la Revolución Bolivariana, Comandante Hugo Chávez.

De ahí en adelante por fortuna para nuestra América hispana y para orgullo de Puerto Rico, la carrera de Chucho siguió un curso ascendente durante el cual fe aclamado en toda la América hispana recibiendo numerosos premios tales como: El Yunque de Oro, en Venezuela, el Premio Guaicaupuro, también en Venezuela y varias nominaciones al Grammy Latino.

No obstante, el Premio Mayor recibido por Chucho ha sido el gran orgullo que siente el pueblo puertorriqueño por sus éxitos, ¡Gracias Chucho por haber nacido en esta islita tan pequeña pero cuyos hijos han hecho tan grande con su talento!

Fue esa voz la que estremeció la sala de espectáculos cuando acompañado por la impecable banda y los hermosos coros de Yanira Torres y Félix Alvarado interpretó los temas: Fue la Música (Lissette Álvarez), ¡Qué bonita es esta vida! (canción mexicana), Esta noche está para boleros (del compositor mexicano Charlie Mosqueta), Mil violines, Medly (Abeja Reina), ¡Que mal amada estás!, Latinoamericana, Carta a mi viejo (Alberto Cortez), En la cara de la luna, Ódiame, Amor desolado, Salud… el vino, Medley (Jamás te olvidaré), etc.

Luego de este medley, la figura atractiva y elegante de Tania Libertad, apareció en escena para interpretar a dúo con Chucho el hermoso tema La Flor de la Canela, de Chabuca Granda, acompañada musicalmente de la excelente banda de la noche, así como de Caridad y Sonia (su directora musical), quienes vinieron con Tania para acompañarla en los teclados.

La talentosa intérprete con una exitosa trayectoria que incluye miles de discos vendidos, un Grammy Latino, Premio de la UNESCO por la Paz y condecorada con el grado de “Comendadora” por el gobierno peruano y la Orden de Río Blanco por el gobierno de Brasil y considerada, al igual que nuestro Chucho, otro sólido baluarte de la cultura musical latinoamericana quien llevaba ya más de nueve (9) años de ausencia de los escenarios borincanos, retomó su puesto en las salas nuestras para cantarnos parte de su extenso repertorio, con temas que el público premió con sus aplausos como: Cucurrucucú Paloma, Gracias a la vida, Procuro Olvidarte, Qué sabes tú, Cielo rojo, Ave María, Fallaste Corazón, No soy de aquí ni soy de allá, Por debajo de la mesa, El pastor, Medley (Preciosa/Verde Luz).

Finalmente se produjo un cierre a dúo inolvidable con los temas: Noche de boda, Perdón, Nada personal, De qué manera te olvido, Perfume de gardenias, Si nos dejan y Vereda Tropical. No podemos terminar esta reseña sin reconocer la brillante participación de Félix Alvarado y Yanira Torres en los coros.

Artículo anteriorLas alianzas: Educar para avanzar
Artículo siguienteNotas sobre Literatura fantástica en Puerto Rico (siglo XIX)