En Rojo
Como suelo hacer: aquí ofrezco una combinación de un filme en sala de cine, una serie de Showtime y un rescate del pasado. Aunque el filme español La maniobra de la tortuga es del 2022, es difícil “cazarla” por streaming por no contar con casas distribuidoras internacionales, ya que es una producción regional de Andalucía. A Gentleman in Moscow llega con la fama de ser una novela bestseller y, como es de esperarse, las insatisfacciones de los lectores al traducirse al lenguaje fílmico. Como contraste al monólogo ideológico de la serie, rescato mi reseña de Reds de 1981.
La maniobra de la tortuga/Unfinished Affairs
Director: Juan Miguel del Castillo; guionistas: José Rodríguez y Juan Miguel del Castillo; autor: Benito Olmo; cinematógrafa: Gina Ferrer; elenco: Fred Tatien, Natalia de Molina, Mona Martínez, Miguel Diosdado, Ignacio Mateos, Gerardo de Pablos, Luisa Vides
En la tradición/modelo del Mario Conde de Leonardo Padura y del Daniel Ross de Jordi Serra i Fabra, se presenta el protagonista de este filme, Manuel Bianquetti, oficial policiaco trasladado de Madrid a Cádiz después de no solo perder a su hija, pero de además denunciar a su departamento por dar fin a la investigación del caso. El francés, como se refieren a él sus no muy amables compañeros, parece estar en un continuo escape de la realidad, chocando con cualquiera que lo mire mal y desafiando la autoridad de sus superiores porque poco le importa si lo botan o no. Pero en el submundo de la aparente ciudad modelo que es Cádiz, el francés se conoce como un oficial que se toma en serio las investigaciones hasta llegar a su solución y que nunca se da por vencido. Como historia paralela, que presencialmente se entrecruza con él, está la joven enfermera, Cristina, cuyo miedo de salir de su apartamento, guiar hasta el hospital y luego regresar, la convierte en alguien que sospecha que su ex novio puede descubrir su paradero y atentar contra su vida como lo hizo anteriormente.
Al igual que pasa con Mario Conde y especialmente con Daniel Ross, el francés se mete en cualquier lugar donde pueda encontrar una pista o interrogar a un sospechoso con el resultado de recibir tamañas palizas de las que se recupera parcialmente. Sigue arremetiendo porque es obsesivo y cree que tiene poco que perder. Sin consentir hacerlo, investiga el crimen de una adolescente colombiana cuyos padres no logran aceptar los resultados obvios de una investigación superficial. Todas las actuaciones son excelentes—tanto de actorxs profesionales como de lxs adolescentes residentes—en un ambiente demasiado real para lxs que observamos y vemos paralelos en nuestro entorno.
Serie para Bingeing
“A Gentleman in Moscow” Autor:Amor Towles; cinematógrafos: Adam Gillham y Sergio Delgado; elenco: Ewan McGregor, Mary Elizabeth Winstead, Johnny Harris, Fehinti Balogun, Leah Harvey, Jon Heffernan, Lyès Salem, Daniel Cerqueira, Anastasia Hille, Alexa Goodall.
(8 episodios; Showtime y Paramount; 2024)
¿Qué hacer con una serie que condena desde el principio a la revolución + importante del siglo XX, pero, que nos mantiene involucrados y siguiendo cada viraje de la trama por su excelente guion, ambientación y personajes con una sensibilidad que logra que se mantengan humanos e igualitarios y en busca del enlace que le da sentido a la vida? No hay otro mundo posible y se sobrevive en el que les ha tocado vivir a pesar de que no lo entienden y, por su bagaje, clase e ideología no lo pueden aceptar.
Mientras poco a poco, y con la oposición de las sociedades occidentales y los grupos de poder y dinero en Rusia, se va erigiendo lo que será la revolución de las masas, de 1921 en adelante, nos adentramos en la vida del conde Alexander Ilich Rostov (Ian McGregor), como miembro de esa aristocracia que mantuvo por siglos a la mayoría de la población en la pobreza, quien a través de su vida solo ha conocido el privilegio de tener propiedad, dinero, la mejor educación posible y todo lo que supone una clase privilegiada. A pesar de representar exactamente lo que la Revolución Bolchevique intenta abolir, Rostov no ha sido encarcelado ni exiliado porque a él no le interesa vivir fuera de su “Mother Russia”, se le adjudica escribir un poema revolucionario y está dispuesto a aceptar el castigo impuesto: pasar toda su vida en el afamado Hotel Metropol. Por supuesto, él no sabe lo que eso significa hasta que se da cuenta que este “privilegio” es una cárcel perpetua. Rostov se siente capaz de soportar todas las presiones impuestas y va moldeándose a su nueva vivienda que conoce muy bien por haber vivido en el Hotel anteriormente. Aquí conocerá y compartirá con Nina; luego será un padre protector para Sofía; se encontrará varias veces con su vida pasada en la persona de Mishka; compartirá y se enamorará de la actora de cine silente, Anna Urbanova; desarrollará una “amistad” con su opuesto en ideología, Osip Glebnikov. En este Hotel, no existe el mundo exterior de cambios drásticos y rápidos de una revolución. Nos enteramos porque los empleados cuchichean y los que vienen del exterior mencionan sucesos. No se toman en cuenta las enseñanzas de Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo, sino que se centra en Stalin y la transición hacia Khrushchev. Chekhov es el único que tiene espacio sin ser testigo de la época.
Incluyo mi reseña de Reds del 1981 como un rescate de este pasado, pero que establece un diálogo ideológico en vez de una sola visión como esta muy hermosa serie. La historia es, a pesar de todo lo que pasa fuera del Hotel Metropol, una historia de amor que crece con las pequeñas experiencias que rodean a los personajes de 1921 a 1953.
Rescate del pasado (1981):
Reds
Director: Warren Beatty; guionistas: Warren Beatty y Trevor Griffiths; cinematógrafo: Vittorio Storaro; elenco: Warren Beatty, Diane Keaton, Edward Herrmann, Jerzy Kosinski, Jack Nicholson, Paul Sorvino, Maureen Stapleton.
Warren Beatty como John Reed tomó su labor en serio, se involucró en un proyecto que todos desaprobaban y se arriesgó. Le tomó cuatro años, invirtió 30 millones de dólares y produjo un filme de tres horas y media sobre un tema nada simpático en esta era de conservadurismo reaccionario. Beatty rescató del olvido un capítulo muy importante de la historia política de Estados Unidos. John Reed jugó un papel muy importante en el desarrollo del movimiento anarco-sindicalista y en la fundación del Partido Comunista Norteamericano. Beatty no solamente lo coloca dentro de la historia, sino que presenta a Reed como un ser humano que luchó por sus ideales, que amó y sufrió como cualquier hijo de vecino. En esta apuesta, Beatty ganó y perdió. La Academia Cinematográfica de Hollywood (conocida por su conservadurismo) le negó el Oscar por mejor película a Reds, y, para que no resultara tan obvio su discrimen, le concedió el premio por mejor dirección. Por otro lado, Beatty ganó en la aclamación que recibió de los mejores críticos de cine de los Estados Unidos, en las 12 nominaciones recibidas y tres Óscares ganados, además del Golden Globe y, especialmente, el premio del Sindicato de Directores (Directors Guild of America).
Reds es un filme hecho por un grupo de ideología liberal. La izquierda no le puede exigir al liberalismo que de pronto se convierta en militantes socialistas o comunistas. Beatty conoce su público; sabe del cinismo en que ha caído y sabe además que esa mayoría (que se convertirá en una audiencia cautiva si logra traerlo al teatro) no cree ni acepta la película documental, seriesota, que alega tener la verdad, nos guste o no. La realidad que percibimos sigue siendo la misma (en Reds vemos cómo cualquier persona o grupo que se convierte en una amenaza ideológica al sistema de gobierno norteamericano es objeto de represión legal o violenta), pero tenemos que ir en busca de nuevas formas. Solo así lograremos que la gente nos escuche, nos mire nuevamente como seres reales y no como ideólogos insensibles.
Elizabeth Hardwick en New York Review of Books, alega que Louise Bryant nunca fue ni buena periodista, ni de ideas revolucionarias y feminista solo en teoría. Miriam Schneir en Ms. Sostiene que Bryant fue una gran periodista y una mujer muy politizada no solo en cuestiones feministas sino además de política nacional. Como bien nos aseguran los “testigos” de Reds, la verdad es algo que cambia según el tiempo, la memoria y los sentimientos. El John Reed y la Louise Bryant de Beatty son personajes importantes en la historia de Estados Unidos y, como él mismo enfatizó la noche de los Óscares, es importante dar a conocer la historia del desarrollo del socialismo y comunismo en los Estados Unidos.
Reds es el mayor logro de Beatty como actor y director desde que comenzó su carrera en 1961 con el hermosísimo Splendour in the Grass (1961). En este, su más reciente filme, experimenta con distintas formas y se aparta de lo aceptable dentro del cine comercial norteamericano en cuanto a tiempo, espacio y tema. Su dirección de cámara, su montaje y las actuaciones que logra de todo el reparto le aseguran a Beatty una gran carrera como realizador. ¡Y qué deleite escuchar tres veces durante la noche de los Óscares el himno de la clase trabajadora, la Internacional!