Hace unas semanas fui la primera bateadora designada en esta columna que mí padre publicara semanalmente por cuatro décadas. En ese entonces pensé que seríamos unos sustitutos temporeros, y que como siempre, en el último cuarto, regresaría el cuadro original. Desafortunadamente mi padre no podrá volver a escribir Las Canto como las veo. Pero escribo estas breves líneas entre tanto dolor para reiterar lo que fue el tema principal de aquel escrito, su constancia y consistencia, con tantas cosas: su familia, su barrio, el eterno amado Roosevelt, sus amistades, las comunidades pobres de este país, su Colegio, sus Piratas, sus Yankees, el deporte universitario y su CLARIDAD. Este periódico al cual él dedicó su vida, lo que le regulaba su semana y el cual siempre resaltó por su valor para el país.
A nombre de la familia, GRACIAS por tanto amor y apoyo. Y lo mejor es celebrar su vida y apoyar sus luchas, y sobre todo, apoyar para que siga existiendo CLARIDAD, eso es lo que él quisiera.
Elga Castro Tirado