La taquigrafía o el arte de la escritura rápida

 

 Especial para En Rojo

A mi madre Aida Iris,que cultivó el arte de la taquigrafía en sus años como secretaria.

 

La taquigrafía o estenografía es todo aquel sistema de escritura rápido y conciso que permite transcribir un discurso a la misma velocidad a la que se habla. Para ello se suelen emplear trazos breves, abreviaturas y caracteres especiales para representar letras, palabras e incluso frases.

Alrededor del mundo existen diversos sistemas taquigráficos, diferentes entre sí, incluso dentro de un mismo idioma o de un mismo país y hasta en un mismo órgano legislativo encontramos taquígrafos usando sistemas distintos. Si bien todos los sistemas de taquigrafía están estandarizados y deberían ser legibles por todos los taquígrafos que usen el mismo sistema, en la mayoría de los casos, los taquígrafos suelen hacer adaptaciones o modificaciones propias según su comodidad o su forma de trazar los signos.

Hay sistemas alfabéticos, es decir que los signos registran todas las letras, y sistemas silábicos, en los cuales cada signo representa una sílaba. En estos últimos, por lo general, no se registran las vocales de cada sílaba, y en algunos casos solamente se registran las vocales iniciales o finales de la palabra, y un mismo signo puede representar más de una palabra.

En algunos sistemas, la escritura taquigráfica omite partes de los textos y un texto recogido por un taquígrafo no siempre puede ser entendido fácilmente por otro que no haya escuchado previamente el original. Por tanto, los mismos taquígrafos deben transcribir posteriormente el texto taquigráfico que han tomado a la escritura habitual.

El aprendizaje de la taquigrafía es relativamente fácil, pero su uso rápido requiere mucha práctica. Es importante resaltar que cada taquígrafo posee una forma muy propia de escribir sus signos taquigráficos por lo que es imposible estandarizar su tamaño y forma exacta.

Los orígenes de la taquigrafía se remontan a la época del historiador griego Jenofonte, que se valió de esta técnica para transcribir la vida de Sócrates.

La taquigrafía, de las voces griegas taxos (‘celeridad’, ‘rapidez’) y grafos (‘escritura’), se vale de signos más sencillos que los de la escritura corriente para escribir tan deprisa como se habla. La usaron los fenicios y griegos, y en Roma desde la época de Cicerón, según Plutarco. En Roma se llamó «notae tironianae», pues la usó y perfeccionó Marco Tulio Tirón, esclavo y luego liberto de Cicerón, desde aproximadamente el 70 a. C. Un sistema parecido al de Tirón parece atribuírsele a Mecenas, de acuerdo con Dión Casio. Poco después el sistema fue ordenado en forma de diccionario por Séneca, llamándose «Notas de Tirón y Séneca». Sin embargo, cayó en el olvido con la invasión de los bárbaros.

Posteriormente, se ha restablecido en la Edad Moderna. Comenzó de nuevo en Inglaterra, en 1588 por Timothy Bright. Siguió por Francia, Países Bajos, Alemania desde el siglo XVII. Llegó a Italia en el siglo XVIII y a España en 1800. Se considera que el inventor de la taquigrafía española es el valenciano Francisco de Paula Martí, en 1802. Su sistema se considera como el más perfecto de los conocidos hasta el siglo XIX.

El término fue utilizado por primera vez por Thomas Shelton en 1641, luego por Coulon de Thévenot en 1776 y finalmente adoptado por Martí. El inglés John Willis, inventor del primer sistema geométrico, la había denominado estenografía.

La taquigrafía era empleada comúnmente en los juicios, en cuyo caso se hacía uso de taquígrafos o estenógrafos para plasmar por escrito lo hablado. También era utilizado por secretarias y ayudantes de administración para apuntar las notas, cartas, recados y pedidos que reciben. Asimismo su uso era común para registrar los debates parlamentarios, y para la transmisión en directo de programas de televisión que requieren subtitulaje, por ejemplo, con el sistema de subtítulos cerrados (Closed Caption). También los intérpretes solían usar la taquigrafía como apoyo para la memoria cuando debían pasar un mensaje de un idioma a otro. Teóricamente era una herramienta muy útil para un estudiante cuando se asistía a clases para tomar apuntes.

 

Referencia: Pedro Garriga Marill, Taquigrafía y su historia universal. Alipur, Delhi: True World of Books, 2021.

 

 

 

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