Especial para En Rojo
Amanecer en la isla es inundarte de colores y sabores. Es la luz, toda, convocada a tu suerte. Es también la reja urbanizada y los gallos que te reciben. Es el señor que madruga pa comprar leche y el borracho que regresa lentamente de una juerga. Es el boceteo que va cediendo a la mañana y la motora acelerada que se le escapó a la noche. Es el lagartijo en la pared en busca de una araña y la araña que lo enreda.
Atrás quedó el gris, los abrigos, el frío y la ropa obscura. Las ambulancias que deambulan y las sirenas que despiertan. El Fuck You que se repite y el i am sorry que se excusa. Atrás quedó también mi migraña, mi alta presión, las cantaletas y hasta mi pie de atleta.
Regreso a Pierluisi con su boda fatula y a Jennifer enseñando su barriga, a la Tata orando mientras estaba robando, al Annuel belicoso, al Arcángel guapachoso y a un René que se depura.
Mientras les cuento todo eso espero por una alcapurria bisexual en la Tanca, con un mar de fondo que se desaparece en la Perla, un Gilberto melancólico y llorón cantándole al amor, una doña molesta que hace hace pública una controversia privada, y un perro que le ladra para que se calle.
¡Eso es lo que hay!